Caso Malvinas | Altos mandos ordenaron borrar un video de las agresiones a los niños, según testimonio de un sargento
Un sargento procesado en el caso Malvinas expuso una presunta cadena de encubrimiento de un general y tres coroneles, al referirse a un vídeo que grabó el subteniente a cargo de la patrulla enjuiciada.

Un militar esposado participa de una reconstrucción de los hechos del caso Las Malvinas, el 16 de marzo del 2025, en el sitio de la detención de cuatro menores, al sur de Guayaquil.
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Redacción primicias
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Un sargento procesado en el caso Malvinas contó que presuntamente un general y tres coroneles de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) habrían ordenado borrar un video en el que un subteniente aparecía agrediendo a los cuatro menores de edad, previo a su desaparición y posterior ejecución.
El testimonio agrega un nuevo capítulo a uno de los casos más graves de los últimos años sobre la presunta vulneración de derechos humanos por abusos militares en Ecuador.
Josué e Ismael Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina, afroecuatorianos de entre 11 y 15 años, desaparecieron tras una detención ilegal realizada por dos patrullas militares, el 8 de diciembre de 2024 en el sur de Guayaquil, cerca del populoso barrió de Las Malvinas, donde vivían.
Los cuerpos de los niños fueron hallados calcinados el 24 de diciembre de 2024 en un sector agreste de Taura, en el cantón Naranjal (Guayas).
Nelson Oswaldo S. Z., sargento de la Fuerza Aérea y uno de los 17 militares procesados en el caso, rindió, en la audiencia del martes 25 de noviembre de 2025, su declaración ante el tribunal en la décima audiencia del juicio.
Su testimonio expuso detalles hasta ahora desconocidos sobre una presunta cadena de encubrimiento de altos mandos militares.
Interrogatorio del 10 de diciembre
Según el relato del sargento, dos días después de la desaparición de los menores, el 10 de diciembre de 2024, toda la patrulla Tango Charlie de la FAE fue convocada a la Escuela de Infantería Aérea.
Al llegar al lugar, en horas de la noche, el subteniente John Henry Z. E. -oficial al mando de la patrulla de 16 militares en el caso Malvinas- les contó al resto de los involucrados que había estado en el lugar desde la mañana y que había sido interrogado en el lugar por un general y tres coroneles.
El subteniente. según la versión en mención, les reveló a los miembros de la patrulla que había grabado un video la noche del 8 de diciembre de 2024 y que se los habían mostrado a los cuatro superiores que lo interrogaron, según el testimonio.
"Entonces, lo que le supieron manifestar (los altos mandos al subteniente) es que borre ese video, porque el caso sería todavía más polémico de lo que ya era", continua el testimonio del sargento.
El teniente le informó al resto de la patrulla que habían sido trasladados al lugar debido al procedimiento relacionado con los “pelados”, como les llamaban todos, según el testimonio. En la Escuela de Infantería permanecieron retenidos hasta el 31 de diciembre de 2024, cuando se les dictó prisión preventiva.
Todos habían empezado a discutir en la Escuela de Infantería y a culpar al subteniente, porque era quien había dado las disposiciones tras la aprehensión del niño y los tres adolescentes. "Los disparos fueron de él (del oficial a cargo), tanto en el lugar de la aprehensión y donde les dejamos", acusó el sargento.

