Martes, 23 de abril de 2024

Bolívar Ruiz: "El fútbol nunca fue un juego para mí"

Autor:

Martha Córdova

Actualizada:

17 Jul 2022 - 0:04

Recorrer el estadio Olímpico Atahualpa le trajo muchos recuerdos. En esa cancha disputó varios partidos con la casaca de Liga: duelos históricos contra Deportivo Quito, Barcelona y El Nacional.

Bolívar Ruiz con una histórica camiseta de Liga de Quito en el estadio Olímpico Atahualpa, el 7 de julio de 2022.

Autor: Martha Córdova

Actualizada:

17 Jul 2022 - 0:04

Bolívar Ruiz con una histórica camiseta de Liga de Quito en el estadio Olímpico Atahualpa, el 7 de julio de 2022. - Foto: Armando Prado

Recorrer el estadio Olímpico Atahualpa le trajo muchos recuerdos. En esa cancha disputó varios partidos con la casaca de Liga: duelos históricos contra Deportivo Quito, Barcelona y El Nacional.

"Llegué a entrenar en Liga, cuando en sus filas estaban Walter Maeso, Ramiro Tobar, Jorge Tapia, Polo Carrera, Luis De Carlo", recuerda Bolívar Ruiz, el futbolista que debutó en el fútbol siendo adolescente y se retiró solo con 31 años de edad.

Su historia con el balón no superó los 14 años en el fútbol profesional, pero dejó huella por su liderazgo, su defensa por los derechos de los futbolistas y por su incansable derroche de compromiso con el fútbol bien jugado.

El fútbol nunca fue un juego para mí. Fue una forma de vida. Me enseñó disciplina, amor, confraternidad, solidaridad porque es de los deportes que más une a la sociedad.

Bolívar Ruiz, exfutbolista

Bolívar Ruiz se formó en las filas del popular colegio Mejía, donde conoció al entrenador César Muñoz, exjugador de Liga.

Muñoz era el entrenador de la selección colegial y fue quien lo motivó a jugar de manera profesional.

"Él cambió los horarios de los entrenamientos en Liga para que pudiera asistir. Me recogía en el colegio y me llevaba al parque de La Carolina. Me llevaba a su casa, me brindaba un refrigerio y yo regresaba a clases, porque antes estudiábamos en la mañana y en la tarde", recuerda con afecto.

Siguió esa rutina por años, pues sus padres no aprobaban la idea de que quisiera dedicarse al fútbol.

Ellos soñaban ver a su hijo con un título de la Universidad Politécnica Nacional, mientras que su entrenador lo formaba como futbolista con las figuras de Liga en 1975.

El DT Muñoz lo hizo debutar primero en América en 1977, cuando el equipo 'cebollita' deslumbraba en el fútbol nacional e internacional. "Nunca pensé que iba a ser futbolista", dice Ruiz.

Pasó luego al 9 de Octubre, donde solo le bastaron tres meses de fútbol para convertirse en capitán.

Tuvo como compañeros a importantes jugadores, como el brasileño Jairzinho, quien ganó el Mundial de 1970 jugando con el legendario Pelé.

"Compartí equipo con Pepe Paes, Wilfor Párraga, Osni de Oliveira, Roberto Aparecido. Eran tiempos cuando triunfar en Guayaquil, para un futbolista de la Sierra, era difícil", piensa en voz alta.

Su liderazgo inconfundible le permitió llegar, en 1983, a Liga de Quito de manera oficial. La transferencia fue posible por las recomendaciones de César Muñoz y del entrenador colombiano Leonel Montoya.

Regresó de nuevo a Quito y al estadio Olímpico Atahualpa, que era la casa del conjunto albo –antes de la construcción del estadio Rodrigo Paz- y que le había visto nacer como futbolista en 1977.

En el coloso de El Batán enfrentó verdaderos duelos. Como zaguero tuvo que vérselas con los goleadores de El Nacional: Fabián Paz y Miño, Ermen Benítez y Vinicio Ron.

En los juegos contra Barcelona soportó las arremetidas del fornido Lupo Quiñónez y, además, enfrentó al espigado 'flaco' López cuando venía con el Everest.

"Recuerdo el partido que le ganamos al Deportivo Quito. Me abrieron la ceja. No veía la sangre, por eso quería seguir jugando. El árbitro Adolfo Quirola me dijo: "Bolívar, tiene que salir".

"Le respondí que estaba bien. Me repitió y me advirtió, que si no salía me expulsaba". Ese día le dieron 12 puntos de sutura.

Bolívar Ruiz jugó el fútbol profesional de los años 80, cuando en el estadio Atahualpa se organizaban tripletas desde las 08:00 y el boleto a la general costaba 80 sucres, la moneda nacional que desapareció en el año 2000.

No recuerda en especial ningún gol de la treintena que marcó en su carrera profesional. "Fueron algunos, le hice goles a Barcelona, a El Nacional, a Liga de Portoviejo", agrega.

Pero un gol inolvidable para la hinchada blanca fue el que marcó en la portería de Deportivo Quevedo.

Liga sumaba ya 40 partidos sin ganar en condición de visitante desde 1982 hasta ese 15 de septiembre de 1984, cuando ganó 2-0 en Quevedo con goles de Bolívar Ruiz y Raúl Corrella.

Ese año, Ruiz también convirtió dos goles más en el clásico contra Aucas. Según la estadística que le entregaron, él es el segundo defensa con más goles en la historia de Liga de Quito, superado solo por Carlos Espínola.

Bolívar Ruiz fue capitán y figura de Liga de Quito en los años 80.

Bolívar Ruiz fue capitán y figura de Liga de Quito en los años 80. 

Su carrera concluyó cuando pasó a Deportivo Quito. Tenía 31 años y la directiva de entonces le pidió bajar los costos de su contrato.

La petición se extendió a otros seis jugadores por la situación crítica que atravesaba el club. "Me pidieron que, como capitán, aceptara".

Dejó el equipo y sus seis compañeros también, "pero después de una semana ellos regresaron, yo no, porque la palabra vale más". Así le puso punto final a su vida profesional, aunque hubiese podido jugar unos tres o cuatro años más.

El fútbol, que tanto adora, le permitió jugar en tres ocasiones con la Selección. Allí tuvo como entrenador a otro histórico del balompié nacional, Ernesto Guerra.

Bolívar Ruiz participó de aquel histórico partido cuando Ecuador empató con Argentina, en Buenos Aires.

Fue el 10 de agosto de 1983 cuando el árbitro boliviano Óscar Ortubé alargó 14 minutos, tiempo adicional en el que el seleccionado argentino anotó el empate para el 2-2 final.