Fiestas de Quito: Seis personajes que representan la tradición y cultura quiteña

Uno de los personas más importantes de la capital es el tradicional chullita quiteño. Y no hay nadie que lo encarne mejor que Ernesto Albán, a través de su personaje Don Evaristo Corral y Chancleta. 

Si bien Albán nació en Ambato, su personaje logró mostrar la idiosincrasia de los habitantes del Quito antiguo.

Don Evaristo, vestido siempre con chaleco, leva y sombrero, representó al típico chulla quiteño: empleado público de clase media que aparentaba tener mucho dinero, pero que no tenía nada. La fama del personaje hizo que la alcaldía de Rodrigo Paz, lo recuperó como una caricatura para promover valores ciudadanos.

Anita Bermeo,  conocida como 'La Torera', era  una extravagante mujer que vivía en el Quito del siglo XX, específicamente entre los años  sesenta y ochenta.

Esta mujer ganó notoriedad en esos años, pues se creía la dueña y señora de la ciudad.
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​Todos los días recorría las calles del Centro Histórico ataviada con un abrigo y sombreros coloridos, tacones altos y una enorme cartera. Por esta extraña indumentaria era objeto de burla por parte de los niños, quienes la molestaban llamándola 'Torera'. Nadie sabe cómo fueron sus últimos días. Se conoce  que sus problemas mentales le impidieron seguir recorriendo las calles de la ciudad.

El máximo exponente de la comedida del Quito moderno es sin dudas Carlos Michelena, conocido como 'El Miche'.
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​Este actor callejero, como le gusta que lo llamen, hizo del parque El Ejido su principal escenario y trinchera. Desde donde critica al poder político, a los burócratas indolentes y a la sociedad en general.

Quienes frecuentan este parque saben los días en los que Michelena está en su "oficina".

Entre sus representaciones más conocidas están aquellas en las que satirizó a los expresidentes Abdalá Bucaram, Sixto Durán Ballén y Rafael Correa.

'La grande del Ecuador'. Cualquier quiteño o habitante de la ciudad que escucha este seudónimo, sin importar la edad o el estrato social, sabe que se trata de Paulina Tamayo, una de las cantantes más importantes de la música nacional.

Su inconfundible voz no puede faltar en los eventos más importantes que se realizan durante las Fiestas de Quito. 
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En 50 años de carrera artística ha interpretado pasillos, pasacalles, albazos, sanjuanitos y demás géneros de la música ecuatoriana. Su talento ha sido reconocido con  más de 20 premios nacionales e internacionales.

Las celebraciones por las Fiestas de Quito, tal y como se las conoce hoy, empezaron a realizarse en los años 50 del siglo pasado.

Y como no puede haber una fiesta sin música, la banda municipal fue una de las primeras agrupaciones en alegrar los eventos populares que se realizaron en esos años.

Durante sus 91 años de creación, la banda ha estado conformada por uno 30 músicos, entre los que se destacan los trompetistas y los platilleros. Por eso que es común que en cada presentación alguna persona grite, en modo de broma: "toquen trompudos". Todos saben que este es el inicio de una noche de fiesta, música y el tradicional canelazo. 

Pocos oficios son tan tradicionales en Quito como el de ponchero. Así se conoce a quienes venden ponche, una de las bebidas tradicionales de la ciudad, elaborada con malta, clara de huevo y azúcar.

Quienes se dedican a esta actividad son hombres, a quienes se los reconoce fácilmente por su peculiar vestimenta: camisa celeste, mandil blanco, zapatos negros y un gorro blanco. Siempre acompañados de una carretilla de la que obtienen el ponche.
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​Este oficio, con alrededor de 30 vendedores, se niega a desaparecer. Aunque con el paso de los años es cada vez más difícil encontrarlos en las calles.