Viernes, 19 de abril de 2024

Daniel Néculman en su nueva faceta: explicar cómo se marcan goles

Autor:

Martha Córdova

Actualizada:

12 Feb 2023 - 5:27

El argentino-ecuatoriano Daniel Néculman es el nuevo asistente técnico de Universidad Católica y trabaja junto al director técnico español Igor Oca.

Daniel Néculman

Autor: Martha Córdova

Actualizada:

12 Feb 2023 - 5:27

Daniel Néculman sonríe en el Complejo de la Armenia, en donde entrena Universidad Católica. - Foto: Armando Prado

El argentino-ecuatoriano Daniel Néculman es el nuevo asistente técnico de Universidad Católica y trabaja junto al director técnico español Igor Oca.

Daniel Alberto Néculman cambió su puesto en el fútbol. Ya no es ese delantero arrollador, que pisaba el área rival sediento de marcar goles. Hoy ocupa una silla en la banca técnica, aprendiendo a mirar el fútbol desde otra óptica.

Su 1,80 metros de estatura y su fornida estampa le permitieron estar vigente durante 20 años.

Jugó en Huracán de Comodoro, Deportivo Madryn, Ferro Carril Oeste de Argentina; Santa Fe y Deportivo Pereira, de Colombia; Sporting Cristal, de Perú; Unión Temuco y Naval, de Chile; Blooming de Bolivia; y Mérida FC de México.

Néculman llegó al fútbol ecuatoriano en 2007 para jugar en Deportivo Imbabura. Alternó en clubes de la Costa y la Sierra. Jugó en la Primera A y la Primera B: Olmedo, Liga de Portoviejo, River Ecuador, Guayaquil City, Atlético Porteño, Deportivo Cuenca y su último club fue Cumbayá, al que lo dejó en la Serie A.

La mejor temporada fue en 2013, cuando convirtió 29 goles con Olmedo, en la Serie B. Le hizo un triplete al Deportivo Azogues y alcanzó un récord de seis goles en un mismo partido: ante el Municipal de Cañar.

En la Primera A, Néculman fue el segundo mejor goleador del torneo con 22 goles jugando para River Ecuador. Le superó Miller Bolaños (25) de Emelec.

En 2021, con 36 años, comunicó su decisión de poner fin a su carrera. Y en enero de 2022 inició su etapa como asistente técnico. En noviembre último, Universidad Católica le dio la bienvenida al club como asistente del entrenador Igor Oca.

¿Cómo ha sido la transición de dejar la cancha e instalarse en la banca técnica?

Ha sido buena, después de tomar la decisión de retirarme vino rápida la posibilidad de trabajar en el fútbol nuevamente. El cambio no fue tan brusco y mi experiencia me ayudó mucho para insertarme nuevamente en lo que hoy estoy haciendo, desde la parte técnica.

¿Cómo se fue preparando para el día del retiro?

A mí me tomó estudiando la carrera de entrenador. Empecé en 2020 cuando fiché para Deportivo Cuenca, a paso seguido se vino la pandemia que fue algo extremo para todos. A mí me permitió contar con tiempo para meterme de lleno en los estudios. En dos años pude terminar la carrera mientras seguía jugando. Luego tomé la decisión de retirarme del fútbol.

¿Es preferible dejar al fútbol y no que el fútbol le deje?

Es la realidad. Con 35 o 36 años, ya no era lo mismo. En Deportivo Cuenca alterné mucho, era más útil dentro del vestuario como me pasó en el Cumbayá, el último año. Sentía que ya tenía que dejarlo, que no era necesario forzar más allá de lo que mi condición física me permitía. Me retiré en el momento justo.

¿Hizo todo lo que se propuso en su carrera de 20 años como futbolista?

Soy un agradecido con Dios por darme la oportunidad de haber sido futbolista. A mis padres, que estuvieron conmigo desde el comienzo de mi carrera, desde temprana edad. A mi esposa que en los últimos 11 años me acompañó a todo lado. Puedo decir que cumplí con el sueño de niño de ser futbolista profesional.

¿Dónde estudió su carrera como director técnico?

En la escuela de César Luis Menotti en Argentina, a distancia. Por la trayectoria como futbolista pude hacerla en menos tiempo, no con privilegios, pero sí con posibilidades de poder terminarla en dos años. Me recibí de entrenador y me retiré del fútbol.

¿Cómo fue ese primer año como entrenador o como miembro de un cuerpo técnico?

En enero de 2021 fui a Independiente Juniors (filial de Independiente del Valle) como asistente técnico de Miguel Bravo. Ese año llegó al club el profesor Igor Oca a trabajar como jefe de todo el departamento de fútbol. Fue una de las personas que me vio trabajar. En noviembre se dio la posibilidad de venir a Universidad Católica.

¿Cómo ha sido esta primera parte del trabajo en Universidad Católica?

Espectacular. Nos encontramos con gente muy buena, con dirigentes predispuestos a sumar y hacer cosas buenas, desde las categorías formativas hasta el plantel de primera división, vamos por buen camino.

¿Se identifica con la filosofía del club, enfocado más en el deportista que en el deporte?

Fue uno de los puntos más importantes que encontré y queremos seguir sumando. Es un club con un trabajo integral en todos los ámbitos. Hay mucha conexión entre todos. No es que el primer equipo marcha por un lado y no hace partícipe al resto. Hay buena camaradería, queremos reforzar lo que ha venido haciendo el club en los últimos años.

¿Cómo exgoleador habla mucho con los delanteros de la Universidad Católica?

Tratamos siempre de topar puntos generales en diferentes puestos. Tenemos un plantel muy bueno, muy rico en calidad humana y siempre estamos conversando con los delanteros. Tanto Martínez Borja como Cristian Colman son dos delanteros fenomenales. Como conocedores de la posición, tratamos de aportar desde nuestro puesto.

¿Cuál es su objetivo este año?

Aprender, sumar experiencias. Igor Oca es una persona muy especial, que me ha ayudado mucho, espero seguir creciendo junto a él.