En sus Marcas Listos Fuego
Los amos de las alcantarillas

PhD en Derecho Penal; máster en Creación Literaria; máster en Argumentación Jurídica. Abogado litigante, escritor y catedrático universitario.
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Hoy les voy a explicar por qué no hacen falta nuevas leyes, sino nuevos ecuatorianos. Hoy les voy a contar un secreto y todo su modus operandi: ¿Por qué en el país quedan libres los delincuentes que son hallados portando armas de fuego?
¿Listos?
Esto va así. Los delitos de tenencia y de porte de armas sin permiso tiene una pena de hasta 22 años de cárcel. ¿Saben quiénes están armados hasta los dientes y sin permiso? Los integrantes del crimen organizado y sus sicarios.
¿Entienden ahora lo fácil que es, teóricamente, mandar a estos angelitos a la cárcel? Sólo es cuestión de hacer un operativo (cacheo o allanamiento), encontrar las armas y listo, a pasar muchos años tras las rejas.
Pero si es tan fácil teóricamente, ¿por qué en la práctica quedan libres? Pues aquí viene el secretillo de nuestro tricolor. ¿Ready?
Para que un arma de fuego sea arma de fuego, debe ser “apta para producir disparos”, ergo, si no es apta, no es arma de fuego. Si no es apta es cualquier cosa: un cúmulo de hierros, un juguete con forma de pistola, un objeto contundente. Todo menos arma de fuego.
Por eso, cuando detienen a un delincuente armado, hace falta algo: un examen pericial balístico de aptitud del objeto para producir disparos, es decir, la comprobación científica de que esa cosa metálica con forma de arma es efectivamente un arma y, perdón por ser reiterativo: si no puede disparar, no es arma de fuego.
¿Y si no es arma de fuego? Entonces, no se comete el delito de tenencia o porte de armas de fuego y, por lo tanto, Mr. Angelito sale libre.
¿Pero cuál es el problema, si es obvio que los GDOs tienen armas de fuego que funcionan? ¿Si no como matan pues? Pues aquí viene el problema y la criollada.
Este es el foco de mayor corrupción pericial en esta guerra contra el crimen. Sólo es cuestión de pagar entre mil y dos mil dólares al perito para conseguir que el informe diga “no es apta para producir disparos” y tenga usted su boleta de excarcelación.
Pssss. Pssss. Muchachos del gobierno. ¿Leyeron?
Esto no sólo es simple de explicar, además es obvio de verificar. Casi todos salen libres y la culpa es de los jueces y fiscales según los monos con cuchillo. ¿No se han puesto a pensar que un fiscal no puede acusar a alguien por tener un arma de juguete y que un juez no puede encarcelar a alguien por tener una pistola de agua?
Es que un arma que supuestamente no dispara es eso, apta solo para carnaval, aunque todos sepamos que no solo dispara, sino que también mata.
¿Ahora entienden por qué se conceden tantas libertades?
Miren, los penalistas llevamos años diciendo que no se necesitan más leyes, porque las que existen son las correctas. El problema es que las leyes correctas no sirven si se las aplica en el lugar equivocado.
¿A qué lugar me refiero? A este país que hace mucho dejó de ser patria para ser alcantarilla y, donde pululan las ratas, no sirven las leyes.
Por eso empecé diciendo que a Ecuador no le hace falta cambiar de leyes, sino de pueblo.