Jueves, 25 de abril de 2024

Twitter ya no aceptará publicidad política en ninguna parte del mundo

Autor:

EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

30 Oct 2019 - 16:18

Twitter

Autor: EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

30 Oct 2019 - 16:18

Imagen referencial - Foto: Primicias

Jack Dorsey, consejero delegado de Twitter, anunció que la empresa ha decidido dejar de aceptar publicidad política alrededor del mundo.

Mediante un hilo de Twitter, el directivo de la empresa aseguró que el alcance de los mensajes políticos debe ganarse y no comprase.

Según Dorsey existen varias razones para esta decisión:

  • Un mensaje político gana alcance cuando las personas deciden seguir una cuenta. Pagar por el alcance elimina esa decisión.
  • Si bien la publicidad en Internet es increíblemente poderosa y muy eficaz para los anunciantes comerciales, ese poder trae riesgos significativos para la política.
  • Los anuncios políticos en Internet presentan desafíos completamente nuevos para el discurso.

La prohibición afecta únicamente a contenidos de pago en la red social, es decir, a los espacios publicitarios que campañas políticas o particulares podían comprar hasta ahora para promocionar sus mensajes, pero en ningún caso limita lo que los usuarios pueden escribir en Twitter.

"Somos muy conscientes de que somos una pequeña parte de un ecosistema publicitario político mucho más grande. Algunos podrían argumentar que nuestras acciones hoy podrían favorecer a los titulares" dice Jack Dorsey en su publicación.

La decisión de Twitter supone un cambio radical respecto a su comportamiento en la pasada campaña electoral de Estados Unidos en 2016, cuando animaba precisamente a las candidaturas a comprar espacio en la plataforma y fue usada por parte de piratas informáticos rusos para tratar de influir en el resultado electoral, lo que le valió fuertes críticas.

El anuncio de este miércoles se produjo en un momento en que su gran rival en las redes sociales, Facebook, se ha visto envuelta en una nueva polémica por su decisión de permitir anuncios políticos con contenidos que sean demostrablemente falsos.