El acné no es un problema grave de salud, pero sí una condición que en muchos casos dejan secuelas emocionales y físicas. Es costumbre que quienes están atravesando por esta enfermedad tengan ideas erróneas sobre el acné.
El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel, en la que los poros donde nacen los vellos, llamados folículos pilosos, se taponan con grasa y pueden causar seis tipos de acné:
- Pápulas: Grano pequeño y sólido.
- Pústulas: Granos similares a ampollas, llenos de pus.
- Nódulos: Lesiones severas y duras sin pus, pero que pueden dejar cicatrices profundas.
- Lesiones císticas: Muy frecuentes tras la exposición solar sin la protección adecuada.
- Puntos blancos y puntos negros (comedones): Pequeños bultos sensibles en la piel, a menudo llenos de pus.
Esta enfermedad no es un problema grave de salud, pero sí una condición que puede dejar secuelas emocionales y físicas si no es tratada a tiempo.
Según María Alvear, médico tratante del área de dermatología del Hospital General Docente de Calderón, dice que uno de los problemas mas habituales es la tendencia a reventar o manipular lo granos.
Esta acción, dice, puede ocasionar un daño progresivo, pues al no haber una correcta higiene provoca infecciones que pueden convertirse en cicatrices o manchas en la piel.
PRIMICIAS conversó con la dermatóloga María Alvear, quien aclara algunos mitos y verdades en torno a esta enfermedad:
Mito: Afecta más a las mujeres que a los hombres
Mito: Solo afecta a los adolescentes
Mito: Es hereditario
Mito: El chocolate empeora la enfermedad
Mito: La pasta de dientes elimina los brotes
Mito: No se debe maquillar una piel con grano
Mito: Lavarse la cara con frecuencia reduce el acné
Verdad: Deja marcas definitivas
Mito: Es contagioso
Verdad: Se relaciona con una dieta desequilibrada
A continuación Cristina Villamarín, cosmetóloga sugiere algunas recomendaciones para prevenir los brotes y tener una piel sana.