Leyenda Urbana
El cartón de la infamia
Periodista; becaria de la Fondation Journalistes en Europa. Ha sido corresponsal, Editora Política, Editora General y Subdirectora de Información del Diario HOY. Conduce el programa de radio “Descifrando con Thalía Flores” y es corresponsal del Diario ABC
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La imagen de una madre achuar reclinada abrazando un cartón donde yace el cuerpo inerte de su tierna hija fallecida, en el hospital de Macas, con la leyenda “Trátese con cuidado”, cortó el aliento de los ecuatorianos y se alzó como el símbolo de la deshumanización instalada en el país que se ceba con los más pobres.
La travesía de regreso de sus padres a Taisha, con el cartón a hombros, y sus siluetas reflejadas en la carretera, es la metáfora de un país socialmente roto y a la deriva; pocos habrán podido contener las lágrimas.
Destituir al gerente del hospital de Macas es solo un acto reflejo de sobrevivencia política para intentar calmar el ansia colectiva exasperada ante estos cuadros desgarradores que evidencian el estado de postración de los marginados.
Pero la realidad no cambia porque la ineptitud y la corrupción continúan siendo el azote de los hospitales públicos, centros de dolor y lágrimas. Y porque dos años después de que ADN llegara al poder seguir responsabilizando a las mafias muestra negligencia.
Cuatro meses atrás, el 9 agosto pasado, el entonces ministro de Salud Jimmy Martin destituyó al gerente del hospital Universitario de Guayaquil, como respuesta al repudio nacional por el fallecimiento de doce recién nacidos dentro de esa institución.
El informe del hospital dio cuenta de que diez de los 12 niños habían fallecido debido a “su estado clínico complicado por nacimiento prematuro o muy prematuro”, y dos neonatos a causa de una bacteria.
Esa tragedia y la crisis extendida al sistema hospitalario -en mayo murieron en Taisha ocho niños por leptospirosis-, llevó al Ejecutivo a integrar el Comité Nacional de Salud Pública que tampoco ha sido una solución porque el mal está enraizado y la corrupción es un virus que infecta todo, por lo que un colapso de la salud podría precipitarse.
La salud es el espejo que refleja la grave condición sanitaria de la mayoría de los ecuatorianos y la desconexión del Gobierno con la realidad de un país que tiene una tasa descomunal de desempleados sin acceso a medicina pagada, por lo que el esfuerzo del Estado tendría que volcarse a la prevención y a la atención primaria.
Resulta inconcebible que Noboa no haya encontrado un profesional solvente para poner al frente del Ministerio de Salud por el que han desfilado cinco ministros en los 24 meses de su administración. Y que tamaña responsabilidad haya debido encargar, in extremis, a la vicepresidenta de la República.
Los médicos que llevan las cuentas aseguran que cuando Jimmy Martin dejó el Ministerio de Salud había 12.000 cirugías represadas; y cuando Edgar Lama se fue del Seguro Social 15.000 cirugías, más decenas de miles de consultas médicas en espera.
Solo para cubrir la cifra de pacientes del IESS se tendrían que practicar 41 cirugías diarias durante los 365 días del año. ¿Cuántos enfermos no podrán esperar y morirán antes?
Tras cumplirse los 60 días de la declaratoria de emergencia para adquirir medicamentos, el Ministerio de Salud y el IESS han extendido por 30 días más el plazo, mientras la carencia de fármacos agrava la salud de los pacientes.
Y hay más.
La Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) entregó a la vicepresidenta Pinto 78 páginas con denuncias que dan cuenta de que 172 proveedores de salud, entre 2020 y 2025, han perjudicado al país en alrededor de USD 240 millones.
Esta información conoce el Ministerio de Salud, desde agosto pasado, pero las adquisiciones a quienes se hallan denunciados por los organismos de control han continuado.
Esto está podrido.
La alerta de la misma CNA y la investigación de algunos medios y periodistas podría haber logrado “deshacer” una trama urdida para que la empresa HealthBird, sin experiencia, se alzara con un contrato millonarios de USD 37,7 millones para agendar citas y derivaciones y manejo de historias clínicas.
Escuchar a ciertos funcionarios hacer malabares con las palabras para intentar negar que exista tal contrato, solo aumenta las sospechas, al igual que haber usado la figura de Régimen Especial. La Contraloría ha anunciado que revisará el proceso.
Ojalá HealthBird no asome, después, como subcontratada por la CNT.
En Ecuador, millones luchan por sanar sus dolencias mientras un puñado busca hacer negocio. ¡Qué impotencia!
La entrega del cuerpo inerte de una niña achuar en un cartón es la derrota de la razón y el humanismo.
¡Es el cartón de la infamia!