“Mi hijo necesita una operación, pero el hospital no la puede hacer”, la crisis en el hospital Guayaquil que sufren los pacientes
Desde pañales y cubrecamas hasta medicinas e insumos compran los familiares de los hospitalizados en el hospital Abel Gilbert Pontón, del MSP, conocido como Guayaquil. Usuarios hicieron un plantón para reclamar "dónde están las medicinas".

Familiares acompañan a una paciente que espera atención médica en el área de Emergencia del hospital Abel Gilbert Pontón, en el suburbio de Guayaquil. 30 de mayo del 2025.
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Desde el vidrio de la sala donde esperan familiares, Nancy mira la puerta del área de emergencia, atenta a los pedidos que hacen los médicos para la atención de su hijo, ingresado el miércoles 27 de mayo en el hospital Abel Gilbert Pontón, en el suroeste de Guayaquil.
Intenta sin ganas comer una empanada que alguien le vendió dentro del centro médico. No ha almorzado, solo piensa en la operación que necesita su hijo mayor, aquel que tuvo a los 17 años y cuya vida depende de una cirugía que le han dicho que no le pueden hacer en el hospital.
“Comenzó con fuertes dolores de cabeza y con vómitos, pensaba que no era grave, pero luego empezó a convulsionar y le daban como ataques epilépticos, tenía dolores en los brazos, fuertes, le temblaban las manos, las piernas”.
Nancy, madre de paciente
Tras dos episodios de convulsiones y analgésicos que no hacían efecto, Nancy, de 35 años, buscó ayuda médica. Un neurólogo en un centro de salud regentado por una fundación le cobró USD 13 la consulta y le dio una orden para que, a su hijo, de 18 años, le hagan una tomografía urgente.
La hizo el martes 26, en el laboratorio de imágenes de la fundación Damas del Honorable Cuerpo Consular, donde la tomografía -que en centros privados puede superar los USD 200- a Nancy le costó USD 56, por su condición económica.
El neurólogo la revisó y le dio a Nancy una noticia de la que no puede hablar sin contener el llanto. “Me dijo que mi hijo tiene un coágulo en el lado derecho del cerebro y necesita una operación de emergencia”, contó haciendo pausas, intentando detener las lágrimas.
Un guardia de seguridad entra a la sala de espera y grita: “Familiares de Moncayo, acercarse a Emergencia”. Nancy continúa con su relato. Tiene dos hijos más y, además de la cirugía, piensa en las secuelas que le dijo el doctor que podría enfrentar su hijo mayor tras la operación.

“Un corazón quebrantado no desprecia Dios”, repite Nancy al citar la Biblia en Salmos 51:17. “Yo soy evangélica, pero me he apartado de Dios”, se lamenta al buscar entre sus recuerdos las causas del trauma cerebral que tiene su hijo.
Y así recuerda que hace tres meses, él llegó con los retrovisores averiados de la moto en la que se movilizaba. “Me dijo que se había golpeado la cara, pero apenitas, que no le dolía”, contó Nancy, desesperanzada porque en el hospital Guayaquil le dijeron que no lo pueden operar.
“Me dijeron que le tienen que abrir el cerebro, que aquí no tienen lo que se necesita para operar, para sacarle la sangre que tiene coagulada”, lamenta angustiada esta madre que ocupa un asiento en medio centenar de puestos que hay en la sala de espera.

