Logo de Primicias

Suscríbete a nuestras notificaciones para recibir las últimas noticias y actualizaciones.

Lo Último
Temas:
  • Daniel Noboa
  • Migrantes por el mundo
  • Venezuela
  • Caso Malvinas
Viernes, 19 de diciembre de 2025
  • Home
  • Lo Último
    • Qué pasa hoy
  • Política
    • Consulta popular 2025
  • Economía
    • Empresas
    • Reputación en Acción
  • Seguridad
    • Sucesos
    • Caso Metástasis
  • Quito
  • Guayaquil
  • Jugada
    • #Elamarilloquenosune
    • #Eldeportequequeremos
    • Mundial 2026
    • Tabla de posiciones LigaPro 2025
  • Sociedad
    • Censo Ecuador
  • Trending
    • TV y Streaming
    • Música
    • Gastronomía
    • Cine
    • Cultura
    • Agenda
  • Firmas
  • Internacional
  • Gestión Digital
  • Radar Andino
  • Newsletter
  • Juegos
  • Telegram
  • X Twitter
×
  • Telegram
  • X Twitter
  • Lo Último
    • Qué pasa hoy
  • Política
    • Consulta popular 2025
  • Economia
    • Empresas
    • Reputación en Acción
  • Seguridad
    • Sucesos
    • Caso Metástasis
  • Quito
  • Guayaquil
  • Jugada
    • LigaPro
    • Fútbol
    • La Tri
    • Tabla de posiciones LigaPro 2025
    • Tabla de posiciones Copa Libertadores 2025
    • Tabla de posiciones Eliminatorias Mundial 2026
    • Tabla de posiciones Copa Sudamericana 2025
    • Más deportes
    • Ciclismo
    • Mundial 2026
    • #Eldeportequequeremos
    • #Elamarilloquenosune
    • Dónde ver
  • Sociedad
    • Censo Ecuador
  • Trending
    • TV y Streaming
    • Música
    • Gastronomía
    • Cine
    • Cultura
    • Agenda
  • Ciencia y Tecnología
  • Firmas
  • Internacional
  • Gestión Digital
  • Juegos
  • Radar Andino
Videos
NEWSLETTERS

Tablilla de cera

El Ecuador pierde un estadista. Y lo que ya no existe: un político democrático y honesto

Gonzalo Ortiz

Escritor, periodista y editor; académico de la Lengua y de la Historia; politico y profesor universitario. Fue vicealcalde de Quito y embajador en Colombia.

Actualizada:

18 dic 2025 - 22:57

Compartir:

  • X Twitter
  • Telegram
ÚNETE A NUESTRO CANAL

¿Cómo describir el sentimiento que me atraviesa ante la pérdida del líder político con el que tuve el honor de servir al país, pero, sobre todo, de mi amigo de más de 50 años, Rodrigo Borja?

Dolor ¿y orgullo? Sí, orgullo, pero no por mí, sino por el Ecuador. Se va un grande. Un grande pero a la vez sencillo, recto, asequible. Consciente de lo que sabía, de lo que podía, pero sin prepotencia.

No por esperada —sabíamos de su gravedad de los últimos días—, es menos dolorosa la pérdida de un hombre tan ilustre, un político de excepción, reconocido tratadista, pero quien, sobre todo, supo ser cercano, afectuoso con sus amigos y seguidores, impoluto en su proceder, coherente consigo mismo y con su patria, el Ecuador, a la que amó apasionadamente.

Pasará a la historia como fundador del mayor partido político que existió en el Ecuador; la Izquierda Democrática, un partido con organización, bases, sistemas de formación política, democracia interna y que llegó a tener 500.000 afiliados.

Pasará a la historia, también, como autor de la única Enciclopedia de la Política escrita por un solo hombre, a la que dedicó los últimos 20 años de su vida.

Pasará a la historia por ser uno de los grandes oradores del Ecuador, que lo mismo se lucía en la talentosa y fina ponencia académica que en la fogosa intervención parlamentaria; que igual seducía en el magistral discurso de orden en representación de su patria en una conferencia internacional o frente a los parlamentos extranjeros, que en busca de los votos en la ardorosa tribuna ante las masas populares.

Pero sobre todo pasará a la historia por ser un hombre radicalmente demócrata e íntegramente honesto.

En un país en que esas virtudes escasean cada vez más, este hombre que se va a los 90 años y medio, nos dejó la lección de la sencillez, de la vida pulcra, de la integridad a toda prueba.

Caminando por la calle Chile, hace unos tres años, cuando salíamos de una sesión de trabajo de la Academia de la Lengua e íbamos al estacionamiento del Cadisán, vi una vez más, como tantas en la vida, cómo atraía a las personas: unas señoras se le acercaron, alegres y emocionadas, y le pidieron tomarse una foto con él. 

Ya no eran los jóvenes quienes le reconocían, pero un grupo de chicos, al ver el revuelo, me preguntaron quién era el personaje. Les expliqué que un expresidente del Ecuador, el doctor Rodrigo Borja. “¿Y anda así por la calle, de suéter?”, me preguntó asombrado uno de los estudiantes. Antes de que yo contestara, otro dijo. “Tiene que haber sido buen presidente, para que camine por la calle sin escolta”, mientras un tercero comentaba, entre risas juveniles: “¡Seguro que este no robó!”.

Podía caminar tranquilo y con la frente en alto, quise decirles, porque en esa misma calle Chile, dos cuadras más abajo, gobernó al Ecuador con profundo patriotismo y sabiduría, con una trayectoria impoluta que se inició a los 27 años, cuando fue elegido diputado por primera vez.  

En 1970 fundó un partido de centroizquierda, que adaptó al Ecuador los principios de la social democracia europea y al que puso por nombre Izquierda Democrática. Él mismo escogió el color naranja, y él encargó el himno. Él mismo pintó las primeras paredes y él mismo condujo su vehículo cientos de kilómetros en las giras preelectorales y en las electorales.

Más de 40 años de su vida dedicaría al partido, dando él mismo miles de seminarios, talleres y charlas de formación a los cuadros, a la vez que conquistaba adeptos con su cercanía y carisma personal, pero sobre todo con la claridad de sus ideas y su ejemplo de trabajo.

En el retorno de la democracia a fines de la década, resultó cuarto en las elecciones presidenciales en que se eligió a Roldós y Hurtado, a lo que brindó su apoyo sin haber conversado con ellos ni pedir nada a cambio. 

Defendió a muerte la independencia del partido (por lo que muchos hablaban de la “virginidad de la Izquierda Democrática”), promovió las elecciones primarias dentro de su agrupación y, tras ganar a Raúl Baca la candidatura, ganó la presidencia de la República al tercer intento, en 1988.

Su Gobierno fue plenamente democrático, marcando un contraste con el autoritarismo del gobernante anterior, León Febres Cordero. Fue un ejemplo de respeto de las libertades públicas, en primer lugar de la integridad de la vida y de la libertad de expresión.

Terminó con las prácticas abusivas de la Policía, eliminando el siniestro Servicio de Investigación Criminal (SIC) que practicaba abusos y torturas a los presos, a la vez que formó la comisión internacional para la investigación de la desaparición de los hermanos Restrepo, ocurrida en el régimen anterior. Impulsó el sometimiento pacífico a la ley del grupo guerrillero “Alfaro Vive Carajo”, que se disolvió y entregó las armas.

Dio personería jurídica a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la cual, rompiendo el diálogo que se mantenía por dos años, protagonizó el primer levantamiento indígena en 1990, el cual pudo superarse en cuatro días, y que dio paso a la solución de inveterados problemas de tierras. Su Gobierno entregó más de 2 millones de hectáreas de tierras a las comunidades indígenas de la Sierra y Amazonía; estableció el Sistema de Educación Popular Bilingüe y realizó el canje de deuda para financiar proyectos de desarrollo rural.

Era agnóstico, pero la Conferencia Episcopal Ecuatoriana le otorgó su máxima condecoración, porque nadie había respetado como él a la Iglesia ni había trabajado tan estrechamente en las escuelas fiscomisionales o en las obras financiadas por ese canje de deuda, que permitió crear el Proyecto Esperanza.

Realizó la gran campaña nacional de alfabetización y le puso el nombre de Leonidas Proaño, el obispo del que se despidió a pocos días de asumir el mando, visitándolo en la casa de sacerdotes ancianos, en La Armenia.

Aquella campaña fue la mayor movilización nacional de estudiantes secundarios y universitarios de la historia del Ecuador y logró bajar el índice de analfabetismo de la población de 12% a 6%.

Concluyó el proyecto hidroeléctrico Paute, en el que se instalaron en su gobierno la mitad de todas las turbinas. Dio gran impulso a la electrificación rural, a las construcciones escolares, a los programas de saneamiento y riego, a las carreteras. Implementó el sistema de medicina familiar y el desayuno y almuerzo escolar.

Apoyó a los gobiernos seccionales. En Quito su gobierno construyó el hospital Eugenio Espejo, el coliseo Rumiñahui y, a pedido de Rodrigo Paz, financió el proyecto de agua potable Papallacta tanto con fondos directos del Gobierno como con el aval del préstamo multilateral.

No cabe hablar más de su Gobierno ejemplar. Sí me toca dar testimonio de que nunca le movió sino el bien del país, el respeto a los demás, la pulcritud extrema en el manejo de los fondos públicos, en la entrega total al quehacer presidencial, sin subterfugios, sin dobleces.

Luego, cuando su partido le pidió, porque sabía de su arrastre popular, fue dos veces más candidato presidencial, consiguiendo un alto número de diputados y de gobiernos seccionales para la agrupación que fundó.

Y cuando en 2003 dijo que se retiraba de la política, lo hizo, sin volver la vista atrás. Le reclamaban que vuelva, pero así como no cejó 40 años de su vida en la consagración a la política, nunca cejó en su determinación de cerrar la puerta y echar la llave. 

Y se dedicó a la vida académica, en su enciclopedia, en las conferencias a las que le invitaban y en la Academia de la Lengua, de cuya comisión de lexicografía fue miembro puntual y activo. 

Ahora te digo adiós. Con profunda admiración y respeto. Y con entrañable amistad. Adiós.

  • #Rodrigo Borja
  • #Izquierda Democrática
  • #Ecuador
  • #Política
  • #Presidencia de la República

Noticias Relacionadas

Firmas

El Ecuador pierde un estadista. Y lo que ya no existe: un político democrático y honesto

Leer más »

Firmas

Balance de una misión: ocho años de Mons. Andrés Carrascosa como nuncio en el Ecuador

Leer más »

Firmas

Venezuela: los peligrosos caminos luego de una intervención militar y un cambio de régimen

Leer más »

Firmas

A rescatar los centros de Guayaquil y Quito

Leer más »

Firmas

Los valientes están solos

Leer más »

Firmas

Médicos gratis, despilfarros impunes

Leer más »

article.theLast

  • Telegram
  • X Twitter
  • Quiénes somos
  • Regístrese a nuestra newsletter
  • Sigue a Primicias en Google News
  • #ElDeporteQueQueremos
  • Tabla de Posiciones Liga Pro
  • Referéndum y consulta popular 2025
  • Etiquetas
  • Politica de Privacidad
  • Portafolio Comercial
  • Contacto Editorial
  • Contacto Ventas
  • RSS

©Todos los derechos reservados 2025