Viernes Santo

Hoy conmemoramos la muerte de Jesús: - “Sepan ustedes que Dios ha constituido Señor y Mesías a este Jesús a quienes ustedes crucificaron.” [Hechos 36].

En la noche del jueves, Jesús instituyó la Eucaristía, aconsejó a los discípulos, se despidió y fue a un huerto cercano.

Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con sus discípulos. Tomó pan, dio gracias, lo partió y lo dio, diciendo -Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes; hagan esto en memoria mía. Y después de la cena, hizo lo mismo con el cáliz. Este es el cáliz de la nueva alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes.

Alianzas Dios/ Noé, Abrahán, Jacob, Moisés, David. La transubstanciación, en la doctrina católica, es la conversión de la sustancia del pan y del vino en el cuerpo y la sangre de Cristo durante la consagración de la Eucaristía, manteniendo las apariencias externas de pan y vino (wiki).

La Iglesia católico-romana guarda en el sagrario de cada templo la hostia y el cáliz consagrados y lo anuncia con una lamparilla roja. ¿Cuántos centenares de miles de ellas habrá? Cercanía de Cristo. Defensa de paz y consuelo. Silencioso amor.

Jesús les da un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros. Por el amor que se tengan los unos a los otros el mundo reconocerá que son discípulos míos. Si me aman, obedecerán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre para que les envié el Espíritu Consolador. No se inquieten. Se dirigió al monte de los Olivos para cumplir con la voluntad de su Padre.

Lo apresaron. Fue negado tres veces por Pedro, junto al fuego encendido en esa fría noche de primavera por las criadas de los sacerdotes, las cuales lo reconocieron como compañero de Jesús. Pasó por varios jueces: Anás, sumo sacerdote judío; Caifás, sumo sacerdote judío de la secta de los tradicionalistas y Pilato, el gobernador romano. Este no halló razón para condenar a Jesús. Siguiendo una costumbre por la celebración de Pascua, el pueblo podía liberar a un reo. Pilato les peguntó si querían liberar a Jesús o a Barrabas, un bandido. El pueblo escogió liberar a Barrabás. Pilato ordenó que azotaran a Jesús. Los soldados le pusieron una corona de espinas, y sobre los hombros un manto rojo y se acercaban a él diciendo: - ¡Salve, rey de los judíos! Pilato lo puso frente a la multitud y dijo - “Este es el hombre”. Los jefes de los sacerdotes y los guardias, al verlo, comenzaron a gritar- ¡Crucifícalo, crucifícalo! Pese a su conciencia, Pilato dijo: - ¡Aquí tienen a su rey! Ellos comenzaron a gritar: -Mátalo, mátalo. Pilato: - ¿Cómo voy a crucificar a vuestro rey? Pero los jefes de los sacerdotes contestaron: -Nuestro único rey es el emperador romano.

Pilato al enterarse de que Jesús era de la jurisdicción de Herodes, tetrarca de Perea y Galilea, mandó al Señor donde el rey. Este esperaba un milagro. Jesús guardó silencio. Lo vistieron de blanco. Herodes y la corte se burlaron de él. Herodes y Pilato volvieron a amistarse.

Entonces Pilato les entregó a Jesús para que lo crucificaran. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús al ver a su madre y junto a ella al discípulo a quien tanto amaba, dijo a su madre: -Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dijo al discípulo: -Ahí tienes a tu madre. Y desde aquel momento el discípulo la tuvo como suya. [Fuentes: Juan y Lucas)