Jueves, 25 de abril de 2024

Kevin Minda y su alineación ideal: papás, hija y entrenadores

Autor:

Martha Córdova

Actualizada:

11 Sep 2022 - 5:29

Dejó la casa materna, en Ibarra, con solo 11 años, porque quería ser futbolista, como su padre. Lleva cinco temporadas como profesional y este año quiere ser campeón con Universidad Católica.

Kevin Minda, durante un entrenamiento de Universidad Católica, el 17 de agosto de 2022.

Autor: Martha Córdova

Actualizada:

11 Sep 2022 - 5:29

Kevin Minda, durante un entrenamiento de Universidad Católica, el 17 de agosto de 2022. - Foto: Armando Prado

Dejó la casa materna, en Ibarra, con solo 11 años, porque quería ser futbolista, como su padre. Lleva cinco temporadas como profesional y este año quiere ser campeón con Universidad Católica.

Kevin Minda es un luchador. Siempre lo ha sido: en la cancha lo demuestra con temperamento y decisión. En la vida también, porque no siempre hubo comodidades en casa.

“Mis padres se divorciaron y fuimos a vivir con mi madre y mi hermano, en casa de mis abuelitos”, cuenta el volante central del conjunto ‘camaratta’, que en tres años se ha convertido en un referente del plantel.

Se formó en Liga Deportiva Universitaria. Estuvo desde la Sub 12 hasta la Sub 18, Reserva y Primera A. Fue campeón nacional en 2018 y campeón de la Copa Ecuador en 2019.

En la temporada 2020 pasó a Universidad Católica y tiene contrato hasta 2023.

Kevin Minda armó la alineación titular de su vida, donde la familia, ocupa el lugar más especial.

Mamá: “Es alguien fundamental en mi vida. Me enseñó a luchar y a ser la persona que soy ahora”, dice de doña Monserrat Ruales.

Abuelito: “Me inculcó todos los valores, me enseñó a ser buena persona, a que hay que esforzarse para lograr lo que uno se propone en la vida. Nos educó a la antigua, con él, aprendías o aprendías”. Habla así de don Homero Ruales, su abuelito materno con quien vivió gran parte de su niñez.

Hermano: “Es mi motivación para hacer lo mejor posible en el fútbol. Quiero que él se supere y que cumpla sus sueños de jugar en un club de primera división”. Se refiere así a Santiago Mina, quien ha jugado en la Reserva de Delfín de Manta y este año en Leones del Norte, de Ibarra.

Papá: “De él heredé el amor por el fútbol, está en mis genes, en la sangre. Me enamoré de este deporte desde que vi jugar a mi papá, siempre me llevaba a los estadios”. Freddy Minda fue futbolista en el club Dos de Marzo de Imbabura, estuvo muy cerca de fichar por Liga de Quito pero no se concretó nada. Falleció hace dos años.

Hija: “Es mi motivación para levantarme cada día y esforzarme al máximo. Con ella aprendo algo todos los días, porque quiero ser un buen padre. Los momentos que paso a su lado son especiales y antes de cada partido pienso en ella para superar las barreras que tengo”.

Keimy nació hace un año y ocho meses y es el motor de su vida. Le gusta salir pronto de las prácticas para pasar tiempo en las tardes con su pequeña.

Álex Salas: “Es otro papá para mí. Me ayudó para hacer del fútbol una profesión. Mi familia era de bajos recursos y cuando no había dinero para comprar zapatos, él lo hacía. Me llevaba a jugar los campeonatos interescolares, me compraba los uniformes. A él se le ocurrió la idea de que viniera a Quito a probarme en Liga al terminar el sexto grado”.

Se conocieron cuando Álex Salas era su profesor de educación física en la escuela Velasco Ibarra, donde se educó Kevin Minda en Ibarra. Abrió la Escuela de fútbol Santa Fe, muy conocida a nivel nacional. “Los dos venimos de abajo, y ahora la vida le ha premiado a él también. Se lo merece, porque él ha ayudado a muchos chicos en Ibarra”.

Pablo Repetto: “Fue el técnico que me hizo debutar en primera división. Fue un sueño hacerlo en Liga y ganar el título nacional en 2018. Antes del ‘profe’ Repetto estuvieron otros técnicos con quienes también entrené: Luis Zubeldía y Gustavo Munúa, por ejemplo”.

Kevin tiene agradecimiento por Liga de Quito porque ahí “me abrieron las puertas al fútbol profesional, ahí culminé mis estudios secundarios. Estuve 10 años en el equipo”.

Facundo Martínez: “Es un privilegio jugar a su lado, es un compañero ejemplar. Me ha brindado sus conocimientos dentro y fuera de la cancha. Trabaja como si tuviera 18 años, es el primero en llegar y el último en irse, es por eso que cada semana nos brinda unos partidazos”.

Agradece a su ‘Capi’, como le dice, toda la paciencia, confianza y generosidad que le brindó para que se acoplara lo más pronto al equipo.

Santiago Escobar: “Es una persona maravillosa en mi vida por todas las enseñanzas que me brindó. Me cambió de posición, de defensa a mediocampista. Él me dio las herramientas para pelear el puesto en esa posición”.

Fue el entrenador que aprobó su contratación para Universidad Católica. De Kevin Minda, el entrenador colombiano siempre destacó condición de líder.

Miguel Rondelli: “Es una persona que admiro, no le tiene miedo a nada. Llegó a Universidad Católica en un momento complicado y desde entonces nos brinda todo su conocimiento. Es un entrenador muy bueno para todo el grupo de jugadores; con él estamos peleando siempre en las primeras posiciones”.

Con el DT Rondelli, Kevin Minda es fijo en las alineaciones, lleva 21 partidos en el campeonato nacional y 9 cotejos más en Copa Libertadores y Copa Sudamericana, solo este año.

Kevin Minda: “Es alguien que viene luchando desde muy abajo, que ha tenido que pasar por situaciones buenas y malas para estar aquí. Antes de salir a la cancha me miro al espejo, me digo eres tú, demuestra en la cancha lo que sabes hacer. Siempre quiero corregir para ser mejor persona y un buen profesional”.

El volante central de Universidad Católica se incluyó en la lista de estos 11 nombres. Está próximo a cumplir 24 años; ha cumplido varias metas como haber jugado con la Selección de Ecuador los Mundiales Sub 17 y Sub 20.

El objetivo a corto plazo es ser campeón con el conjunto ‘camaratta’ este noviembre y el próximo año buscar un lugar en la Selección mayor.