"Pasé una noche de terror en emergencias del hospital Carlos Andrade Marín, del IESS", relata paciente
Una paciente relata la experiencia que vivió al ingresar en emergencias del hospital Carlos Andrade Marín. Falta de medicamentos y horas de espera con dolores insoportables, son parte del drama. El hospital está intervenido por amenazas que sufrieron sus autoridades.

Imagen del área de Urgencias del Hospital Carlos Andrade Marín, del IESS, el 25 de abril de 2025.
- Foto
Primicias
Autor:
Actualizada:
Compartir:
"Desde hace 12 años sufro de insuficiencia renal. Acudo a una clínica de diálisis en Quito tres veces por semana, durante cuatro horas para recibir el tratamiento. Mi cuerpo cada vez está más débil porque la enfermedad sigue avanzando y hay días en los que me siento realmente mal.
Precisamente, esto pasó a finales de marzo de 2025. Me sentí mal, me explotaba la cabeza y me dolía todo el cuerpo. Me faltaba la respiración, algo que ha venido pasando con frecuencia. Esperé un par de horas para ver si mejoraba, pero eso no ocurrió. Al ver que empeoraba, mi esposo me llevó a emergencias del hospital Carlos Andrade Marín.
Llegamos a las 14:00 aproximadamente y desde que pisé el hospital se ve que no funciona bien. Con el dolor que tenía y la falta de aire tuve que esperar más de una hora solo para que me tomen los signos vitales. Lo terrible es que solo había una persona que atendía para todas las personas que estábamos en ese momento. Calculo que eran unas 15 o 20.
Sin embargo, lo peor estaba por pasar. Al ingresar a la sala de urgencias no había camas suficientes. Había personas en sillas de ruedas. Ahí esperé casi cuatro horas para ser atendida. Los televisores estaban prendidos a todo volumen, cuando se supone que debería haber el menor ruido por los pacientes.
"No había medicamentos ni insumos".
Paciente del HCAM
Mientras esperaba que me atiendan, me decían que los especialistas estaban por llegar, pero nada más. Es terrible que se demoren habiendo tantos pacientes. Es como que no hubiera una buena organización o disponibilidad de médicos.
Tengo que decir que la atención de los médicos fue buena. Me enviaron a hacer los exámenes y ahí también tuve que esperar una hora más o menos. El problema es que en hay que esperar horas y horas en cada proceso. Hasta recibir los resultados pasaron unas dos o tres horas. Lo primero que me mandaron a poner fue un suero, que no había en el hospital.
Mi esposo tuvo que ir a comprar en una de las farmacias que abundan en los exteriores y que parecería que tienen un negociado con la gente del hospital. Todo lo que no hay en el hospital, curiosamente sí tienen las farmacias.
Pasé toda la noche en una cama en urgencias viendo la entrada y salida de pacientes que también se quejaban por la atención. Verá que la atención en el hospital Carlos Andrade Marín no es gratis como nos quieren hacer creer.
"Nosotros aportamos mensualmente al IESS y no recibimos la atención adecuada".
Paciente del HCAM
Al día siguiente, mi esposo fue a descansar y llegó mi hija. Me dijeron que espere hasta ver si mi estado de salud mejoraba. Lo que nunca supe bien fue qué tratamiento me suministraron porque no me decían nada. Como hay decenas de pacientes, hacen todo al apuro.
Cuando eran alrededor de las 18:00 me dijeron que me iba a dar el alta médica y que regrese si me sentía mal. Yo me preocupé porque no me sentía del todo bien. Mentiría si diría que estaba mal, pero no me sentía al 100% como para irme a la casa.
Me quejé con los médicos y les dije que si me pasaba algo era su responsabilidad. No sé cómo llegó mi reclamo al Departamento de Bienestar Social, pero me llamaron para preguntar sobre mi estado de salud. Ellos me atendieron muy bien, pero concluyeron que no debían enviarme a casa porque aún estaba delicada de salud. A las 22:00 del día siguiente salí.
Tengo que decir que fue una noche de terror la que viví. Es terrible porque tratan a los pacientes como que no tuviéramos dignidad. No son todos porque hay médicos y otros funcionarios muy buenos pero, en general, la situación del hospital es mala y parece que nadie hace nada para que mejore.
Compartir: