El correísmo perdió la brújula (y los cargos clave) en la sesión inaugural de la Asamblea Nacional
Los integrante de la bancada de Revolución Ciudadana se vieron abrumados por los rápidos movimientos del oficialismo en la Asamblea. Sus principales referentes fueron anulados en la reunión inaugural.

Pamela Aguirre, legisladora del correísmo, y el presidente de la Asamblea, Niels Olsen. Quito, 14 de mayo de 2025
- Foto
API
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Desconcertada y sin estrategia. Así lució la bancada de Revolución Ciudadana- Reto en la sesión inaugural de la Asamblea, el 14 de mayo, mientras veía como el oficialismo cooptaba todos los espacios importantes de la Función Legislativa.
Ni bien inició la jornada, el correísmo recibió el primer golpe: no fue tomado en cuenta por la mesa directiva, conformada por Annabella Azín (ADN), Raúl Chávez (RC-Reto) y Alfredo Serrano (PSC), para ser parte de la comisión de verificación de credenciales de los asambleístas.
La conformación de esta instancia es un formalismo de la primera sesión del periodo legislativo, pero dejó ver cual sería la tónica de la jornada.
De ahí en más, todo fue para ADN que mocionó a Niels Olsen para presidir la Asamblea y ganó. Pese a los gritos de los asambleístas de la Revolución Ciudadana que decían "Pacha no se vende", por los legisladores de Pachakutik que demoraban en votar.
Pero seis, de los nueve parlamentarios electos por el movimiento indígena, tomaron una postura apoyando a Olsen y matando las últimas ilusiones de RC que no alcanzó a ni proponer el nombre de Viviana Veloz.
Luego Mishel Mancheno, también del oficialismo, se llevó la primera vicepresidencia, con algo de drama, pero sin mayores complicaciones.
En una escena muy pocas veces vista en la Asamblea, el correísmo, sin reacción, se resignó a ver como sus contrincantes y sus aliados políticos juramentaban en sus cargos, incluyendo a Carmen Tiupul de Pachakutik, como segunda vicepresidenta.
"Vamos a tener gobernabilidad y no vamos a tener asambleístas que busquen obstruir políticamente”, reaccionó Olsen, en una breve rueda de prensa, cuando todo estuvo consumado.
Gestiones infructuosas

Visiblemente desconcertada, la expresidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, trataba de recomponer a su bancada moviéndose de un lado a otro. Lo propio, Paola Cabezas que gesticulaba con sus manos viendo a sus compañeros y, a ratos, hacia Niels Olsen, pero cada quien por su lado.
Por momentos, se podía leer en sus labios que algunos proponían salirse del Pleno en señal de rechazo, pero eso tampoco llegó a pasar. Apenas si dejaron de registrarse para las votaciones finales, lo cual no cambió mucho el resultado.
Para completar, la asambleísta Ana María Raffo no votó en ningún momento en concordancia con la bancada correísta. Se abstuvo en todas las votaciones mientras sus coidearios tenían la consigna de decir 'No' a todo lo que saliera de sus contrincantes.
En días pasados, Raffo presentó una querella por supuestas calumnias en contra de la también asambleístas Ana Belén Yela, que forma parte de Revolución Ciudadana.
Los correístas tampoco tuvieron una estrategia que funcionara. A Raúl Chávez, de Reto, se le ocurrió la idea de 'fraccionar' la bancada para conformar otra a la que bautizó como la "bancada de la gente".
No porque haya marcado distancias, por ahora, con el correísmo sino como una supuesta estrategia para tener una vocalía más en el Consejo de Administración Legislativa (CAL).
Pero la Ley de la Función Legislativa dice que en ningún caso pueden constituir bancada por separado, los asambleístas que pertenezcan o que hayan llegado a la Asamblea por un mismo partido o movimiento político. El oficialismo, sin hacer mucho caso de las quejas, les recordó la norma y siguió con su agenda.
La reforma se hizo luego que, en 2013, Alianza PAIS simuló que se 'fraccionó' para tener más puestos en el CAL y controlarlo totalmente, así como a toda la Asamblea de la época, dejando por fuera a otras organizaciones políticas.
"Están pagando su propio karma", se escuchaba decir en los pasillos de la Asamblea, incluso a cercanos de esa organización política.

Quien se pensaba que fungiría de líder de la bancada, el excanciller y ahora asambleísta, Ricardo Patiño, no tuvo mayor participación en la sesión. A ratos se paraba, miraba hacia el horizonte y sonreía como que no daba crédito a lo que estaba pasando. Cuando concluyó la sesión, Patiño pronosticó que la mayoría parlamentaria "no va a durar mucho".
"Lo que hicieron ellos (ADN y sus aliados) fue tomarse por asalto e ilegalmente la dirección de la Asamblea Nacional (...). No les va a durar mucho (...). Cada votación era una negociación. Eso es estar pegado con baba".
Ricardo Patiño
Por su parte, el comunicador Xavier Lasso permaneció sentado en el hemiciclo, sin emitir mayores opiniones y en algún momento miró hacia el área de prensa con un gesto de incredulidad y resignación.
Votaciones complejas
Pero no todo fue fácil para ADN que tuvo que esperar tensos minutos para que los cuatro legisladores del Partido Social Cristiano (PSC) y los seis de Pachakutik apoyen a Niels Olsen.
Inés Alarcón tuvo que acercarse a la curul del socialcristiano Johnny Terán para cerciorarse que él y sus tres compañeros de partido voten por el candidato de ADN.
Situación similar se produjo en la votación de la elección de Mancheno como vicepresidenta, pero quien hizo esta vez acto de presencia en el sector del PSC fue la propia Annabella Azín.
La tensiones aumentaron cuando el PSC se abstuvo, en primera instancia, de votar por Carmen Tiupul para la segunda vicepresidencia.
Ahí se produjo un cruce de palabras y gestos entre Azín y Alfredo Serrano que fungió como secretario de la sesión y, en algunos momentos, suspiró profundamente cuando Olsen le mandaba a leer algún artículo de la Ley Legislativa. "La verdad, estoy cansado", reconoció luego de seis horas de sesión.
Compartir: