Jueves, 25 de abril de 2024

23.000 universitarios abandonan cada año la educación superior

Autor:

Jonathan Machado

Actualizada:

2 Dic 2019 - 0:05

senescyt

Autor: Jonathan Machado

Actualizada:

2 Dic 2019 - 0:05

El sistema de educación superior ecuatoriano se enfrenta a una paradoja: cada año 133.000 jóvenes que quieren ingresar a la universidad pública no lo logran, mientras que de los que sí lo lograron, 23.000 optan por desertar del sistema.

Las causas son variadas, según Agustín Albán, titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt): la falta de formación durante la educación secundaria, hasta jóvenes que abandonan su formación por razones económicas.

Incluso, estudiantes que optaron por carreras típicas por falta de conocimiento de la existencia de carreras no tradicionales.

Según Albán, la oferta universitaria en Ecuador está compuesta por 2.037 carreras, pero el 60% de los aspirantes sigue optando por 20 carreras tradicionales.

Albán llegó a Senescyt el 3 de julio de 2019. En una entrevista con PRIMICIAS asegura que entre sus principales objetivos están modernizar la educación superior e impulsar la utilización de la tecnología en las universidades, sobre todo en las públicas.

Uno de los temas más polémicos es el examen de ingreso a la universidad pública, conocido como Ser Bachiller, e implementado en 2012 como uno de los principales requisitos de acceso a la universidad.

A este examen se suma el promedio de calificaciones que los estudiantes obtienen desde octavo año de educación básica hasta tercero de bachillerato.

Hasta 2019, el Ser Bachiller tuvo un peso del 85%, frente al 15% del promedio de calificaciones. Desde el próximo año, el gobierno cambiará los porcentajes, aduciendo que busca brindar más oportunidades de acceso a estudiantes de zonas rurales y provincias que no sean Guayas, Pichincha o Azuay.

Además, ya no serán 155 preguntas sino 120, que deberán ser resueltas en dos horas y media y no en tres.

Según Albán, los cambios en la prueba Ser Bachiller se dieron porque también hay estudiantes que obtienen altas calificaciones en el examen, pero su rendimiento en la universidad no siempre es satisfactorio.

Universidades con menos recursos

La Universidad Central, la de Guayaquil, del Litoral y la Escuela Politécnica Nacional vieron reducido su presupuesto en USD 37 millones para 2020.

Albán dice que la Universidad de Guayaquil recibirá USD 10 millones menos, de los USD 170 millones que necesita cada año. La Universidad del Litoral tendrá USD 77 de los USD 81 que recibía, mientras que el presupuesto la Escuela Politécnica Nacional pasará de USD 64 millones a USD 59 millones.

La Universidad Central tendrá USD 160 millones de los USD 168 millones que manejaba. Estás son las razones, según Albán:

El funcionario dice que las universidades como Yachay e Ikiam -que fueron calificadas como emblemáticas por el gobierno de Rafael Correa- deben dejar de usar ese nombre para ser parte del marco regulatorio que controla a todas las universidades.

También dice que en 2020 la universidad indígena recibirá a sus primeros estudiantes aunque aún se desconocen la malla curricular que tendrá y el lugar en el que funcionará.

Lo que sí está seguro es que el edificio de la Unsaur -ubicado en Quito- no es apropiado para este centro de estudios como lo había anunciado el presidente Lenín Moreno en julio de 2018.