Sábado, 20 de abril de 2024

Película rumana de sexo, violencia y ciudad gana la Berlinale

Autor:

Reuters / Redacción Primicias

Actualizada:

5 Mar 2021 - 10:14

Una película rodada durante en pandemia, con un elenco que aparece con mascarillas, gana el Oso de Oro en esta edición particular del Festival de Cine de Berlín.

El director Radu Jude posa durante una sesión de fotos para promover el filme "Aferim! " en el festival de cine de Berlín 2015.

Autor: Reuters / Redacción Primicias

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5 Mar 2021 - 10:14

El director Radu Jude posa durante una sesión de fotos para promover el filme "Aferim! " en el festival de cine de Berlín 2015. - Foto: REUTERS / Stefanie Loos

Una película rodada durante en pandemia, con un elenco que aparece con mascarillas, gana el Oso de Oro en esta edición particular del Festival de Cine de Berlín.

Bad Luck Banging or Loony Porn del director rumano Radu Jude, una comedia negra sexualmente explícita sobre la agresión cotidiana que experimenta una profesora en la Bucarest contemporánea, ganó el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín.

Los jueces elogiaron la película, como una "obra de arte memorable" que "atacó" al espectador. Protagonizada por Katia Pascariu, el filme muestra a una maestra cuya cinta sexual privada se filtra, desencadenando una caza de brujas por parte de los padres de los niños en su escuela.

"Captura en la pantalla el contenido y la esencia, la mente y el cuerpo, los valores y la carne cruda de nuestro momento presente en el tiempo", dijo el jurado del festival en línea en un comunicado.

La película, que se abre con un plano largo de Pascariu teniendo sexo con su pareja al estilo porno, continúa retratando las decenas de actos agresivos a los que ella, una mujer de la ciudad, es sometida a lo largo del día haciendo recados en la frenética capital rumana.

La película muestra a casi todos los personajes con una mascarilla, porque fue filmada en medio de la pandemia del coronavirus. Pero el espectador se queda con la sensación de que el veneno que la gente inyecta en su propio entorno es tan destructivo como cualquier virus.

Comerciantes, taxistas y la iglesia ortodoxa rumana son los blancos de la ira de la película, que culmina en un grotesco tribunal compuesto por los padres de clase media del colegio de élite donde Pascariu da clases.