Viernes, 19 de abril de 2024
Firmas

Tolkien y la Teoría de Cuerdas

Rafael Lugo Naranjo

Rafael Lugo Naranjo

Abogado y escritor. Ha publicado varios libros, entre ellos Abraza la Oscuridad, la novela corta Veinte (Alfaguara), AL DENTE, una selección de artículos. La novela 7, además de la selección de artículos Las 50 sombras del Buey y la novela 207.

Actualizada:

14 Nov 2020 - 19:00

En el primer relato del Silmarillion, el divino Tolkien nos contó sobre el origen de todo: "La Música de los Ainur”.

"En el principio estaba Eru, el Único, que en Arda es llamado Ilúvatar; y primero hizo a los Ainur, los Sagrados, que eran vástagos de su pensamiento, y estuvieron con él antes que se hiciera alguna otra cosa. Y les habló y les propuso temas de música; y cantaron ante él y él se sintió complacido. Pero por mucho tiempo cada uno de ellos cantó solo, o junto con unos pocos, mientras el resto escuchaba; porque cada uno sólo entendía aquella parte de la mente de Ilúvatar de la que provenía él mismo, y eran muy lentos en comprender el canto de sus hermanos. Pero cada vez que escuchaban, alcanzaban una comprensión más profunda, y crecían en unisonancia y armonía.

Y sucedió que Ilúvatar convocó a todos los Ainur , y les comunicó un tema poderoso, descubriendo para ellos cosas todavía más grandes y más maravillosas que las reveladas hasta entonces; y la gloria del principio y el esplendor del final asombraron a los Ainur, de modo que se inclinaron ante Ilúvatar y guardaron silencio.

Entonces les dijo Ilúvatar: —Del tema que os he comunicado, quiero ahora que hagáis, juntos y en armonía, una Gran Música…

Entonces las voces de los Ainur, como de arpas y laúdes, pífanos y trompetas, violas y órganos, y como de coros incontables que cantan con palabras, empezaron a convertir el tema de Ilúvatar en una gran música; y un sonido se elevó de innumerables melodías alternadas, entretejidas en una armonía que iba más allá del oído hasta las profundidades y las alturas, rebosando los espacios de la morada de Ilúvatar; y al fin la música y el eco de la música desbordaron volcándose en el Vacío, y ya no hubo vacío".

Y ya no hubo vacío, porque para el fantástico Tolkien, la creación máxima es la creación de música. Yo también creo que la música es la hermana mayor del resto. Háblame desde tus sombras, cantan las voces que estoy escuchando en soledad. Camila Pérez y Luz Pinos son las Ainur de este instante. Las acompaña una guitarra de cuerdas melodiosamente rasgadas.

Hay una hipótesis en el mundo de la física que postula un espacio-tiempo con once dimensiones, como ya nos lo hacía notar el doctor en física biomédica Abraham J. Cisneros en su artículo sobre la teoría de cuerdas. Y que en esas once dimensiones pueden vibrar las partículas subatómicas que forman un átomo. 

Así, según la Teoría de Cuerdas, los ínfimos quarks, y sus vecinos mayores son simplemente pequeñas cuerdas en estados vibracionales. Los quarks son las partículas más diminutas de la materia, que interactúan libremente con las cuatro fuerzas físicas elementales.

La de Cuerdas no tiene la atención de otras teorías. Pero al final, lo que nos está diciendo es que los átomos están llenos de minúsculas cuerdas vibrando, es decir, están llenos de música. Nosotros estamos formados de átomos. Pero de esos átomos y sus músicas que no logran todavía comprenderse entre ellos, como los Ainur. Porque cada uno sólo entendía aquella parte de la mente de Ilúvatar de la que provenía él mismo, y eran muy lentos en comprender el canto de sus hermanos. Somos el instante previo a la melodía. 

Pero esos hermanos terminaron por comprenderse en unisonancia y armonía. Y por eso Ilúvatar les pidió una Gran Música, y esa gran música se volcó al vacío y ya no hubo vacío. 

Lo mismo podría pasar con las cuerdas que vibran en las entrañas de las partículas que habitan los átomos. Que dentro de un segundo, o de mil siglos, entiendan el canto de sus hermanos y regrese Eru, el Único, a quien los elfos se acostumbraron a llamar Ilúvatar, y los hombres llamarán Fuerza.  Y Eru hablará con esos átomos que ya no son átomos dentro de humanos que ya no serán humanos, y les pedirá una Gran Música que se desborde volcándose en el mundo.

Y ya no habrá vacío. 

Nota: este artículo fue actualizado el 10 de mayo de 2022 a las 12:56 de la tarde.

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

Comentarios

REGLAS para comentar 
Suscribir
Notificación de
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos