"Arriesgué mi vida cruzando la frontera”, dice supuesto miembro de una banda que robó USD 1 millón a la Lotería de Guayaquil

Deportado desde los Estados Unidos, la Policía detuvo la semana pasada al miembro número 22 de una organización que asaltó durante seis meses a nueve locales de la Lotería de Guayaquil y se llevó un acumulado de USD 994.658, entre dinero en efectivo, máquinas y boletos de la suerte.

• Ecuatoriano que robó lotería de la Junta de Beneficencia fue deportado desde Estados Unidos

La tarde del martes 20 de mayo de 2025, en un vuelo charter, arribó al aeropuerto José Joaquín de Olmedo Wesly Antonio M., un guayaquileño de 34 años sobre quien pesaba una notificación roja de la Interpol que disponía su captura inmediata con fines de deportación a Ecuador.

La orden estaba vigente desde el 30 de diciembre de 2024, aunque todo comenzó el 25 de octubre de 2022. Ese día, dos sujetos armados asaltaron el local Punto de la Suerte, de la Lotería Nacional, ubicado en el centro comercial Albocentro 4, en el norte de Guayaquil.

Se llevaron boletos de lotería valorados en USD 119.953 y USD 510 en efectivo. Al mes siguiente, el 11 de noviembre, el Punto de la Suerte de las calles Chile y Luque, en pleno centro urbano, también fue violentado por siete delincuentes que rompieron las seguridades del local.

Cortaron los cables de las alarmas, dañaron las cámaras de seguridad y se robaron toda la mercadería del Lotto, Pozo Millonario, Lotería y raspaditas avaluadas en USD 214.026.

• Tradición y unión: Bingo, mucho más que un juego

El 17 de noviembre de 2022, un tercer asalto organizó la banda en el Punto de la Suerte de Vinces, en las calles Córdova y Olmedo. “Varios sujetos forzaron las seguridades dañando candados y cortando los cables del sistema de seguridad”, denunció la Junta de Beneficencia.

En este asalto, ocho hombres se robaron una caja fuerte con dinero incluido y boletos de los productos de la Lotería por un monto de USD 88.694.

No terminaba el mes cuando el 25 de noviembre un cuarto asalto se produjo en el Albocentro 4, que un mes antes ya había sido asaltado. Cuatro sujetos armados se sustrajeron todo lo que había en el local.

“El valor total de la mercadería fue de USD 20.025, que corresponde a la raspadita, lotería, lottos, pozos millonarios, sorteo extraordinario navideño, y dinero en efectivo por USD 126”, detalló la Junta de Beneficencia en su denuncia ante la Fiscalía.

Inédito caso policial

Los asaltos suscitados ese mes movieron a la Fiscalía y a los agentes policiales que iniciaron pesquisas para identificar el modus operandi de la organización y a cada uno de sus miembros, autores y colaboradores de este inédito caso policial.

Se les interceptó las llamadas telefónicas, se hizo pericias balísticas, se investigó a los vehículos usados en los asaltos, se les hizo seguimiento y hasta los expertos en lavado de activos de la UAFE (Unidad de Análisis Financiero y Económico) revisaron los ingresos de los 22 procesados.

En el expediente judicial del caso constan escrituras de compras de bienes, terrenos y viviendas valoradas hasta en USD 60.000 que hicieron los delincuentes, incluso los reportes de los gastos presentados ante el Servicio de Rentas Internas (SRI).

En el mismo expediente también se detallan los pagos que hizo la Junta de Beneficencia a quienes se acercaban a cobrar los boletos premiados y que eran producto de los asaltos de la banda, pagos que fueron elementos clave para la identificación de los sospechosos.

“Se trata de una organización delictiva con amplio despliegue territorial y capacidad operativa. Al ser un grupo permanente y organizado, representa un peligro para la sociedad”.

Junta de Beneficencia

Escuchas telefónicas

Las escuchas telefónicas que constan como pruebas confirman el nivel de organización y los códigos que manejaban los integrantes de la agrupación delincuencial.