Ahí, cerca de ella, la madre de otro paciente se queja de todo lo ha tenido que comprar para que su hijo sea atendido en el Abel Gilbert Pontón, el hospital de referencia regional del Ministerio de Salud, ubicado en el corazón del suburbio de la ciudad.
Desde pañales hasta cubrecamas, medicamentos para la terapia del dolor, insumos de enfermería y más han tenido que adquirir los familiares, porque el también llamado hospital Guayaquil no tiene.
“Ya he gastado unos USD 1.500 desde que traje a mi hermano, hace 15 días. Lo que más me ha costado son los frascos tramadol que piden para la terapia del dolor. Mi hermano sufrió un derrame, tiene dolores muy fuertes y todavía no lo han operado, dicen que aquí no operan, que lo tienen que derivar a otro hospital”.
Laura, familiar de paciente
Desde que su hijo está ingresado no se ha apartado del hospital. Ella, su mochila y unas gruesas cobijas ocupan el espacio de cuatro asientos en la sala de espera. “Aquí hay baño para ducharse, solo uno, pero es una ayuda para los que venimos de provincia”, contó Laura, quien prácticamente vive en ese centro médico.
Llegó desde Machala. Su hijo fue trasladado en ambulancia al hospital Guayaquil, donde esperaba recibir una mejor atención, que hasta ahora no se ha dado. A todo familiar de pacientes que va llegando, Laura le aconseja que salga a comprar por lo menos un par de pañales, “porque de ley, le van a pedir”.
Plantón de usuarios

Las quejas -confirma Guillermo Leone, presidente de la Federación de Barrios Suburbanos de Guayaquil (Fedebas-G), son una constante en el hospital Abel Gilbert Pontón, donde “la población siempre denuncia que todo le mandan a comprar”.
“Incluso dicen que, si tienen que hacerle una resonancia a su paciente, tienen que alquilar hasta la ambulancia para que lo puedan movilizar, eso es grave, teniendo ambulancias el hospital, recién entregadas en 2023 y 2024”.
Guillermo Leone, dirigente Fedebas-G
El año pasado, Fedebas-G denunció el cobro de USD 26 a los pacientes por una resonancia magnética en el área de neurología, recuerda el dirigente, y agrega que tras cambios en las autoridades del hospital “se tomaron correctivos, pero los problemas persisten”.
El jueves pasado, una veintena de usuarios protestaron afuera del hospital. “Dónde están los insumos”, “arreglen los quirófanos”, “basta de mentiras” y “dónde están las medicinas”, se leía en algunas pancartas con las que expresaron su malestar por las deficiencias del hospital.
“Hacemos un llamado al presidente para que entreguen los presupuestos a los hospitales, especialmente al hospital Guayaquil. Once quirófanos existen aquí, de los cuales cuatro funcionan y de estos hay dos que funcionan a medio nivel, es un problema grave”, reclamaron.
En videos que compartieron en redes sociales, los manifestantes exigieron que el nuevo ministro de Salud, Juan Bernardo Sánchez, atienda la crisis hospitalaria nacional. “Mayor presupuesto para la salud y no para la corrupción”, gritaron entre las consignas.

Durante la protesta, usuarios se acercaron a reclamar por la falta de medicamentos para los pacientes, también los guardias de seguridad denunciaron que se les adeuda cinco meses de sueldos.
Capacidad hospitalaria
El hospital Abel Gilbert Pontón tiene una capacidad de 250 camas de hospitalización y 118 camas consideradas de tránsito para los pacientes que se encuentran en observación o a la espera de un ingreso hospitalario.
“Posee más de ocho quirófanos habilitados, siendo una institución sanitaria de especialidades, de tercer nivel de atención, de referencia nacional, donde se atienden pacientes ambulatorios y hospitalarios con problemas de salud de alta complejidad”.
Hospital Guayaquil
El servicio de neurología -según el hospital- cuenta con siete médicos especialistas. “Tenemos un promedio de 450 cirugías anuales. Somos la única institución de salud del Ministerio que cuenta con un neurocirujano las 24 horas, todos los días del año, brindando atención altamente especializada a pacientes con patologías neuroquirúrgicas”, recalca la entidad.
De acuerdo con esta información, pacientes como los hijos de Laura o Nancy no tendrían que ser derivados a otras unidades médicas del MSP. PRIMICIAS solicitó el 26 de mayo una entrevista a las autoridades de este hospital, pero aún no han dado una respuesta.
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