La edición LV del Super Bowl planteará este domingo 7 de febrero (18:30 de Ecuador) en Tampa un duelo entre los Kansas City Chiefes, que con la batuta de Patrick Mahomes son favoritos al título por segundo año seguido, y los Buccaneers, primer equipo en la historia que jugará en casa y tiene al legendario Tom Brady.
Mahomes, de 25 años, y el entrenador en jefe Andy Reid tendrán al frente a un rival que sorprendió al conquistar la Conferencia Nacional (NFC) con un mariscal Brady que a los 43 años sigue estando en forma inmejorable.
A pesar de la pandemia, los Chiefs encontrarán un campo hostil, el Raymond James Stadium, de Tampa (Florida), fortín de los Buccaneers.
Mahomes fue declarado el Jugador Más Valioso (MVP) del Super Bowl en la edición 54, que ganó su equipo de remontada el año pasado por 31-20 a los 49ers de San Francisco.
Pese a que el joven mariscal sufrió recientemente una lesión en el pie y una conmoción cerebral, ha tenido dos semanas de descanso para volver a inquietar con su socios, el ala cerrada Travis Kelce y el receptor abierto Tyreek Hill.
De ganar el domingo los Chiefs se convertirán en el primer equipo que revalida el título en 16 temporadas. Los New England Patriots fueron bicampeones en 2004 y 2005, periodo que coincidió con el comienzo de la sensacional carrera de Brady, quien este domingo jugará su décima final y ya levantó seis veces el Super Bowl.
El equipo de Tampa Bay también busca su segundo título después de 18 años de espera. El primero lo lograron en 2003. Por las manos de Brady pasan las esperanzas de los Buccaneers.
La victoria de uno o de otro incidirá definitivamente en el posicionamiento de los mariscales, separados por 22 años.
El duelo entre Brady y Mahomes ya ha sido promocionado como uno de los mejores de todos los tiempos en el Super Bowl, que será visto en las tribunas apenas por unos 22.000 espectadores.
Aún con pandemia, con restricciones rigurosas, sin la pompa y espectacularidad de cada año, la NFL tiene motivos para celebrar por lo alto el esfuerzo para continuar el show y garantizar la continuidad del máximo evento deportivo del año en Estados Unidos.
El espectáculo del medio tiempo será encabezado por el estelar canadiense The Weeknd que, según informaciones, se ha gastado USD 7 millones para la puesta en escena de su presentación.
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