Falta de normativa complica regularización de scooters y motos eléctricas en Quito, donde ya se registra un muerto

La prohibición que implementó el Municipio de Santo Domingo de los Tsáchilas a la circulación de motos eléctricas y scooters reavivó el debate sobre la necesidad de normar su movilidad.

Las autoridades municipales de esa ciudad tomaron la decisión argumentando que esos vehículos no cuentan con revisión técnica ni matrícula, pese a que la Ley de Tránsito prohíbe la circulación de cualquier vehículo que no tenga esos documentos.

Además, recordaron que la misma Ley faculta a los municipios a regular lo que se conoce como "medios de transporte de micromovilidad".

Como era de esperarse, esta decisión provocó que otros municipios reconozcan que la falta de normativa complica la regularización de estos dos tipos de vehículos.

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Uno de ellos es el Municipio de Quito. Aunque no hay cifras oficiales, autoridades de tránsito calcula que en la capital circulan alrededor de 4.000 motos eléctricas y scooters, cuyos conductores no requieren la licencia de conducir ni casco, y no están sujetos a sanciones ni obligaciones.

La urgencia de contar con una normativa aumenta porque los accidentes en los que estos vehículos están involucrados son cada vez más frecuentes.

Solo en los primeros ocho meses de 2024, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) registró 17 siniestros que dejaron 18 heridos. Un año antes hubo 20 accidentes con un saldo de 20 heridos y un fallecido.

Informes de la entidad detallan que el cambio brusco de sentido al manejar, el incumplimiento a las señales de tránsito y las fallas mecánicas fueron algunas de las causas de los siniestros.

Aunque la principal está relacionada con las altas velocidades a las que se movilizaban, pues pueden superar los 50 kilómetros por hora, convirtiéndose en vehículos peligrosos si no se conducen con precaución.

Más ventas de scooters

Otra de las razones por las que expertos en movilidad consideran necesaria la regulación de scooters y motos eléctricas es el incremento en las ventas que se registran en la ciudad.

Según la Asociación Ecuatoriana de Empresas (AEADE), en 2022 se vendieron 1.126 scooters, mientras que en 2023 la cifra llegó a 1.254 y en los ocho primeros meses de 2024 ya se comercializaron 768.

Esto hace pensar que las ventas de 2024 serán las más altas de los últimos tres años. Este comportamiento se da, en gran parte, por el bajo costo que tienen estos vehículos.

En algunos locales comerciales se los encuentra desde USD 300 dependiendo la marca y las características.

Sin embargo, el número de los vehículos podría ser mucho mayor, pues algunos se importan bajo la denominación de juguetes o bicicletas, lo que complica su registro oficial.

Sin normativa en el corto plazo

El concejal Wilson Merino, miembro de la Comisión de Movilidad del Concejo Metropolitano, descarta que Quito cuente con una ordenanza orientada a la regulación de scooters y motos eléctricas. Al menos en el corto plazo.

Dice que la Comisión está concentrada en establecer la norma que regulará la circulación de los repartidores de comida, conocidos como delivery.

Sin embargo, reconoce que es el necesario que la ciudad tenga está ordenanza. Sobre todo porque el Plan Maestro de Movilidad busca impulsar el uso de medios se transporte alternativos.