Jueves, 25 de abril de 2024

Autor:

Felipe Larrea

Actualizada:

15 Jul 2022 - 0:05

Alejandro Villagómez triunfa en Europa y sueña con París 2024

Es el único luchador ecuatoriano con un contrato vigente en la Bundesliga de Alemania y la Liga de Irán, dos de las más potentes del mundo. También ha competido en Rusia y Turquía. Su objetivo es representar a Ecuador en París 2024.

Alejandro Villagómez lucha

Autor: Felipe Larrea

Actualizada:

15 Jul 2022 - 0:05

Alejandro Villagómez (derecha) se impone en un combate en la Bundesliga de Alemania, en septiembre de 2021. - Foto: Cortesía

Es el único luchador ecuatoriano con un contrato vigente en la Bundesliga de Alemania y la Liga de Irán, dos de las más potentes del mundo. También ha competido en Rusia y Turquía. Su objetivo es representar a Ecuador en París 2024.

Alejandro Villagómez tiene 28 años y atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera. En junio de este año regresó de Irán, donde disputó tres combates ante los mejores del mundo y puso a prueba su potencial.

La intención del quiteño era ganar todas las peleas, para firmar un contrato con la liga de ese país por 12 combates. Cumplió su objetivo: derrotó a sus tres rivales de forma ajustada y deslumbró con su técnica y movimientos.

El desgaste fue altísimo. El deportista vomitó al finalizar una de las peleas por la intensidad del combate. Pero el esfuerzo valió la pena. Eso le permitió hacer un campamento con uno de los mejores luchadores olímpicos de la actualidad.

El nivel de Villagómez creció en los últimos tres años gracias a sus entrenadores Saeid Dadashpour y Duman Bultrikov. También por el roce internacional que adquirió en competencias en Alemania, Rusia y Turquía.

En 2020, el ecuatoriano viajó a Nuremberg, Alemania, para visitar a la familia de su esposa. La necesidad de entrenar y darse a conocer le hizo visitar un club de lucha en esa ciudad. Sabía que podía dar la sorpresa.

En un entrenamiento, se enfrentó al campeón europeo de su misma categoría (97 kilogramos) y lo venció con autoridad. Desde allí llamó la atención de entrenadores y de los propios luchadores.

Por el talento que mostró, las autoridades del club le pidieron que luche por la Bundesliga y le ofrecieron un contrato, que finalmente se retrasó un año por la pandemia del Covid-19.

Alejandro Villagómez (primer puesto) junto a su entrenador Duman Bultrikov, en la Spartakiada Mundial en Rusia.

Alejandro Villagómez (primer puesto) junto a su entrenador Duman Bultrikov, en la Spartakiada Mundial en Rusia. Cortesía

"Luché en las competencias más difíciles y siempre tuve buenos resultados. Todos me trataron muy bien. Me pagaban los vuelos a mí y a mi familia, viáticos, comida, hospedaje. Ha sido la mejor experiencia", le contó Villagómez a PRIMICIAS.

Paralelamente, recibió la llamada de uno de sus mejores amigos del mundo de la lucha, quien le ofreció competir en la Spartakiada Mundial, una prestigiosa competencia que se desarrolla entre luchadores de los países soviéticos.

Su amigo tenía contactos en la Federación rusa y por eso se abrió esa posibilidad. "No lo pensé dos veces y me fui. Estaba muy motivado. Sentí que era la cereza del pastel a todo lo que me estaba pasando".

Villagómez se proclamó campeón de la Spartakiada con una actuación solvente. Tuvo cuatro combates y ganó todos. En la final, derrotó al tercer mejor luchador del campeonato mundial. "Fue algo hermoso".

Sin apoyo en Ecuador

A pesar de que ha cosechado varios títulos nacionales con la selección de Pichincha, Alejandro Villagómez no ha recibido suficiente apoyo de la Federación Ecuatoriana ni del Ministerio del Deporte. Esa fue una de las razones por las que salió al exterior.

"Las potencias de la lucha como Alemania, Rusia e Irán me dan todo. Y en mi país, que tanto amo, no tengo nada. Es un poco triste, porque he demostrado mucho trabajo y compromiso. Nadie ha logrado los mismos resultados en Europa ni Asia".

El luchador confiesa que existen entrenadores y dirigentes ecuatorianos "que han intentado ponerle el pie en el camino".

Incluso, afirma que en el Preolímpico rumbo a Río 2016, en Estambul, le pidió a la Federación que le permita luchar. Tuvo el visto bueno; viajó a Europa y cuando llegó al lugar de competencia, los organizadores le dijeron que estaba registrado en la lista, pero que no se pagó la inscripción a tiempo.

Eso fue un golpe anímico muy fuerte para Villagómez, porque además iba a pelear ante un chino al que ya lo había vencido tres meses antes por superioridad técnica. "Sentí una gran impotencia porque sabía que podía ganar y clasificar a los Juegos Olímpicos", relató.

Ahora, espera entrar en el nuevo Plan de Alto Rendimiento y que la Federación lo tome en cuenta para integrar la selección nacional para los Juegos Sudamericanos de Asunción, que se llevarán a cabo del 1 al 15 de octubre.

Su principal objetivo es clasificarse a los Juegos Olímpicos de París 2024 y representar de la mejor forma a Ecuador.

Sus inicios

Alejandro Villagómez empezó en la lucha a los 13 años, pero desde los seis ya se inclinó por deportes como el judo, taekwondo y el boxeo.

Estuvo motivado por su padre, quien le insistía en que debía ser un hombre fuerte "en todo sentido", no solo físicamente, sino también en lo mental. Siempre lo empujó a hacer cosas que requerían esfuerzo y dedicación.

Además, cuenta, entre risas, que era "peleón" en el colegio. Pero que con el tiempo se controló y reservó sus mejores golpes para los torneos. "Mi madre tiene ascendencia de medio oriente, por eso el 50% de mí es más combativo. Lo llevo en la sangre".

Villagómez se convenció de su pasión por la lucha cuando viajó a Estados Unidos para estudiar la secundaria. Los primeros meses estuvo con una familia de intercambio y sucedió algo que nunca lo va a olvidar.

"Mis hermanos de intercambio eran luchadores. Fuimos a una fiesta y empezamos a discutir con un chico, quería pelear y le tiré al piso. Todos se sorprendieron y les conté mi historia. Llamaron a su entrenador y allí empecé".

Por algunos inconvenientes familiares, en una época vivió entre Estados Unidos y Ecuador. Pero pasaba más tiempo en el extranjero, porque tenía más posibilidades de pelear y acumular ritmo de competencia.

Actualmente, Villagómez cuenta con su propia escuela de lucha olímpica en Quito y también un negocio con su madre.

Permanecerá en el país hasta mediados de agosto y después competirá en la Bundesliga en septiembre, a la espera de asistir o no a los Juegos Sudamericanos.

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