Viernes, 03 de mayo de 2024
Matrix política

Daniel Noboa: 100 días y 80% ¿por qué?

Alejandro Zavala

Alejandro Zavala

Consultor Político con 20 años de experiencia en campañas electorales, comunicación de Gobierno y gestión y management de la crisis. Catedrático universitario y conferencista en varios países de América Latina y en España.

Actualizada:

8 Mar 2024 - 5:59

Cuando las personas que nos dedicamos a hacer análisis y consultoría política tenemos que hacer frente a algún tema, tenemos dos formas claras de sustentar nuestras hipótesis:

1.- A través de cifras, encuestas, datos duros, información precisa y numérica que llega a nosotros por distintas vertientes.

2.- Sí, también a través de fuentes secundarias: medios de comunicación, entrevistas, líderes de opinión y (muy poco) redes sociales.

Tratamos de dar prioridad a las cifras y encuestas porque los números son irrefutables, son contundentes y contra ellos poco o nada se puede discutir. Son o no son. Mucho más si una variedad de encuestadoras respetables (en este caso) coinciden abiertamente en esos números y, como lo señalé alguna vez, las encuestas nunca se equivocan, hay truchas, interesadas, compradas, manipuladas, arregladas, pero las verdaderas, ¡nunca se equivocan!

Una vez aclarado el asunto, entremos en materia: aquí tres explicaciones que, cuando las lean en conjunto, van a poder entender lo que desde mi óptica explica ese 80% y más de apoyo que tiene el Presidente Noboa.

1.- Estrategia superficial:

Y con superficial no me refiero a la acepción común de frívola, sino a la que más se puede ver en una primera aproximación. Este, desde mi óptica, tiene tres elementos:

  • Elementos retóricos: en donde le dice “Pokemon” a la una, “Destruye” a los otros y “bicose jis nais” al caudillo. Temas que han pegado en la gente y causando revuelo en la esfera pública.
  • Elementos estéticos: partiendo de la premisa de que todo comunica, pues sus atuendos, su chompa de cuero, la gorra, las gafas… son parte de la narrativa y el arquetipo que quiere construir.
  • El storytelling familiar: en donde su esposa, Lavinia, juega un papel fundamental como influencer en redes, con su atuendo a la moda, sus visitas a territorio y su ya conocida labor social. A esto habría que agregar a sus hijos que han causado simpatía y conexión con un alto grupo de la sociedad. Tanto es así que los medios más grandes de comunicación han “comprado” esta historia y le han dado varios minutos de aire y páginas y portadas enteras de impresos y digitales.
  • Importante: si usted ha llegado hasta aquí y piensa que sólo con esto se sostiene un Gobierno, pues su visión es absolutamente reduccionista tanto o más como cuando dijeron que Noboa ganó por un muñeco de cartón. Es de un simplismo que abruma.

2.- Estrategia Política

  • Toma de decisiones: haber declarado el conflicto armado interno, el estado de guerra, el combate a sangre y fuego al narco, ha sido el puntal de su mandato. Los ecuatorianos vivíamos aterrorizados por las bandas y, aunque hay que ser muy ingenuo o de muy mala espina, para pensar que esto iba a cambiar de la noche a la mañana (México y Colombia van décadas luchando contra eso), el estado de ánimo de la gente (lo dicen las cifras) cambió radicalmente y pasó de un absoluto pesimismo a una luz de esperanza. Era todo lo que se necesitaba para arrancar: un rumbo. Evidentemente habrá que sostenerlo.
  • Una operación política impecable: cuando ha ido a la Asamblea, que fue el principal enemigo (sí, enemigo) del Gobierno anterior que se cansó de ponerle zancadillas, boicotearle y finalmente echarle, Noboa ha salido no sólo triunfante sino, y como fue el caso del IVA, ha ido por cobre y ha recuperado oro. Operación política, silenciosa, nada ostentosa pero radicalmente efectiva.

Lo que yo llamo “anti estrategia comunicacional”

  • No sigue la lógica de los grandes medios: cuando se sigue una estrategia convencional, los que nos dedicamos a esto recomendamos siempre llevarnos bien con los medios más importantes. A Noboa parece no importarle mucho el tema. Dos ejemplos: cuando todo el mundo esperaba que salga el Presidente a hablar en cadena nacional sobre la declaratoria de conflicto armado interno, uno esperaba verlo en todos los medios de comunicación del país. ¿Qué pasó? Pues salió el Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y hoy tienen más del 90% de apoyo del pueblo ecuatoriano. Efectivo, al máximo. Cuando otros gobiernos condecoraban a figuras de los medios más importantes del país (de manera absolutamente merecida, por favor que no se me mal entienda), Noboa condecora al ampliamente querido por el pueblo José Delgado alias 'el cholito'. ¿La gente? Una vez más: contenta. Brillante.
  • No sigue la lógica de las redes sociales: el Presidente Noboa no sube un solo tuit. No contesta, no pelea, no baja al fango del enfrentamiento político. No se deja llevar por los “trending topics”, no atiende quejas por redes ni combate las falacias que le montan muy seguido los trollcenters de los que utilizan esta herramienta vergonzosa para simular un apoyo que hace rato no tienen. Sin embargo son las redes su principal fortaleza. ¿Contradictorio? No, anti estrategia.
  • Su estilo de liderazgo: no adhiero para nada a la teoría que por su carácter retraído, su aparente poca elocuencia verbal, su economía de tiempos y lenguaje sea sinónimo de incapacidad. A lo largo de mis más de 25 años siendo profesor, vi muchos alumnos pasar por mi aulas y tener un perfil parecido: hoy algunos dirigen multinacionales en el exterior. El paradigma de liderazgo cambió, no sé si para bien o para mal, simplemente es otro.

Si usted llegó hasta aquí, amable lector, y cuando haya unido todas las piezas de este poco pretencioso y muy pragmático análisis, quizás pueda tener unas mejores pistas de porqué Noboa está como está. Una vez más: habrá que sostenerlo. 

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

Comentarios
REGLAS para comentar 
Suscribir
Notificación de
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos