Nuevo fiscal general, Wilson Toainga, estuvo al frente de cinco casos emblemáticos de corrupción
Con más de 25 años de experiencia, el nuevo Fiscal General del Estado ha manejado procesos emblemáticos de lucha contra la corrupción, como los casos Sobornos, Metástasis, Purga, Plaga o Ligados.

Wilson Toainga, nuevo fiscal general del Estado, tras la renuncia de Diana Salazar. 20 de mayo del 2025.
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Quienes lo conocen no dudan de que las palabras que pronunció el 10 de enero de 2025 reflejan el pensamiento de Wilson Toainga, el nuevo fiscal general del Estado que asume este cargo tras la renuncia de Diana Salazar el 20 de mayo de 2025.
La tarde de ese viernes de enero, Wilson Mentor Toainga Toainga, de 59 años y nacido en Pelileo (Tungurahua), tomó la palabra dos minutos para decir que el acto de disculpas públicas que dieron al Estado los sentenciados del caso Metástasis “conforta la reafirmación del derecho y la vigencia de las normas, y representa un mensaje emblemático para toda la sociedad”.
Delante del juez, Toainga recalcó: “la justicia entera es capaz de depurarse con el compromiso de funcionarios judiciales que no sucumben a intereses personales, económicos y políticos. La Fiscalía reafirma el compromiso ante los ciudadanos en la búsqueda de la verdad y la justicia, el combate a la criminalidad organizada y la corrupción, venga de donde venga”.
“Ese es Wilson Toainga, recuerdo el accionar de él. Es alguien que actúa sobre lo que habla y habla sobre lo que actúa, un profesional disciplinado, muy correcto”, comenta un exfuncionario de un organismo de seguridad que trabajó con Toainga en la investigación de causas criminales, coyoterismo o terrorismo.
Era en los primeros años del siglo veinte. Wilson Toainga se desempeñaba como agente fiscal de Tráfico de Migrantes, luego asumió como titular de la Unidad de Migración de la Fiscalía y trabajaba coordinadamente en la desarticulación de bandas dedicadas a la trata de personas, al tráfico de drogas o al uso de documentos falsos. Ahí lo conoció Luis.
“En aquella época, Wilson era un agente más, con él investigamos casos de coyoterismo, de pornografía infantil. Siempre buscaba adelantarse a los hechos, decía ‘este caso se nos puede caer por esto’, hagamos esto. Le molesta la injusticia y la corrupción”.
Luis, excompañero
631 causas litigadas
En los registros de la Función Judicial hay 631 causas en las que Wilson Toainga ha representado a la Fiscalía, desarrollado indagaciones previas, presentado dictámenes acusatorios y ha logrado que los acusados sean llamados a juicios y luego sentenciados.
Carlos Rivera G., por ejemplo, en septiembre de 2005, fue procesado por una de sus investigaciones y llamado a juicio por el delito de tráfico de estupefacientes, al igual que William Cumbajin B., por un caso de delito contra la vida el mismo año.

En más de dos décadas, Toainga ha litigado en casos emblemáticos como Sobornos, por el que fue sentenciado el expresidente Rafael Correa y otros; Purga, que logró la prisión del exasambleísta Pablo Muentes y otros.
También el caso Metástasis, que logró la sentencia de 20 personas y al que Toainga considera “el caso más grande de criminalidad organizada que ha llevado la Fiscalía en la historia de la República”.
“En 2024 obtuvimos sentencia contra nueve procesados en el caso Independencia Judicial, en el caso Purga diez personas fueron condenadas, en el caso Plaga trece procesados fueron llamados a juicio, a esto se suman otras causas que siguen su marcha”.
Wilson Toainga, fiscal
En sus inicios -recuerda un exfiscal- “él trabajó con unidades especiales del gobierno de Estados Unidos. Coincidimos en operativos. Se ponía gorra, ropa de campo, chaleco antibalas y salía a los operativos, a veces en la madrugada”.
Lo conoció entre 2004 y 2010, porque hacían un trabajo similar, Toainga desde Quito. Lo recuerda como una persona “reservada, como un profesional, ceremonioso, sencillo y de hablar lo necesario”, como alguien que no mezcla lo personal y el trabajo.
De hecho, el año pasado este exfiscal y hoy abogado en libre ejercicio se reencontró con Toainga en una audiencia en Quito. Se reconocieron y se saludaron como en los viejos tiempos. “Un saludo de caballerosidad, de antiguos camaradas, y después vamos a lo que hemos venido”.
Envestido con la institución fiscal que representa, Toainga se dirigió al cliente del amigo abogado que acababa de saludar y en tono seco le dijo: ‘Soy el fiscal Wilson Toainga, fiscal general subrogante, y usted viene a comparecer en calidad de persona investigada’.
“Él asume su rol profesional, donde no caben amistades”, dicen quienes lo conocen y han seguido de cerca su trayectoria desde el 16 de agosto de 2001, como agente fiscal, como fiscal provincial de Pichincha y como fiscal subrogante.

