Miércoles, 24 de abril de 2024
Dato y Relato

La 'Casa de Papel' y el dinero

Fidel Jaramillo

Fidel Jaramillo

Ph.D. en Economía Universidad de Boston, secretario general del FLAR y docente de la UDLA. Ex gerente general del Banco Central y exministro de finanzas de Ecuador, y alto funcionario de CAF y BID.

Actualizada:

11 Dic 2021 - 19:03

Alerta de 'spoiler': si aún no han visto la última temporada de 'Casa de Papel', no lean esta columna. La popular serie de Netflix llega al final del atraco más espectacular de la historia y el robo de la reserva de oro del Banco de España.

Obviamente, es una historia ficticia, pero deja una serie de reflexiones económicas. De manera épica y con un entramado impresionante, el famoso 'profesor' y su banda logran sacar 90 toneladas de oro de un Banco de España totalmente rodeado por la Policía y el Ejército.

Tan pronto se conoce que el oro ha sido robado, el pánico financiero cunde en España. El Banco Central Europeo niega su apoyo, la bolsa de valores se desploma y el riesgo país se dispara a 800 puntos básicos. (Entre paréntesis: ¡qué paradójico que el nivel de riesgo país que en la serie causa pánico es, aproximadamente, el actual nivel de Ecuador!)

Hay muchas precisiones que hacer. Para empezar, las reservas de oro del Banco de España son mucho mayores: nueve millones de onzas (283 toneladas) que, además de en sus bóvedas, están depositadas en Suiza, Londres y Estados Unidos.

Su valor es de alrededor de 14 mil millones de euros y representan solo el 20% de las reservas externas totales del Banco de España.

El robo de 90 millones de toneladas de oro habría sido muy grave, pero hubiera representado una fracción pequeña del total de reservas que el Banco de España cuenta para hacer frente a cualquier volatilidad financiera.

Difícil saber si en la realidad se habría producido un pánico general, excepto tal vez para las aseguradoras y reaseguradoras.

Adicionalmente, el Banco Central Europeo (BCE), sin duda, hubiera respondido de manera decidida. Está para eso.

Los corresponsales en Frankfurt podrían preguntar a su presidenta, Christine Lagarde: ¿ante el hipotético caso de que un banco central de los países miembros sufra el robo de sus reservas de oro y enfrente una crisis de liquidez, el BCE le apoyaría?

La respuesta sería un casi seguro sí. Igual apoyo podría recibir del sistema de estabilidad monetario europeo y del propio Fondo Monetario Internacional (FMI).

Más allá de estas elucubraciones, lo sorpresivo de la serie es que los atracadores vestidos de rojo y con las icónicas caretas de Dalí no devolvieron el oro, sino latones dorados sin ningún valor. Sin embargo, cuando presentaron los supuestos lingotes en la televisión, se recuperó la tranquilidad en los mercados financieros.

Sin duda, las reservas externas de los bancos centrales son fundamentales para garantizar la estabilidad macroeconómica y financiera, pero la base es la confianza de los agentes económicos.

El dinero es una convención social útil para el funcionamiento de los mercados. Las instituciones que lo regulan tienen la responsabilidad de mantener su credibilidad y eficiencia pues, si los ciudadanos descubren que su dinero está respaldado con latones dorados -o créditos a gobiernos o bancos que carecen de valor-, se perderá esa confianza.

La transformación digital está cambiando el futuro del dinero. No están lejos las monedas digitales de bancos centrales que podrán tener trazabilidad y mostrar cómo están respaldadas. Eso hará más compleja la trama de la próxima temporada de Casa de Papel, que probablemente tendrá que ser digital.

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

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