Así, por ejemplo, Alfredo E. y Cristian R., dos cabecillas de la banda, conversaban en claves sobre “un lugar para ir a camellar”, porque antes ya habían confirmado que las cámaras estaban defectuosas, y mencionaban que debían recoger a otros compañeros para hacer el ‘camello’ en el sector de las Malvinas, en el sur de la ciudad.

Para referirse a las armas de fuego, Alfredo y Cristian, señalan que “tienen que llevar una funda amarilla y poner unos bingos en el interior”. Así lo hicieron en el quinto asalto perpetrado el 16 de diciembre del 2022.

• La Junta de Beneficencia adquiere cinco planteles en Guayas y duplica a 5.000 su alumnado

Sujetos armados -reseña la denuncia- amarraron con cintas de embalaje las manos y los pies de la vendedora del local Punto de la Suerte, ubicado en La Garzota, norte de Guayaquil, y se robaron números de lotería, raspaditas, pozos y lottos, además de USD 450. La pérdida total ascendió a USD 18.900.

El mismo local de la Garzota fue asaltado dos meses después, el 18 de febrero de 2023. Vestidos de policías, tres miembros de la banda entraron al local y se llevaron USD 24.300. La Policía analizó las comunicaciones de los tres delincuentes y comprobó su relación en el robo.

Uno de ellos fue detenido y en su desesperación llamó al cabecilla de la banda para pedirle ayuda, debilidad que luego fue aprovechada por la Fiscalía para proponerle el procedimiento abreviado, un mecanismo en el cual el procesado admite su culpa y recibe una rebaja de la pena.

Los últimos asaltos de la banda se dieron en abril de 2023. El local Punto de la Suerte en Playas fue robado el lunes 10.

“Siete sujetos forzaron las seguridades dañando los candados, el batiente de la puerta de aluminio y la puerta enrollable. Han procedido a llevarse la caja fuerte con USD 10.057, boletos de lotería, lotto, raspadita valorados en USD 49.886”, denunció la institución guayaquileña que administra una red de hospitales y escuelas de beneficencia.

El martes 11 volvieron a Guayaquil y robaron en el local de Mapasingue, a la altura de la Facso. Mientras que el miércoles 12, la banda se movió a Cumandá, en Chimborazo, e intentó robar en un Punto de la Suerte “manipulando las seguridades de las puertas”.

Dos sentenciados

Las investigaciones de la Fiscalía lograron recopilar pruebas que identificaban a los 22 miembros de la organización, dos de ellos se acogieron al procedimiento abreviado y confesaron los hechos. El 9 de mayo de 2025 ambos fueron sentenciados a 30 meses de prisión, una multa de USD 4.700 y al pago de USD 43.246 como reparación económica a la Junta.

- Señor Alfredo E. ¿usted desea someterse de manera libre y voluntaria a este procedimiento abreviado?, preguntó el juez.

- Claro que sí, porque por no agarrarme la otra vez me pusieron más meses, entonces sí, respondió uno de los procesados.

Todos fueron detenidos, excepto Wesly Antonio, que había salido del país y llegó la semana pasada, deportado desde Estados Unidos y alegando su inocencia, pese a que los informes de Fiscalía lo ubican como ‘ejecutor’ en cuatro de los nueve asaltos realizados por la banda.

“Me encuentro privado de la libertad por un injusto delito que no he cometido, en mi juventud he cometido errores como todo individuo sin conciencia de lo que conlleva la responsabilidad como padre”.

Wesly Antonio

Su condición de padre -agregó- lo hizo cambiar de vida. “Me llevó en la actualidad a buscar honradamente un futuro mejor para mi familia, inclusive arriesgando mi vida a través del cruce de varias fronteras con el único fin de trabajar sanamente, como lo estaba haciendo fuera de mi país”, señaló en un escrito a la jueza María Fernanda Castro..

Con la asesoría de un abogado, Wesly Antonio pidió que se le entregue el expediente judicial para defenderse del delito que se le acusa, de delincuencia organizada, que en este caso implica una pena de siete a 10 años de prisión.

Desde el centro de privación de libertad El Inca, en Quito, donde se encuentra detenido, Wesly Antonio aseguró que hoy más que nunca valora la libertad. “Es ahora cuando más valoro el respeto, la humanidad y el bienestar común de quienes buscamos días mejores para nuestras familias”.