Martes, 16 de abril de 2024

Tren al Valle de los Chillos evoca a otras ambiciosas obras que nunca se ejecutaron

Autor:

Jonathan Machado

Actualizada:

3 Oct 2019 - 0:05

Autor: Jonathan Machado

Actualizada:

3 Oct 2019 - 0:05

Vista del valle de Los Chillos, La prefectura de Pichincha y los alcaldes de Quito, Sangolquí y Machachi apuntan a la construcción de un tren - Foto: Jonathan Machado / Primicias

Los alcaldes de Quito, Sangolquí y Mejía, junto a la Prefectura de Pichincha, han anunciado su intención de promover un sistema de tren ligero que cruce los tres cantones. Nadie ha exhibido datos concretos, un plan para ejecutarlo, ni señalado una eventual fuente de financiamiento.

Alrededor de 300 buses ingresan a Quito diariamente desde Sangolquí y Machachi, según estimaciones oficiales del Municipio de Quito.

Es por eso que la prefecta de Pichincha, Paola Pabón, y los alcaldes Jorge Yunda, Roberto Hidalgo y Wilfrido Carrera -de Quito, Mejía y Sangolquí respectivamente- ven con buenos ojos la construcción de un tren desde el valle de los Chillos hasta Quito, con una posible extensión hacia Machachi.

Los cuatro funcionarios mantuvieron una reunión el pasado 1 de octubre de 2019 para analizar la viabilidad del proyecto.

"Muchos se han adelantado a decir que será el tren ligero que cruce por la Autopista Rumiñahui y se extienda hasta Machachi. De eso se encargarán los técnicos, pero existe la voluntad política de acercar el metro a los cantones aledaños", dijo el alcade Yunda.

La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, señaló que desde julio de 2019 planteó crear un equipo trabajo que articule los temas de movilidad en los cantones de Mejía y Rumiñahui.

El gerente del Metro de Quito, Édison Yánez, dijo a PRIMICIAS que "en los próximos meses se podría firmar el acuerdo entre las autoridades de Quito, Sangolquí y Machachi para empezar los estudios que determinen si el proyecto es viable".

Sin embargo, hasta ahora no hay nada concreto y todo está en una idea.

Por esa falta de información certera, este anuncio evoca a otras propuestas de grandes infraestructuras que se anunciaron, que incluso se empezaron a ejecutar, pero que nunca lograron avanzar y hoy están paralizadas.

Lo cierto es que los problemas de movilidad que vive Quito han permitido germinar iniciativas que por oposición de la población, cambio de autoridades o cambio de autoridades han perdido fuelle.

PRIMICIAS hace un breve repaso por algunas de esas iniciativas.

Metroférico hacia el aeropuerto

El presidente de la República, Lenín Moreno, anunció, a finales de 2018, la construcción de un metroférico desde el parque La Carolina (norte de Quito) hasta el aeropuerto de Tababela.

El proyecto, que tendría 10 paradas, estaba calculado en USD 600 millones y contemplaría dos fases: la primera iría desde La Carolina hasta Tumbaco (USD 320 millones) y la segunda desde Tumbaco a Tababela (USD 280 millones).

El presidente también dijo que "cada cabina transportará 38 pasajeros en tiempos mínimos. Desde La Carolina hasta Tababela, 42 minutos.

Moreno dijo que el proyecto estaría listo en 14 meses, es decir, en marzo de 2020, pero hasta el momento -cuando faltan cinco meses para que se cumpla ese plazo- la obra no cuenta con una empresa interesada en construirla.

Metro cables

La administración del exalcalde Mauricio Rodas apostó por un proyecto de Metro cables para solucionar la movilidad del noroccidente y sur de la capital con una inversión de alrededor de USD 550 millones.

La primera fase consistía en que 80 cabinas recorran 3,7 kilómetros desde La Ofelia hasta el barrio de La Roldós. Rodas esperaba que alrededor de 3.000 personas se movilicen cada hora en este medio de transporte.

Los problemas con los moradores del El Condado encabezaron la oposición, pues reclamaban que las cabinas harían el recorrido muy cerca de sus viviendas. La oposición terminó por poner fin a la iniciativa.

En el sur, en cambio, estaba previsto que el recorrido abarque los sectores de la Argelia y Solanda, pero no hubo interés de inversores privados y la obra no arrancó.

El actual alcalde, Jorge Yunda, dijo, durante los primeros días de su administración, que analizará si la obra beneficia a la ciudad, así como también los contratos que se han firmado con las empresas que realizaron los estudios. Después de esas declaraciones, Yunda no ha vuelto a pronunciarse sobre este proyecto.

Solución vial Guayasamín

La construcción del puente más largo de Quito, de más de 500 metros de longitud, estaba orientada a mejorar la movilidad entre el valle de Cumbayá y Quito.

El proyecto, que también nació en la alcaldía de Mauricio Rodas, se denominó Solución vial Guayasamín y estuvo a cargo de la empresa china China Road and Bridge Corporation (CRBC).

Según los estudios, la firma invertiría USD 131 millones en la obra y la administrará durante un determinado tiempo. La obra también contemplaba la construcción del intercambiador en la Plaza Argentina, la extensión de la calle Juan Boussingault y el ensanchamiento de las vías.

En los cuatro años de la administración de Rodas sólo se realizó la extensión de las calle Boussingault.

Una fuente cercana a CRBC dijo a PRIMICIAS que la obra se paralizó debido a la oposición del Consejo Metropolitano y a los moradores del barrio Bolaños, que iban a ser expropiados de sus terrenos.

Otro proyecto orientado a mejorar la movilidad en Quito mediante la construcción de grandes infraestructuras que no logró concretarse, a pesar de que se realizó un rediseño a los planos iniciales para no afectar a los habitantes del barrio Bolaños.

El alcalde Jorge Yunda ha señalado que esta obra no es una prioridad para la ciudad y que no tiene previsto avanzar con el proyecto.