Sábado, 20 de abril de 2024
Al aire libre

¿Das el kilómetro extra desde tu trinchera?

Lourdes Hernández Vásconez

Lourdes Hernández Vásconez

Comunicadora, escritora y periodista. Corredora de maratón y ultramaratón. Autora del libro La Cinta Invisible, 5 Hábitos para Romperla.

Actualizada:

28 May 2021 - 19:00

Cumplo un año de escribir en PRIMICIAS- "periodismo comprometido, buscando construir un país mejor". Soy parte de ese objetivo que me inspira a construir a pulso un mejor Ecuador, desde mi trinchera, dando el kilómetro extra cada día.

Tengo el honor de compartir mi columna, bautizada 'Al Aire Libre', con un grupo selecto de escritores.

'Al Aire Libre' incluye principalmente contar historias y cubrir temas de lo que pasa bajo el sol.

Mi oficio número uno es correr, el otro escribir y me especializo en las finanzas personales.

Hoy he juntado todo en estas letras: ejercicio, ahorro y seguros.

Seamos honestos, hablar de seguros y preexistencias es poco atractivo. Por eso mejor nos tomamos un descanso y reflexionamos sobre:

¿Cuánto cuestan un par de zapatos de deporte? USD 70

¿Cuánto cuesta la inscripción a un gimnasio vía zoom? USD 29

¿Puedo pagar estos dos rubros?

Seguro que puedes pagar alrededor de USD 100 por las dos cosas, y seguir pagando USD 29 cada mes del gimnasio.

¿Sabías que una persona con diabetes gasta USD 25.000 al año en medicinas y tratamiento médico?

Y que la hipertensión, la hipoglicemia, la obesidad, cuestan USD 5.000 al año.

Estas enfermedades se pueden prevenir con deporte diario.

Volvamos a los seguros. Si tienes estas enfermedades u otras de ese tipo, el costo del seguro sube pues tienes "preexistencias".

Los exámenes e indicadores no mienten, y si la persona es sedentaria, sigue subiendo el costo del seguro. ¿Por qué? Porque saben que tu fisiología va para atrás y que pronto generará alertas médicas.

La balanza está definitivamente del lado del deporte.

¿Por qué una gran mayoría de personas no hace deporte? ¿Cómo salir del montón?

  1. Está en los genes la flojera: según el doctor David Lieberman, de Harvard, nuestros ancestros se tomaban largos descansos en épocas en que no tenían que cazar, buscar alimento o viajar. Por eso es natural ser físicamente flojos. Por instinto, tendemos a ahorrar energía.
  2. Es incómodo: hacer ejercicio produce sudor, dolor, a veces frío o exceso de calor, entonces es una incomodidad tras otra.
  3. Final feliz: después de todo esfuerzo, hay un premio: nuevas experiencias y amigos, feromonas que nos alegran, sueño reparador, mejor peso y más musculatura.
  4. Crea una tendencia: si nadie en casa o entre los amigos hace ejercicio, es difícil que alguien se sienta motivado a hacerlo. En cambio, si hay una corriente de moverse y, desde pequeños, los hijos están expuestos a la actividad fìsica, es seguro que la adoptarán con naturalidad. Siembra hoy la semilla del deporte en la casa. Asume el dolor, la pereza, el sudor, y sal por la puerta cada día a mover tu cuerpo.
  5. Disfruta del proceso: hay que recordar que este es un proceso lento, que necesita voluntad y dedicación diaria, y que la recompensa no está al final de la carrera, del mes, del año, sino cada día, durante y al terminar el ejercicio.

Volviendo al gusto y honor de escribir en PRIMICIAS, dar el kilómetro extra por mi país es invitarte mientras lees, a que salgas por la puerta a hacer ejercicio y en el trayecto, que admires la naturaleza que todavía nos queda y que tenemos que proteger. Te paso la posta.

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

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