Extorsiones asfixian a los tenderos en Guayaquil: “No sabemos hasta cuando vamos a poder resistir”
La violencia criminal se ensaña con los pequeños negocios. Una comerciante murió asfixiada tras ser secuestrada y más de la mitad de los tenderos enfrentan amenazas y 'vacunas', según el gremio.

Una mujer compra a través de la reja de una tienda de Samanes 2, norte de Guayaquil, el 13 de junio de 2025, en el barrio donde bandas de extorsionadores detonaron tres explosivos en mayo.
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PRIMICIAS
Autor:
Redacción Primicias
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La tienda de “Don Pablo” (nombre protegido), en Samanes, al norte de Guayaquil, sigue abierta, pero no sabe por cuánto tiempo más, dice. En su voz se mezcla la indignación con el miedo. Desde finales de 2024 ha visto cómo su barrio se ha convertido en un blanco constante de los extorsionadores.
Primero fueron disparos contra tiendas y panaderías, relata. Luego, las amenazas llegaron con explosivos y panfletos a las fachadas de las propias viviendas, como quedó en evidencia tras tres atentados con bombas artesanales, registrados contra domicilios el mes pasado en Samanes 2.
“Dispararon contra dos panaderías vecinas y contra una tienda grande, les pidieron una entrada de USD 5.000 (como vacuna extorsiva). Las panaderías cerraron. Pero en la tienda ahora pagan USD 100 semanales, eso mensualmente suma el valor de otro arriendo en el sector”, dijo el tendero.
“No sabemos hasta cuando vamos a poder resistir. A mi negocio todavía no llegan (los vacunadores), porque estoy en un local pequeño, supongo, pero en el momento en que vengan tendré que cerrar. Es imposible sostener un negocio así”, agrega.
En Guayaquil existen entre 17.000 y 18.000 tiendas de barrio y gran parte de los comerciantes no están asociados, pero el gremio estima que más de la mitad de los negocios ha recibido amenazas o ha accedido a pagar una vacuna extorsiva al menos una vez.
Se trata de niveles similares a los que expuso el año pasado una encuesta del Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO), que determinó que al menos un 62% de los pequeños negocios y empresas había accedido a pagar vacuna o extorsión.
Un 50% de los extorsionados dijo haber pagado 'vacuna extorsiva' más de una vez. Casi la mitad de las víctimas teme denunciar o considera que poner una denuncia “no sirve de nada”, mientras crece la desconfianza institucional de forma proporcional.
La tienda como blanco
En las últimas semanas, el fenómeno ha golpeado especialmente a los barrios del norte, donde el crimen organizado sufre un proceso acelerado de fragmentación y se disputa el control del territorio.
El caso más estremecedor ocurrió el 6 de junio de 2025, cuando la Policía halló los cuerpos sin vida de cuatro personas en el interior de una cisterna subterránea en Nueva Prosperina, al noroeste.
Una de las víctimas era una comerciante de nacionalidad china, secuestrada una semana antes mientras atendía su tienda en la ciudadela Martha de Roldós. Dos hombres la cargaron en peso y se la llevaron en un vehículo, amenazando con armas a familiares que intentaron impedir el plagio.
En Las Orquídeas, también al norte, donde se registra el cierre de locales debido a las extorsiones, tenderos exigen seguridad y denuncian el repunte del delito desde hace tres meses. Los delincuentes dejan panfletos en los negocios y envían mensajes con amenazas de destruir sus locales.
El pasado miércoles 11 de junio, militares decomisaron 33 tacos de pentolita y uno de dinamita en esa ciudadela, un material con la capacidad de destruir cinco casas o afectar una manzana. Dos presuntos vinculados a la banda criminal Los Águilas, resultaron detenidos.
La presión sobre los tenderos se ha agravado en medio de la fragmentación de las bandas criminales. Según la Policía, en el distrito Pascuales —con más de 600.000 habitantes— bandas como Los Tiguerones se han dividido multiplicando los actores armados que buscan obtener rentas ilegales. En el sector también operan grupos como Los Choneros. Los Águilas y Los Lobos.
Los Tiguerones, aliados a Los Águilas, enfrentan a sus propias disidencias: los Igualitos y los Fénix. "Están presionando a todos los negocios para evitar que otras bandas entren a sus zonas o al menos eso es lo que dicen para presionar por los pagos extorsivos", dice un comerciante de Mucho Lote.

Tenderos en crisis piden acción estatal
Tras una serie de masacres y muertes selectivas en el distrito Pascuales, que se extiende por gran parte del norte de Guayaquil, las Fuerzas Armadas desplegaron a 300 militares que comenzaron a patrullar a pie, en camiones y vehículos tácticos. Pero los comerciantes piden que la medida sea permanente.
El aumento de extorsiones es una respuesta desesperada de las bandas por recuperar economías ilegales afectadas por la Fuerza Pública, según el teniente coronel Danny Cano, jefe de Coordinación Operacional de la Zona 8, que abarca a Guayaquil, Durán y Samborondón.
El oficial explicó que la Policía reforzó la unidad antisecuestro y extorsión en la ciudad y recepta denuncias anónimas al 1800 DELITO (335486). Las Fuerzas Armadas mantienen habilitada la línea 131 para denuncias y un plan de recompensas.
“Las tiendas de barrio generan más de 500.000 empleos directos y 1,2 millones indirectos, por lo que su fortalecimiento es vital para la economía nacional. La tienda es autoempleo, un negocio en gran medida de supervivencia”.
Asociación Red de Tenderos RET.
Un representante de la Asociación Red de Tenderos RET, que agrupa a 3.000 tenderos a escala nacional, le confirmó a PRIMICIAS que existe miedo y cierre silencioso de tiendas por la violencia en Guayaquil. No hay cifras concretas, pero el fenómeno es “evidente y extendido”.
La asociación trabaja para mantener las tiendas abiertas y brindar herramientas de resiliencia en un sector que venía golpeado por la pandemia de Covid-19 y que es amenazado por el auge de las tiendas de descuentos con productos a bajo precio, a lo que se suma el impacto de la inseguridad.
La RET trabaja en conectar a los tenderos directamente con las marcas, sin intermediarios, en encontrar nuevas fuentes de ingreso (como ventas de electrodomésticos y un proyecto de apuestas responsables con Fedeguayas, denominado Fedebet), a fin de que los tenderos logren sobrevivir al actual escenario.
Los tenderos piden políticas públicas y respuestas institucionales tanto del Gobierno Nacional como de los organismos seccionales ante la crisis de un sector que genera 500.000 empleos directos en el país.
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