Mientras el argentino Lionel Messi disfruta en Miami de un dulcísimo inicio como jugador casi-retirado, el mejor jugador del mundo, Kylian Mbappé, está viviendo todo lo contrario. El francés está librando una batalla por la libertad, ni más ni menos. Liberté, Égalité, Fraternité.
Mbappé, con 24 años y un sueldo base anual de USD 80.097.840, tiene que cumplir una temporada más en el PSG, como estipula su contrato. Y eso justamente desea hacer: honrar ese acuerdo. Pero esto quiere decir que en el próximo julio los derechos deportivos de Mbappé estarán liberados y el jugador podrá irse al club que le plazca.
Ese panorama ha desatado la furia de los emires de Qatar, los verdaderos dueños del PSG. No desean que se vaya gratis (business are business) y han desatado una enorme presión para que su estrella acepte dos propuestas: una extensión del tiempo de contrato o una venta.
La más reciente presión, muy poco elegante, fue apartar a Mbappé de la gira del PSG por Asia. El jugador se quedó en París, entrenando con los compañeros que serán transferidos pues han sido rechazados por el DT Luis Enrique.
Kylian Mbappé se entrena con los jugadores descartados de la gira del PSG. EFE
Pero Mbappé, además de ser un talentoso futbolista, es una persona orgullosa, más que los emires. Conoce perfectamente su propio valor. Y también sabe que las leyes laborales le dan la razón. En Francia, como se supone que ocurre en todo el mundo civilizado, nadie puede ser obligado a no cumplir su contrato.
El jugador tiene otra carta para lanzar y dejar en evidencia al PSG: pasar un año en las gradas. Si los emires no quieren que pise la cancha, no lo hará. Pero no aceptará que lo vendan a donde no desee ir. Se sentará en la tribuna, se pondrá los audífonos y escuchará a Morad mientras observa a sus compañeros fracasar en la Champions, otra vez.
Que Mbappé pase un año en paro sería un golpe de imagen muy fuerte para el PSG, porque el próximo año París es la sede de los Juegos Olímpicos y Francia cuenta con su goleador para quedarse con el oro. Además, también se juega la Eurocopa.
¿Cómo terminará esto? Quizás esto se arregle en los próximos días si el Real Madrid ofrece una cifra que le parezca apropiada al PSG. El sueño de Mbappé es ganar la Champions y el club español es uno de los que siempre ha tenido al 9 francés en el radar.
Una vez, el Real Madrid ofreció USD 200 millones por el francés y el PSG ni siquiera se dignó en responder. Ahora, quién lo diría, si la oferta alcanza los USD 120 millones, quizás a los emires les toque aceptar para no quedarse sin nada y, de paso, evitarse el papelón.
Aunque, a estas alturas, están desprestigiados porque Mbappé se ha convertido en el luchador de la libertad, de la suya y de todos los jugadores que son tratados como simple mercancía.
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