Martes, 23 de abril de 2024

Uso y abuso de los webinars, la hiperconexión de la pandemia

Autor:

Nelson Dávalos

Actualizada:

24 Ago 2020 - 0:03

Autor: Nelson Dávalos

Actualizada:

24 Ago 2020 - 0:03

Imagen referencial. Desde inicios de la pandemia los webinars se han multiplicado. - Foto: EFE

Los webinars se convirtieron en una herramienta para mantener la normalidad durante la cuarentena. Sin embargo, a lo largo de la nueva normalidad continúan siendo "virales".

A medidos de marzo de 2020, debido al confinamiento, los webinars se convirtieron en una de las herramientas más usadas para dar a conocer algún contenido en específico.

Las invitaciones a estos eventos digitales por parte de universidades, marcas comerciales, grupos políticos e incluso el mismo Gobierno se volvieron cada vez más frecuentes.

"Los webinars llegaron para quedarse".

Alberina Navas

Albertina Navas, consultora en comunicación digital, dice que existen dos causas puntuales por las que este formato se convirtió "viral".

La primera, según Navas, es por la necesidad que la gente tiene de estar en contacto. "Era una forma de mantenerse en unidad con las personas que se relacionaban habitualmente, sean estos estudiantes, clientes o colaboradores".

La segunda, dice, que se debe a que la herramienta se convirtió en una plataforma de visibilidad, es decir, "una suerte de validación del trabajo y su utilidad".

Sin embargo, Navas asegura que "los creadores de muchos webinars no saben cuál es el objetivo que quieren transmitir".

"Hay veces que existen tantas opciones de webinars y uno no toma ninguna porque se siente saturado".

Albertina Navas

Pablo Escadón, coordinador de la Especialización en Comunicación Digital de la Universidad Andina Simón Bolivar (UASB), asegura que por la cantidad de webinars se empezó a dar una "infoxicación de información".

Además, Escandón señala que "la mayoría de actividades son para promoción y no como conversaciones en los que uno aprovecha del contenido".

La hora selfie

Los dos expertos digitales dicen que los participantes de los webinars en ocasiones no ponen atención a los seminarios y empiezan con otras actividades.

Para Navas este fenómeno se da por la falta de conocimiento de los organizadores para hacer las transmisiones y la falta de pre-producción del evento.

Asimismo, Escandón asegura que los webinars se han convertido en la nueva hora de la selfie debido a que el usuario está pegado a la pantalla aunque no le interese.

El profesor de la UASB también recalca que estos espacios se han usado como "escenario mediático en un mundo donde todos quieren ser visibles".

¿Cómo saber a qué webinars conectarse?

Albertina Navas explica en una guía de cuatro pasos a qué webinar vale la pena unirse:

  1. Resumen de qué se va a tratar el webinar.
  2. Datos claves sobre los panelistas y expositores.
  3. Recursos de promoción como afiches o videos.
  4. Formulario de inscripción, previo al ingreso.

La experta, además, dice que la plataforma por la que se transmita debe tener las funcionalidades esenciales para cada una de las diferentes temáticas.

"Si son talleres es necesario que tengan la funcionalidad de alzar la mano, división de grupos para la interacción", señala.

Escandón añade que los webinars se deben dar de manera periódica. Es decir, debe tener una consistencia durante el tiempo.

"Yo hago el webinar hoy y en 15 días debería dar otro, por temas de continuidad", dice.