Dinero y presiones de amigos o familiares: las vías del reclutamiento criminal de adolescentes en Ecuador, según estudio
Un estudio realizado en nueve ciudades revela que 13,6% de adolescentes reporta tener familiares vinculados con grupos criminales. Presión de grupo e incentivos económicos son parte de las estrategias de las bandas para captar niños y adolescentes.

Cuatro detenidos en un operativo realizado en el distrito Florida.
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Policía Nacional
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"Muerte aquí. Muerte allá. Vivo en Socio Vivienda. El 13 de octubre mataron a tres chicos, cuatro o cinco, a uno lo había visto, vivía en los condominios, era jovencito. Yo escuché (que lo mataron) porque él había hecho unas chácharas a otro duro”, dice una adolescente de 14 años que vive en Guayaquil.
Su testimonio forma parte del Estudio sobre vinculación de niños, niñas y adolescentes a organizaciones criminales en Ecuador, que encontró que grupos como Tiguerones y Chone Killers reclutan adolescentes a través presión grupal y emulación de conducta. Mientras que Los Choneros y sus grupos afines los captan a través de incentivos económicos.
El documento, que fue presentado el 25 de junio de 2025, fue elaborado por el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO) y la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) con el financiamiento de la Embajada de Estados Unidos en Ecuador.
El estudio se basa en un análisis entre menores de 12 a 17 años en nueve ciudades de la Costa: Manta y Portoviejo, en Manabí; Machala, en El Oro; Babahoyo y Quevedo, en Los Ríos; Esmeraldas, en Esmeraldas; Santa Elena, en Santa Elena; y Guayaquil y Durán, en Guayas.
Este documento hace un acercamiento a las motivaciones individuales, sociales y culturales que inciden en la vinculación de los menores con organizaciones criminales. Para esto, se realizaron talleres con docentes, psicólogos, adolescentes en situación de riesgo, así como 23 entrevistas y 2.948 encuestas a estos menores.
El 51,1% de los adolescentes encuestados aseguró que en sus barrios o sectores había presencia de grupos delictivos.
Los principales resultados
El informe señala, en primera instancia, que en Ecuador las estrategias de reclutamiento forzado para grupos criminales operan principalmente mediante incentivos de vinculación, sobre la coerción directa. Es decir, las bandas reclutan a menores ofreciéndoles algo a cambio, antes que obligándolos.
Entre los mecanismos más frecuentes se encuentran el ofrecimiento de recompensas y la explotación de necesidades económicas, como en el caso de Los Choneros. Así como las presiones ejercidas por el círculo social de amigos y familiares; y la imitación de conductas y estereotipos propios del grupo, como sucede con Tiguerones y Chone Killers.
“El sentido de pertenencia y admiración hacia el colectivo, la protección brindada, así como la precariedad derivada de la pobreza y la desigualdad social”, son las causas identificadas para la vinculación de menores a los grupos delictivos organizados. Mientras que la motivación para los grupos criminales es la instrumentalización de los menores por su inimputabilidad, es decir, que no podían ser procesados penalmente por lo delitos.
Sin embargo, el 24 de junio de 2025, la Asamblea Nacional aprobó la Ley de Integridad Pública, que establece sanciones de hasta 15 años de internamiento institucional para menores de edad que cometan delitos de gravedad relacionados con el crimen organizado, como homicidios.
Del total de los menores que formaron parte del estudio a través de encuestas:
- 8,1% —alrededor de 300 menores— reconoció su pertenencia a un grupo criminal.
- 11% de los menores respondió que su motivación para vincularse a estos grupos fue el deseo de abandonar el hogar.
- 22% señaló el sentimiento de importancia y respeto.
Además, la investigación halló particularidades en algunos de los territorios analizados. Por ejemplo, en Babahoyo, Quevedo y Durán los adolescentes entrevistados y encuestados enfrentaron obstáculos para continuar su educación debido a la falta de recursos económicos, el cierre de escuelas rurales, la necesidad de migrar y la violencia en los entornos escolares.
Mientras que en Esmeraldas, el 25,8% de menores encuestados reconoció tener familiares vinculados a bandas criminales. A nivel general, en las nueve ciudades analizadas, el 13,6% reporta tener familiares vinculados y el 27,6% tener conocidos involucrados.
"Sí, en mi colegio también son de banda ahí adentro, es por eso que querían ponerle una bomba a los de otra banda (...) los Choneros, de adentro por la ladrillera (...) por ahí más adentro y está cerca de la Flor de Bastión. Contra una banda de por ahí, donde yo vivo (…) los Tiguerones”, relató otro adolescente de 12 años, que fue entrevistado en Guayaquil.
La relación de los menores con los crímenes
Desde 2021, Ecuador atraviesa un crecimiento superlativo de violencia criminal. En 2023, la tasa de muertes violentas por cada 100.000 habitantes llegó a 46; en 2024 se redujo a 39. Lo que ha convertido al país en el más violento de Latinoamérica.
Según datos oficiales incluidos en el Estudio, entre 2019 y 2023, los asesinatos de personas de entre 12 y 17 años se incrementaron en un 640%.
Para 2024, en cambio, si bien se registró una reducción del 14,8% en los homicidios a escala nacional, el análisis por rangos de edad revela que en el grupo de 0 a 17 años, se produjo un aumento de 36 homicidios con respecto al año anterior.
Según datos de la Fiscalía, además, entre enero de 2020 y octubre de 2024 se registraron 1.278 jóvenes sospechosos y procesados en delitos graves, entre los que están el tráfico de drogas, robo, homicidios/asesinatos y la tenencia de armas.
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