De los búnkeres en Manabí a los lujos en Dubái: 2025, el año en que cayeron los capos del narcotráfico de Ecuador
2025 cerró como un año de contrastes: mientras la violencia alcanzó niveles históricos, el tablero del crimen organizado sufrió su mayor sacudida. Este es un recuento de las ocho capturas que marcaron la agenda de seguridad, desde la extradición de alias ‘Fito’ hasta la resurrección judicial de alias ‘Pipo’.
%pie%
Autor:
Actualizada:
Compartir:
2025 quedará registrado en los archivos como el año de las capturas de varios de los "grandes capos" ecuatorianos, dentro y fuera de las fronteras nacionales. En un escenario de violencia recrudecida, con la tasa de muertes violentas más alta de la historia del país, las fuerzas de seguridad ejecutaron una verdadera 'cacería'.
La caída de figuras históricas de las bandas ecuatorianas y los grupos transnacionales que operan en el país no solo alteró el mapa del narcotráfico interno, sino que reveló las complejas redes delictivas que sostenían desde la clandestinidad.
El punto de inflexión ocurrió el 25 de junio en Montecristi, Manabí. La recaptura de Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, puso fin a meses de búsqueda tras su fuga a finales de 2024.
Su hallazgo en un búnker subterráneo, delatado por sus propias necesidades médicas y su vanidad estética, marcó un hito jurídico. El 20 de julio, ‘Fito’ se convirtió en el primer ecuatoriano enviado directamente a una corte de Estados Unidos por narcotráfico.
Pero si el caso de ‘Fito’ fue mediático, el de Wilmer Chavarría Barre, alias ‘Pipo’, lo rebasó. Durante cuatro años, el líder máximo de Los Lobos fue un fantasma que operaba bajo el amparo de un acta de defunción falsa por Covid-19.
Su captura en España el 16 de noviembre, tras haber adoptado una identidad venezolana y trasladar su centro de operaciones en Emiratos Árabes, desmanteló la fachada del hombre que seguía ordenando las masacres más sangrientas del país. Su "resurrección" legal en los tribunales de Cuenca es hoy el primer paso para una extradición que el Gobierno busca concretar con urgencia.
La dimensión transnacional del crimen organizado en Ecuador también quedó expuesta con la caída de Dritan Gjika, alias ‘Tony’. El líder de la mafia albanesa, capturado en los Emiratos Árabes Unidos en mayo, representaba el puente directo entre la producción de cocaína en Sudamérica y los mercados de consumo en Europa.
2025 también vio el desmoronamiento de los mandos medios y los aliados políticos del crimen. Desde la captura en Bogotá de Gabriel Nain Massuh, alias ‘El Turco’ —el nexo entre los casos Metástasis y Encuentro—, hasta la caída de los herederos de ‘Fito’, como alias ‘Topo’, ‘Fede’ y ‘Patucho Celso’.
Sin embargo, estas victorias operativas han dejado un sabor agridulce. Las liberaciones de Massuh en Colombia, luego de ser declarado refugiado; y de Roberto Carlos Álvarez, alias ‘Gerente’, en Dubái tras el pago de fianzas, ponen en evidencia los vacíos y desafíos de los procesos de extradición.
Compartir: