Incautación de 800 kilos de cocaína con doble prueba de reactivo destapó robo de drogas en bodegas policiales
La sustracción de 321 kilos de cocaína de los contenedores de la Policía en Guayaquil tuvo un precedente clave. En una fábrica se incautó un cargamento que ya había pasado por custodia policial.

Un Policía de la Unidad Canina revisa un cargamento de banano en el puerto marítimo del sur de Guayaquil, cerca de donde se encuentran las bodegas de antinarcóticos de la Policía.
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AFP
Autor:
Redacción Primicias
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Una incautación de drogas en noviembre de 2023 encendió las alarmas dentro de la Policía Nacional. El hallazgo de 875 kilos de cocaína en una fábrica del distrito Pascuales, al norte de Guayaquil, resultó revelador. Los bloques de droga incautados ya habían sido verificados anteriormente por la propia Policía y, de manera sospechosa, habían vuelto a las calles.
Un doble punto azul turquesa en los bloques blancos de cocaína, correspondientes a las pruebas técnicas con reactivos aplicadas a los cargamentos por Criminalística, resultó ser una señal para los agentes de que la droga había pasado previamente por una bodega oficial.
“Ese doble punto turquesa solo aparece cuando se realiza primero una prueba IPH (Informe Policial Homologado) tras la incautación; se coloca el reactivo y el positivo para clorhidrato de cocaína da esa tonalidad”, explicó un oficial familiarizado con el caso, que habló bajo reserva. “Cuando se deposita en el Ministerio del Interior para su destrucción se vuelve a hacer la prueba, de allí el doble punto”.
La redada que dio con el hallazgo de los 875 kilos de cocaína se ejecutó la madrugada del domingo 12 de noviembre de 2023, tras el allanamiento a una fábrica ubicada en el sector de Montebello, en el distrito policial de Pascuales. Cuatro personas fueron detenidas.

Alerta cuatro meses antes
El 23 de noviembre de 2023, tras una investigación interna, el entonces jefe antinarcóticos de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), el teniente coronel Guillermo Palacios, alertó a su superior sobre el potencial riesgo de robo de droga a las bodegas policiales del sur de Guayaquil.
Palacios, que en abril de 2025 pidió la baja y salió del país tras denunciar amenazas contra su vida, denunció en la Fiscalía que advirtió además al Jefe Nacional Antinarcóticos sobre una lista de policías sospechosos y solicitó su rotación inmediata. Las acciones preventivas nunca llegaron, dijo.
Cuatro meses más tarde, el 29 de febrero de 2024, se confirmó tras una inspección la sustracción de 321 kilos de cocaína, que habían desaparecido de la bodega de la Unidad Canina de Antinarcóticos, ubicada en el sur de Guayaquil, junto a la zona portuaria.
El robo ocurrió mientras los paquetes permanecían bajo custodia policial en espera de su destrucción oficial en una bodega que almacenaba unas 67 toneladas de droga, en 14 contenedores. Siete bultos habían desaparecido de un contenedor, según la denuncia, que más de un año después sigue en etapa de investigación en la Fiscalía, sin procesados ni detenidos.
El narcotráfico detrás del uniforme
Estos dos antecedentes están lejos de ser los únicos casos de presunto robo de droga por parte de policías en Guayaquil, en medio de una creciente infiltración del narcotráfico en las fuerzas del orden, que en el caso de servidores policiales se remonta al menos hasta 2022 con el caso Jaguar.
Cinco policías acusados de sustraer droga de urbanización en Guayaquil:
- El 11 de junio de 2024, cinco policías fueron acusados de acudir de madrugada (03:00) a la urbanización Olimpus en Los Ceibos, norte de Guayaquil, en tres patrulleros, una camioneta y un furgón. En un domicilio del conjunto residencial -y tras someter al guardia de seguridad-, los sospechosos habrían cargado el camión con droga para luego huir del lugar. Más tarde, en esa misma casa, la Policía halló más de una tonelada de droga. El abogado de los policías prófugos ventiló amenazas de Los Choneros, aparentes dueños del cargamento de droga.
Cocaína en tráiler baleado; policías en servicio activo bajo sospecha:
- La madrugada del 19 de mayo de 2024, sujetos armados balearon el cabezal de un tráiler de transporte pesado en el kilómetro 28 de la vía Perimetral, al noroeste de Guayaquil. En un doble fondo se hallaron 55 paquetes tipo ladrillo de cocaína. Policías en servicio activo terminaron involucrados con el presunto robo de cocaína en este caso.
Caso Jaguar revela red interna de policías vinculados al narcotráfico:
- En el denominado caso Jaguar, la Fiscalía informó de la detención de nueve personas en Guayaquil el 18 de abril de 2024 (policías en servicio activo o pasivo) procesadas en una investigación iniciada en 2022, tras el robo de 2.350 kilos de clorhidrato de cocaína de una bodega policial en Napo. La red habría operado desde dentro de la Policía Nacional, sobornando a miembros de unidades élite con montos de entre USD 6.000 y 30.000 a cambio de información sobre operativos antidrogas, según la Fiscalía. Se incautaron cerca de USD 1,5 millones en efectivo durante los allanamientos en Quito, Guayaquil, Santo Domingo y Machala.
Una estructura infiltrada en la Policía
La estructura criminal conformada por policías en servicio activo y en retiro, destapada en el caso Jaguar, se dedicaba entre otros delitos a la presunta sustracción de droga decomisada para reinsertarla en el mercado ilícito. Tenía nexos con el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación en México, según la Fiscalía.
La misma red estaría relacionada con el robo de droga de la bodega policial en Guayaquil. Un sargento -involucrado en el caso Jaguar- vinculado a la red del narcotraficante Wilder Sánchez Farfán, alias 'Gato Farfán', es señalado como quien reclutaba a uniformados en Guayaquil y facilitaba la reventa de cocaína a través del grupo armado organizado de Los Lobos.
La organización operaba desde dentro de la institución y utilizaba diversas estrategias. Una de estas maniobras consistía en sustraer entre 10 y hasta 50 kilos de cada alijo bajo el pretexto de realizar pruebas de Criminalística. Supuestamente “era para repetir pruebas químicas”, pero esa droga iba a parar al microtráfico como se advirtió en la incautación de Pascuales.
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