Ante la Contraloría General del Estado, Toainga ha presentado cumplidamente sus declaraciones de bienes desde hace 24 años. En su último reporte se atribuye un patrimonio de USD 306.277, monto que no ha variado significativamente desde 2019, en que se ubicó en USD 267.987.
Desde abril de ese año, Toainga fue designado por el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio, como fiscal subrogante, junto a la fiscal general Diana Salazar, por el periodo de seis años, que se cumplió el pasado 8 de abril.
Ambos se mantenían en funciones prorrogadas con la aprobación de la Procuraduría General del Estado mientras se realiza el proceso de selección de las nuevas autoridades por parte del Consejo de Participación y Control Social.
Compromiso 'implacable'
Wilson Toainga, dicen quienes lo han tratado, es una persona “súper reservada, discreto, que no le gusta la exposición pública, pero de buen carácter”. “Siempre correcto, él no se da a manifestar sus emociones familiares, es bastante reservado”.
El nuevo fiscal evita las entrevistas, pero en las audiencias su voz se escucha fuerte cuando formula cargos contra los procesados, cuyos abogados lo han criticado porque lee sus intervenciones. Lo hace -cuentan excolaboradores- “para mantener todo bajo control, para medir sus palabras, para que nada se aleje de los hechos”.
“Es una persona con mucho oficio, con mucha trayectoria en el ámbito penal, muy comprometido con la Fiscalía. Ha sido una persona consecuente con la gestión de la fiscal saliente, le sigue el ritmo, eso es fundamental”.
Exfuncionario de la Fiscalía
Padre de familia y con un perfil bajo, el nuevo fiscal dirigirá una institución compuesta por 887 fiscales y con un presupuesto que se ubicó en USD 143 millones en 2024, recursos que ha dicho que “no se compadecen con el incremento de las noticias del delito”.
La Fiscalía General -ha recalcado Toainga- se maneja con tres ejes de gestión: “Transparencia, efectividad e innovación”. Cuenta con 923 unidades fiscales a escala nacional y tiene 864.000 seguidores en la red social X, 124.000 en Facebook y su página web la visitaron el año pasado 3,7 millones de usuarios.
“El compromiso del equipo es implacable, porque estamos hablando del país, para no permitir la impunidad en ninguna circunstancia”, recalcó durante la presentación del informe de gestión 2024, en que pidió al Consejo de la Judicatura mayores asignaciones.
Hasta esta semana, Toainga llevaba el caso Comandos de la Frontera, que investiga una estructura criminal dedicada a lavar dinero producto del narcotráfico. A este grupo criminal se le acusa del asesinato de 11 militares en la provincia de Orellana este mes.
Tras su posesión como fiscal general, Toainga asumirá los casos de procesados que tienen fuero de corte, como el juicio de Jorge Glas por el caso en el que se investiga un presunto peculado en el manejo de los fondos para la reconstrucción de Manabí tras el terremoto de 2016.
Toainga busca evitar que la justicia se vuelva un espectáculo, opinan quienes lo conocen: “No es de salir en la tele, nada de eso. Por los casos fuertes que ha llevado, creo que es una estrategia de supervivencia”.
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