Domingo, 05 de mayo de 2024

Las ciudades costeras deben protegerse de la subida del mar

Autor:

EFE

Actualizada:

31 Oct 2019 - 0:02

Este fenómeno amenaza con acabar en unas décadas con muchas playas y pone en riesgo infraestructuras urbanas que es preciso proteger, dice la física del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) Marta Marcos.

Golfo de Guayaquil

Autor: EFE

Actualizada:

31 Oct 2019 - 0:02

Foto referencial del Golfo de Guayaquil. - Foto: Ministerio de Turismo

Este fenómeno amenaza con acabar en unas décadas con muchas playas y pone en riesgo infraestructuras urbanas que es preciso proteger, dice la física del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) Marta Marcos.

Marta Marcos es experta en oceanografía y crisis climática. El Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados es un centro mixto de investigación entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el mayor organismo público de investigación español, y la Universidad de las Islas Baleares (UIB).

¿Por qué sube el nivel del mar?

A escala global, por dos causas. La primera, el calentamiento del agua, porque un cuerpo que se calienta se expande y ocupa más espacio, y la segunda, el aporte de masa debido al deshielo de glaciares y hielos continentales.

¿Se está acentuando esta subida?

El aumento del nivel del mar desde principios del siglo XX es el más alto de los últimos milenios y se debe exclusivamente a la concentración de gases de efecto invernadero. Estamos hablando de una subida de 15 centímetros de promedio global.

¿A qué ritmo está subiendo?

A 1,3 milímetros por año desde principios del siglo XX, que se ha acelerado hasta 3,5 milímetros por año en los últimos 25 años. Hay una aceleración sostenida de elevación del nivel del mar desde los años 60 hasta nuestros días.

¿Qué efectos se pueden observar ya?

Estamos hablando de subidas que pueden considerarse moderadas, serán mucho mayores en el futuro. Los efectos más visibles se dan en zonas más expuestas, con muy poca pendiente y de cotas muy bajas. El efecto del aumento del nivel del mar se nota sobre todo en la vulnerabilidad frente a temporales marinos, y en zonas donde hay mareas importantes.

¿Hay lugares del mundo amenazados de desaparición?

Un ejemplo paradigmático son las Islas Maldivas, atolones coralinos en el Océano Índico que están a un metro o metro y medio sobre el nivel del mar y, además, con una alta densidad de población. Construyen protecciones de forma continuada. Cada vez que tienen un fenómeno de inundación, aumentan los diques. Además, construyen islas nuevas sobre los atolones que tienen una altura mayor.

¿Cuáles son las proyecciones para los próximos años?

Hay que tener en cuenta que se basan en supuestos que tienen una componente socioeconómica y geopolítica muy importante. Es decir, si se cumplen los acuerdos de París y vamos hacia unas energías más limpias o no. Las proyecciones se basan en escenarios climáticos, que hacen una serie de hipótesis sobre cuál va a ser la evolución en la concentración de gases de efecto invernadero.

En el más pesimista, que supone que la mitigación no va a llevarse a cabo en gran medida, estaríamos hablando de alcanzar fácilmente un metro de aumento del nivel del mar a escala global para finales de este siglo.

¿Y el escenario positivo?

Bajaríamos a 30 centímetros para final de siglo. El sistema climático, y sobre todo el océano, tiene una inercia muy fuerte. Vamos a estar pagando durante milenios todas las emisiones de gas de efecto invernadero que han tenido lugar hasta este momento. Incluso si ahora mismo se paran las emisiones de gases, seguirá aumentando el nivel del mar durante muchos siglos.

Hay un estudio reciente que dice que si se paran las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, el aumento del mar de un metro no se alcanzaría en 2100 sino en 2300, lo que nos da casi tres siglos para adaptar nuestras costas.

Pongámonos en el escenario negativo. ¿Qué efectos concretos tendremos en nuestro entorno?

La pérdida de playas urbanas. En el Mediterráneo, que es un entorno micromareal, que vive en gran medida del turismo y donde las costas se han urbanizado exageradamente, la playa no tiene margen para moverse en la horizontal, no puede adaptarse a la subida del nivel del mar. Con una subida de un metro, la mayor parte de las playas se pierde. Con 30 centímetros el impacto sería mucho menor, sería quizá algo que podría manejarse, si económicamente resultara rentable.

Cualquier ciudad costera, las infraestructuras portuarias, todo lo que está en primera línea queda más expuesto. Son zonas que tienen un alto valor económico, entonces es rentable protegerlas. Hay que invertir dinero, subir diques, y establecer protección desde el ámbito de la ingeniería.


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