Sin talleres formales de carpintería, panadería u otros oficios, hay reclusos que se las ingenian para lograr una verdadera rehabilitación, mientras luchan por sobrevivir a las masacres.
El día en los pabellones de la Penitenciaría del Litoral suele ser solitario y sin mucho por hacer. "Aquí es levantarse, hacer el aseo, comer y por ahí nos distraemos con la pelota o alguna actividad, pero no se hace más, es desesperante", dice uno de los internos.
Según el Reglamento del Sistema Nacional de Rehabilitación Social de Ecuador, hay ocho ejes de distintas áreas por cumplir en la cárceles, con miras a reinsertar en la sociedad a un recluso:
- Derechos humanos
- Salud pública
- Trabajo
- Educación
- Inclusión económica y social
- Cultura
- Deporte
- Defensoría del Pueblo
Pero, pocos de estos ejes se realizan al 100% en la Penitenciaría, y los internos que realmente buscan rehabilitarse se las ingenian por practicar canto, tocar un instrumento o hasta bailar.
Aunque, muchos de los prisioneros también desean talleres formales en esta cárcel de Guayaquil para seguir aprendiendo. Incluso sueñan con instalaciones de carpintería o panadería que los mantengan ocupados y les generen ingresos.
En el siguiente video, PRIMICIAS presenta cómo transcurre el tiempo en el pabellón nueve de la Penitenciaría del Litoral, donde los internos aprovechan una relativa calma tras las masacres y motines del pasado.
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