Miércoles, 24 de abril de 2024

La dieta mediterránea previene enfermedades recurrentes en Ecuador

Autor:

Redacción Comercial

Actualizada:

22 Jul 2020 - 10:24

Enfermedades cerebrovasculares, de hipertensión y del corazón están entre las principales causas de muerte de los ecuatorianos, según el INEC. La dieta mediterránea es una opción para prevenir y tratar estas dolencias, por eso la UIDE tiene un proyecto para adaptarla a la realidad ecuatoriana.

Autor: Redacción Comercial

Actualizada:

22 Jul 2020 - 10:24

Enfermedades cerebrovasculares, de hipertensión y del corazón están entre las principales causas de muerte de los ecuatorianos, según el INEC. La dieta mediterránea es una opción para prevenir y tratar estas dolencias, por eso la UIDE tiene un proyecto para adaptarla a la realidad ecuatoriana.

Esta dieta recoge la herencia alimenticia de las poblaciones del Mediterráneo, como Grecia, por ejemplo. En estas zonas las personas tienen una menor prevalencia de enfermedades y eventos cardiovasculares. De hecho, los investigadores se platearon por qué ocurría esto y observaron que estaba relacionado con el patrón de alimentación.

Según la Fundación Dieta Mediterránea, esta forma de alimentarse es más que una pauta nutricional rica y saludable. También engloba aspectos culturales como celebraciones, costumbres, productos típicos, entre otros.  Por esta razón, en 2010, la Unesco la incluyó en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Los pilares de la dieta mediterránea

Los pilares de la dieta mediterránea

La característica principal de la dieta mediterránea es el uso de aceite de oliva, que es un tipo de grasa monoinsaturada.  Además promueve un consumo de alimentos de acuerdo con los siguientes patrones:

  • Elevado: frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
  • Moderado:  carnes de aves, pescados, lácteos, yogurt, huevos y vino tinto (no más de la mitad o tres cuartos de copa).
  • Bajo: carnes rojas, alimentos procesados, dulces, pasteles y bebidas azucaradas.

Un patrón alimenticio que promueve la buena salud

Partiendo de que cualquier patrón alimenticio debe ser primero recomendado por un especialista, esta dieta respalda su efectividad con varios estudios científicos. Tal es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la recomienda como protectora de enfermedades cardiovasculares.

A esto se suma el estudio Predimed 1, que demostró una reducción del 30% en el riesgo de infarto, embolia o mortalidad por enfermedad cardiovascular.

Entre los expertos a favor de esta dieta está Julieta Robles, directora de la Escuela de Nutriología de la Universidad Internacional del Ecuador. “Se ha visto que también interviene positivamente en el sobrepeso y en la obesidad; ayuda y controla la diabetes y la hipertensión arterial”, explica.

Según Robles, esta dieta también es beneficiosa para las personas que padecen depresión.  Esto sucede porque promueve el consumo de pescado y nueces, mejoran los niveles de serotonina, conocida como “la hormona de la felicidad”.

La UIDE adapta la dieta mediterránea a la realidad de Ecuador

En el país, la dieta mediterránea puede resultar muy eficaz si se considera que ayuda a prevenir enfermedades cerebrovasculares, de hipertensión y del corazón que están entre las 10 principales causas de muerte de los ecuatorianos.

Sin embargo, este patrón alimenticio puede resultar costoso, ya que plantea un elevado consumo de aceite de oliva (al menos tres cucharadas en ensaladas).  A esto suma que ciertos alimentos no están ampliamente disponibles en el país. 

"Estamos adaptando una pirámide de dieta mediterránea apegada a la realidad de Ecuador y diseñada especialmente para las necesidades de cada paciente"

Julieta Robles, directora de la escuela de Nutriología de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE).

Por eso, la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), desde su Escuela de Nutriología, propone ciertas adaptaciones para que esta forma de alimentación sea más viable.

Entre las principales adecuaciones están la sustitución del aceite de oliva por el de aguacate y la inclusión de semillas de girasol, pepas de zambo y maní.  “Estamos adaptando una pirámide de dieta mediterránea apegada a la realidad de Ecuador y diseñada especialmente para las necesidades de cada paciente que forma parte de este estudio”, comenta Robles.