La colada morada y las guaguas de pan ecuatorianas llegan a Times Square, en Nueva York
La comunidad ecuatoriana podrá recordar el Día de los Difuntos, este domingo 2 de noviembre, con colada morada, guaguas de pan y pasillos en homenaje a Julio Jaramillo en la icónica zona de Nueva York.

Ecuatorianos se congregaron a mediados de septiembre por el evento Ecuador ilumina Times Square, que se organizó en la turística zona de Nueva York.
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NUEVA YORK. Times Square volverá a 'hablar' en ecuatoriano. Este domingo 2 de noviembre, a las 3:00 de la tarde, el corazón de Nueva York se llenará del aroma a clavo de olor, mortiño y canela: el Consulado General del Ecuador en Nueva York conmemorará el Día de los Difuntos, una de las tradiciones más antiguas y simbólicas del país andino. Entre pantallas luminosas y turistas con cámaras, se repartirán —de manera gratuita— guaguas de pan y colada morada, mientras suenan pasillos dedicados a Julio Jaramillo, ícono de la música nacional.
A mediados de septiembre, Ecuador brilló en ese mismo escenario con el evento “Ecuador ilumina Times Square”, una presentación que reunió a cientos de migrantes y sirvió como carta de presentación del país ante el público neoyorquino. Aquella primera participación dejó una huella profunda y abrió la puerta para que el país regrese, esta vez con una conmemoración ancestral que conecta a los ecuatorianos con sus muertos, pero también con su identidad.
“Nos sentimos profundamente orgullosos de nuestra comunidad”, afirma el cónsul José Sandoval Zambrano, impulsor de esta iniciativa. “La primera participación marcó una pauta y dejó una excelente imagen de la cultura, la naturaleza y los valores del Ecuador. Por eso fuimos invitados nuevamente para conmemorar el Día de los Muertos en Times Square”.
Sandoval explica que la celebración se entiende “desde una doble perspectiva”: por un lado, como un acto íntimo de reafirmación cultural entre los migrantes; por otro, como una forma de mostrar al mundo la riqueza de una tradición ancestral que antecede incluso a los incas. En tiempos precolombinos —recuerda el diplomático— las familias ecuatorianas visitaban a sus difuntos con comida y música, en un ritual de reencuentro que unía lo terrenal con lo espiritual.

Con la llegada de los españoles, esas costumbres se transformaron: las guaguas de pan reemplazaron los cuerpos, y la colada morada —que en sus orígenes se preparaba con harina de maíz morado y sangre de ave o llama— se convirtió en una bebida dulce que evoca unión más que pérdida. Esa resistencia cultural, tejida con siglos de mestizaje, sobrevive ahora en las cocinas de migrantes que hierven frutas y canela para reconectar con su tierra.
Bajo el lema “Ecuador, donde la vida no termina”, el evento busca rescatar esa memoria colectiva. Times Square, uno de los espacios más visitados del planeta, servirá de escenario para una tradición que no teme convivir con la globalidad. En medio de los anuncios electrónicos y el ruido urbano, los ecuatorianos celebrarán que recordar a los que partieron también es una forma de abrazar a los que aún están.

Durante un mes, el Consulado y la comunidad ecuatoriana prepararon los detalles: la convocatoria, los permisos, la escenografía y la participación de empresas que se unieron para donar los insumos del evento. Se repartirán alrededor de 300 kits de colada morada y guaguas de pan, pero solo para quienes se inscribieron previamente. Las inscripciones se cerraron en menos de 15 minutos debido a la alta demanda, aunque el evento sigue siendo gratuito y abierto al público. Quienes asistan sin registro podrán disfrutar de los espectáculos musicales, tomarse fotos en una gigantografía de una guagua de pan y apreciar una muestra de rosas ecuatorianas.
El programa incluirá un homenaje musical a Julio Jaramillo, símbolo de la nostalgia ecuatoriana y voz de una generación que aprendió a amar desde la distancia. Sus pasillos resonarán entre las luces electrónicas y los anuncios de neón. No será solo un espectáculo, sino una declaración cultural: Ecuador también tiene su propio modo de recordar.
La propuesta tiene un trasfondo más profundo: fortalecer el vínculo entre las nuevas generaciones de migrantes y las tradiciones que sus padres y abuelos trajeron consigo. “Es importante que los niños y jóvenes conozcan el verdadero sentido de esta tradición, más allá del Halloween”, señala Sandoval. “Los migrantes vivimos el presente, pero tenemos raíces a las que debemos la cultura y la vida”.
Así, entre luces, cámaras y guaguas sonrientes -este domingo- Ecuador volverá a ocupar su lugar en la ciudad más famosa del mundo. Lo hará sin estridencias, con la serenidad de quien sabe que la vida no termina: solo cambia de forma, de sabor y de distancia.
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