Video de agresiones
El sargento reconoció que nunca vio el video grabado por el subteniente, pero recordó haber presenciado la noche de los hechos cómo este oficial grababa mientras agredía a los menores en un camino rural de tercer orden, a unos dos kilómetros de la parroquia de Taura, donde los procesados dicen haber dejado abandonadas a las víctimas, al pie de un árbol caído.
"Yo le veo a mi subteniente que saca su teléfono y empieza a hacer un video. Ahí mismo les empieza a grabar y les empieza a pisar los pies, a pisarles la cabeza, a estar parado encima de los aprehendidos".
Nelson Oswaldo S. Z., sargento de la FAE.
Según su testimonio, el subteniente también disparó su pistola a unos 80 centímetros de la cabeza de uno de los menores de edad, antes de abandonarlos desnudos en el lugar.
Fiscalía toma nota de altos mandos
Durante el interrogatorio, el fiscal del caso logró que el sargento identificara con nombres y rangos a los oficiales superiores mencionados: un general, dos coroneles y un teniente coronel.
De ellos, solo el teniente coronel Juan Francisco I. M., quien era el oficial superior de la patrulla Tango Charlie el 8 de diciembre de 2024, está enjuiciado como presunto cómplice en el caso de desaparición forzada.
Este oficial del Grupo de Operaciones Militares de Ámbito Interno (Gomai) Durán, guarda prisión domiciliaria por presuntamente haber alterado evidencia y la escena. El teniente coronel está involucrado como presunto cómplice porque el 11 de diciembre de 2024 dirigió un operativo militar para recuperar evidencias a las afueras de Taura, recuperando prendas de vestir de las víctimas sin informar oportunamente de ello a la Fiscalía ni a la Policía.
Dos días más tarde, el 13 de diciembre, entregaría las prendas recuperadas (dos camisetas, un bóxer, un par de zapatillas blancas y unas zapatillas negras) a un oficial de la Unidad Nacional Antisecuestro y Extorsión (Unase) de la Policía.
Coroneles y un brigadier general
PRIMICIAS revisó el expediente del caso y halló que en la documentación se menciona a oficiales de alta jerarquía de la FAE, entre ellos coroneles y un brigadier general.
- Uno de los comandantes mencionados en el testimonio del sargento invocó la reserva cuando la Fiscalía pidió su colaboración el 12 de diciembre de 2024, informando que las operaciones militares tienen calificación de secreto, lo que inicialmente limitó el acceso a la información.
- El brigadier general, que -según el testimonio- habría estado presente en el interrogatorio al subteniente, dispuso la desclasificación de oficios reservados el 28 y 29 de diciembre de 2024, que contenían información sensible sobre la novedad en el sector de Taura.
- Mientras que el Presidente del Tribunal de Disciplina Militar -otro alto oficial mencionado en el testimonio- fue recusado por un grupo de los militares procesados, que lo señalaron por presuntamente realizar un interrogatorio sin la presencia de un abogado defensor, en un lugar no autorizado y sin la presencia del resto del tribunal militar.

Disparos durante en la detención
El sargento también reveló que el subteniente efectuó disparos de pistola durante la detención de los cuatro menores de edad en el sur de Guayaquil (en la avenida 25 de Julio y Ernesto Albán), donde la patrulla militar los interceptó bajo la acusación de estar robando a transeúntes. Además, señaló que el cabo Sergio Francisco V. B. también disparó con su fusil en la escena de la captura.
El militar le contó al tribunal que, al escuchar las detonaciones, inicialmente no supo quién había disparado, pero cuando toda la patrulla estuvo aprehendida en la Escuela de Infantería Aérea de Guayaquil los señalados, el cabo y el teniente, reconocieron que habían sido ellos.
La mayoría de los acusados niega haber escuchado disparos en las dos escenas. Pero estos detalles coinciden con lo relatado por Josué Arroyo, de 15 años, quien en una llamada que logró hacer desde Taura indicó a su padre que los militares llegaron "disparando a lo loco", que los detuvieron y golpearon.
En su testimonio, el sargento pidió disculpas a las familias de las víctimas por ocultar información en sus primeras versiones de los hechos, pues dijo haber sido incitado a mantener una misma línea de defensa por su oficial y un abogado.
Su versión cambió en una segunda reconstrucción cuando decidió colaborar con la Fiscalía, siendo uno de los cinco procesados que plegaron a un mecanismo de cooperación eficaz, quienes señalan que la patrulla militar dejó a los niños golpeados y desnudos, pero con vida, en Taura.
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