Miércoles, 24 de abril de 2024

Una buena alimentación empieza con un desayuno nutritivo

Autor:

Redacción Comercial

Actualizada:

9 Sep 2020 - 6:00

Autor: Redacción Comercial

Actualizada:

9 Sep 2020 - 6:00

Los niños no van a la escuela, pero deben continuar su aprendizaje y sus rutinas en casa. Por eso, entre otras cosas, el foco está en lo que deben comer para continuar su proceso de crecimiento y rendir en las clases. Le damos algunas pistas para la primera y la más importante comida del día.

En términos generales, los niños deben tener una alimentación suficiente, completa, equilibrada y variada. Esto quiere decir que cubra todas sus necesidades de nutrientes de acuerdo con su edad, su sexo y su actividad física.

Además, debe tener todos los micro y macronutrientes.  Los carbohidratos le dan energía; las proteínas intervienen en el proceso de crecimiento y metabólico del niño; y las grasas que forman parte de sus membranas celulares. Finalmente, las frutas y legumbres son las responsables de aportar las vitaminas para su desarrollo.

Los  beneficios de la Cocoa y la Malta

Los beneficios de la Cocoa y la Malta

La cocoa es un alimento muy beneficioso para los niños, porque contiene una amplia gama de nutrientes beneficiosos para su desarrollo.

Bebidas como Milo, contienen también malta, la cual les aporta la energía que ellos necesitan.  Además tiene vitaminas C, D, B2, B3, B6, y minerales como fosforo, calcio y hierro.

El desayuno es la pieza clave

Al ser la primera comida del día es muy importante, porque le da al niño la energía que requiere para empezar su día.  Un desayuno nutritivo incluye carbohidratos, fruta, proteína y lácteos como leche o yogurt.  Estos últimos son fundamentales, porque tienen calcio que es importante para el fortalecimiento de los huesos y el proceso de crecimiento.

Cabe tener en cuenta que al levantarse los niños han tenido un período de ayuno de alrededor de 12 horas.  Por eso necesitan consumir alimentos para obtener energía.  Si no comen nada entonces van a tener un menor rendimiento escolar, se van a sentir débiles y cansados, y no va a tener el mismo nivel de atención de los otros compañeros que sí están desayunando.

“A largo plazo, los efectos de saltarse el desayuno son sobrepeso, obesidad y aumento del riesgo cardio metabólico”, recalca Julieta Robles, Directora de la Escuela de Nutriología de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE). 

¿Cómo lograr éxito en la primera comida?

Es un error intentar darle de desayunar a un niño que aún no está activo; es decir, que aún no se ha despertado del todo.  Por eso el éxito de la primera comida va a depender de los hábitos que se formen desde la hora en la que el niño se acuesta, en la noche anterior.  De tal manera que, al día siguiente, una vez que ha descansado adecuadamente, se ha vestido y se ha lavado los dientes estará en condiciones de tomar sus alimentos.

Además, es importante servirle porciones adecuadas. Hay niños que no desayunan porque se ven frente a una comida muy copiosa, igual o similar a la de un adulto. 

En este camino a un desayuno exitoso es importante la forma en la que se presenta.  Es decir que además de saber rico, tiene que verse entretenido.  "Hacer una carita feliz con el pan, formar figuras con las frutas y servir en un plato vistoso son algunos trucos que suelen dar buenos resultados”, recomienda Robles. 

La importancia de crear hábitos

Crear una rutina para generar hábitos de alimentación saludable en los niños es indispensable.  Quizá no sea un proceso muy rápido y al principio cueste un poco, pero es muy beneficioso porque le sirve para toda la vida. 

De hecho, los buenos hábitos de nutrición deben constituirse en la infancia, porque se modifican muy poco en los años posteriores.  Así lo menciona el sitio pediatriaintegral.es, de la Sociedad Española de Pediatría.

La conocida frase de que los niños hacen lo que ven aplica también en el ámbito de la alimentación.  Por eso, los especialistas recomiendan que los niños compartan la mesa con sus padres y que estos a su vez mantengan una buena nutrición, de acuerdo con horarios y sin saltarse las comidas.