Caso de los niños de Las Malvinas: en el primer día del juicio, defensa de militares dicen que la detención fue legal
Unos 17 militares son acusados por la presunta desaparición forzada de los cuatro niños de Las Malvinas, en Guayaquil, cuyo cuerpos fueron hallados calcinados y con impactos de bala.

Un militar que pidió brindar colaboración con la investigación participa la madrugada del lunes 28 de abril de 2025 de una segunda reconstrucción de hechos en zona rural de Taura (Naranajal, Guayas).
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PRIMICIAS
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El juicio por presunta desaparición forzada de los cuatro niños de Las Malvinas continúa desde las 09:00 de este 6 de noviembre en Ecuador, y en el primera comparecencia realizada el miércoles, la defensa de los militares acusados sostuvieron que la detención de los menores "fue legal".
Unos 17 militares son juzgados por la presunta desaparición forzada de los niños, ocurrida en diciembre de 2024. Los cuerpos de los pequeños aparecieron posteriormente calcinados y con impactos de bala en una zona de Taura, cercana a Guayaquil.
Este caso podría demorar varias semanas en llegar a una sentencia por los cientos de testimonios y pruebas que se presentarán.
"Hay una gran cantidad de pruebas que Fiscalía y nosotros queremos que se practiquen y que el tribunal pueda conocer, y cada día cuenta", dijo Fernando Bastias, abogado del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), que acompaña a las familias de los menores.
Solo la Fiscalía tiene 176 pruebas, entre testimonios de peritos e investigadores, reproducciones de videos de cámaras de seguridad y documentos, mientras que los defensores de los procesados llevarán otra centena de personas a declarar.
Militares dicen que siguieron órdenes
Los abogados defensores alegaron que las actuaciones de los 17 militares se desarrollaron todo el tiempo "dentro de un estricto marco de subordinación militar", es decir, a seguir órdenes de sus superiores.
Reiteraron que la detención de los menores "fue legal", pues los soldados lo hicieron en respuesta a supuestas alertas de personas que estaban esa noche en los exteriores del centro comercial. Y aseguraron que los menores habían robado, tesis que ha sido descartada por la Fiscalía.
Otro defensor señaló que su cliente permaneció "todo el tiempo en el balde de la camioneta" y que "jamás lesionó a una persona", por lo que no era posible que se lo acuse de ser autor de una desaparición forzada.
Mientras que el abogado de uno de los soldados, que decidió cooperar con la Fiscalía, dijo que esperaba que el testimonio "oportuno y comprobado" de su cliente pueda ayudar al esclarecimiento de los hechos, a cambio de obtener una rebaja en la pena.
En la diligencia también intervinieron los padres de dos de los menores, quienes aseguraron que sus hijos habían salido esa noche a jugar fútbol aquel día de diciembre de 2024.
Luego habían ido a comprar pan, momento en el que fueron detenidos en el sur de Guayaquil. Los niños se llamaban Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, y sus amigos Saúl Arboleda, de 15, y Steven Medina, de 11, quienes vivían en el barrio Las Malvinas, al sur de la ciudad.
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