Todo el proceso para una Asamblea Constituyente en Ecuador podría costar más de USD 200 millones
El proceso de instalación de una Asamblea Constituyente que impulsa el presidente Daniel Noboa requiere tres jornadas de votaciones, además del funcionamiento entre seis y ocho meses de la Asamblea. Solo los salarios de los legisladores implicarían unos USD 500.000 mensuales.

El presidente Daniel Noboa durante un evento de entrega de créditos en Latacunga, el 22 de septiembre de 2025.
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Presidencia de la República, Flickr
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El proceso para la instalación de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución comenzó oficialmente. La consulta popular será el 16 de noviembre de 2025, y dependiendo de los resultados los gastos irán aumentando progresivamente, y podrían llegar a los USD 200 millones.
El gasto más abultado son las tres elecciones que integran el proceso completo de redacción de una nueva Constitución. Solo en esto, los gastos podrían llegar a superar los USD 180 millones.
La consulta popular ya convocada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el primer paso, y el primer gasto ya asegurado. El presupuesto fijado para esta elección bordea los USD 60 millones, que ya han recibido certificaciones presupuestarias del Ministerio de Finanzas.
Si el 'Sí' obtiene más del 50%, el CNE deberá llamar a la segunda elección: para escoger los 80 legisladores que integrarán la Asamblea Constituyente. Esta, sin embargo, es más compleja que la consulta popular, pues incluye inscripción y calificación de candidaturas, y una campaña electoral para difundir los perfiles de los postulantes. Por ello, podría costar más de USD 60 millones.
Una vez que la Asamblea Constituyente termine de redactar su propuesta de nueva Constitución, viene la tercera elección: la ratificación de si ese texto entra en vigencia o no. Esta última elección tiene que venir acompañada de una amplia campaña de difusión de la propuesta de nuevo texto constitucional para la decisión de la ciudadanía.
Es así que esta última elección también podría tener un costo superior a los USD 60 millones, aunque el calendario electoral será más sencillo.
Es decir que sólo en los tres procesos electorales, el presupuesto llegaría a superar los USD 180 millones. Este es un costo muchísimo mayor al de la Constituyente de 2007-2008, en donde -por ejemplo- la primera consulta popular tuvo un presupuesto de USD 17 millones.
El personal de la Constituyente
Aparte de los costos de los tres procesos electorales, está el gasto que significará la instalación y funcionamiento de la nueva Constituyente. Y sobre esto aún no hay muchas certezas, porque el estatuto deja muchos vacíos.
Aun así, es posible hacer algunos cálculos basados en lo que fue la Asamblea Constituyente de 2007-2008, que funcionó con 130 asambleístas durante 11 meses. Según un informe de Contraloría realizado a la liquidación de dicha institución, los gastos devengados ascendieron a USD 28,8 millones, sin contar con la construcción de Ciudad Alfaro, la sede de la Constituyente de Montecristi. Esta institución, sin embargo, reemplazó totalmente al Congreso.
De acuerdo con dicho informe, el principal gasto de la Constituyente fueron los salarios del personal, que ascendió a USD 21 millones. Mauricio Alarcón, quien fue asambleísta suplente en Montecristi, recuerda que en ese entonces se fijó en el reglamento que cada legislador tendría en su equipo de trabajo dos asesores y un asistente. Dicho reglamento fue aprobado por el Pleno en sus primeros días.
Además, en Montecristi se contrataron más asesores, asistentes y personal para trabajar en las mesas legislativas y en la Presidencia y las Vicepresidencias. Y también personal de otras dependencias como Comunicación, Relaciones Internacionales, Dirección Jurídica y personal administrativo. Alarcón calcula que eran más de 700 funcionarios de la Constituyente, considerando que eran 130 asambleístas.
Por esta razón, no es posible calcular con exactitud por anticipado cuánto será el gasto en salarios de la nueva Constituyente, si llega a instalarse. Sin embargo, sí se puede estimar que sólo el sueldo de los 80 asambleístas llegará a unos USD 500.000 mensuales.
Es decir que si la Asamblea Constituyente funciona por seis meses, como determina el estatuto, el gasto solo en salarios de los asambleístas sería de unos USD 3 millones, y USD 1 millón adicional si se toman los dos meses de plazo adicional para sus labores.
A esto se le debería sumar un personal mínimo por asambleísta: al menos un asesor y un asistente. Si se consideran los salarios de este personal en la Asamblea Nacional, estos salarios sumarían otros USD 500.000 mensuales.
También hay que considerar personal mínimo por cada una de las ocho mesas legislativas: al menos un secretario, un asesor y un asistente. Por este personal, se gastarían unos USD 100.000 mensuales, considerando los actuales salarios de la Asamblea Nacional.
Solo en este personal mínimo legislativo, la Constituyente estaría gastando unos USD 1,1 millones mensuales, sin considerar todo el personal adicional de la institución. Es decir que si la nueva Asamblea funciona seis meses, el mínimo de gasto en personal sería de más de USD 10 millones, y si se extiende a ocho meses, superaría los USD 13 millones.
Otros gastos de la Constituyente
La Constituyente de Montecristi tuvo otros gastos que se podrían repetir si la iniciativa de Daniel Noboa prospera. Algunos son fijos, como el pago de limpieza y los servicios básicos de la sede donde vaya a funcionar la institución.
En 2007 también se adquirió computadoras para los asambleístas y sus equipos, y se contrató pólizas de seguros para todo el personal.
Un gasto adicional fue también el de movilización y vivienda, que se cubría para todo el personal, que no residía normalmente en Montecristi. Y también se les incluía toda la alimentación, que se encargó al Hotel Oro Verde de Manta.
También se hicieron otros contratos por impresión y fotocopiado, por equipos de comunicación para las transmisiones en vivo de las sesiones, manejo publicitario y transporte.
Aunque sí se aplicaron ciertas medidas de "austeridad", como evitar los viajes fuera del recinto de Montecristi.
Para la nueva Constituyente, si llega a ser aprobada, se deberá fijar una sede, que podría ser fuera de Quito, por lo que los gastos de movilización y vivienda podrían ser necesarios para la mayoría de legisladores y sus equipos. Según el estatuto, el CNE deberá ser quien determine la sede en la que se instale esta Asamblea.
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