Crisis hospitalaria | Trabajadores de un hospital de Quito llegaron a vender 'hot dogs' para financiar la comida de los pacientes
El Hospital Enrique Garcés de Quito opera al límite. Hay riesgo de que algunos servicios, como limpieza y alimentación, se suspendan por falta de pago a proveedores.

Pacientes del Hospital Enrique Garcés de Quito, en julio de 2025.
- Foto
Cortesía pacientes
Autor:
Actualizada:
Compartir:
"Una crisis sin precedentes". Así califican médicos y trabajadores del Hospital General Enrique Garcés de Quito a la grave situación que atraviesa esta casa de salud, cuya administración recae en el Ministerio de Salud.
Su personal asegura que en 43 años de funcionamiento "nunca hemos vivido una situación tan grave como esta". Esta crisis, que amenaza con paralizar algunos servicios, se retrata -por ejemplo- en la falta de comida que sufrieron pacientes y personal médico a finales de mayo e inicios de junio de 2025.
En esos días, el hospital atravesó una situación tan desesperante que un grupo de trabajadores llegó a vender 'hot dogs' en los exteriores del hospital para obtener recursos y comprar comida para los pacientes, pues el proveedor de alimentos suspendió la entrega por atrasos en los pagos.
Pacientes y médicos que conversaron con PRIMICIAS recuerdan que, mientras esta venta se realizaba en la entrada principal del hospital, otro grupo de trabajadores fue al mercado Mayorista (sur de Quito) para buscar donaciones de frutas y verduras para completar la dieta para los pacientes.
La falta de alimentos provocó que médicos y enfermeras no reciban comida durante dos semanas para destinar todo a los pacientes. En medio de este problema, el proveedor de alimentos decidió retomar las entregas, tras recibir un pago del Hospital Eugenio Espejo, donde presta el mismo servicio.
Sin embargo, documentos del Hospital Enrique Garcés muestran que lleva tres meses de retraso en los pagos, lo que representa unos USD 60.000 solo a un proveedor, pues el hospital tiene trabajadores que cocinan y sirven los alimentos.
A esta suma hay que añadir otros USD 60.000 que necesita para los últimos cuatro meses del año. "Esta deuda pone nuevamente en riesgo la alimentación del personal médico y de los pacientes porque el proveedor puede decidir suspenderla en cualquier momento", dicen médicos y pacientes.
Pero ese no es el único servicio que podría suspenderse. El hospital también mantiene una deuda de USD 135.000 con la empresa de seguridad. Este aspecto también es importante, pues en este hospital se activan unas 80 veces al año el denominado Código Plata.
Esta estrategia se activa cuando llegan pacientes con heridas de armas de fuego o comportamiento agresivo que ponen en riesgo al personal médico y al hospital en general.

Con relación a la limpieza, PRIMICIAS conoció que la deuda asciende a USD 567.000. Como ocurre con la alimentación y seguridad, este servicio puede suspenderse en cualquier momento por incumplimiento del contrato.
Estas preocupante realidad fue corroborada por un alto funcionario del Ministerio de Salud, que pidió la reserva de su identidad por miedo a represalias.
Recorte de presupuesto
El Hospital Enrique Garcés también es víctima del recorte prespuestario que ha implementado el Gobierno del presidente Daniel Noboa al sector de la salud. En 2024, el Ministerio de Finanzas le asingó USD 38,3 millones, mientras que en 2025 el monto cayó a USD 33,5 millones. Una reducción de USD 4,8 millones.
Sin embargo, el problema no se limita únicamente a la disminución presupuestaria, sino que las asignaciones no llegan a tiempo o lo hacen a cuentagotas. Una de las áreas más afectadas es la que se dedica a la compra de medicamentos.
Para 2025, el hospital tiene un presupuesto de USD 4,8 millones, pero solo recibió USD 2 millones hasta agosto. Este panorama empeora en el área de insumos, pues de los USD 11,2 millones que supuestamente debería recibir, apenas ha recibido con USD 1,3 millones.

"Con ese nivel de asiganación es imposible manejar un hospital y peor uno de segundo nivel como el Enrique Garcés", dicen los médicos.
Datos a los que accedió PRIMICIAS muestran que, entre enero y agosto de 2024, este hospital atendió a 97.906 pacientes en consulta externa y otros 28.031 en emergencia. Los médicos también atendieron 5.531 cirugías y más de 1.000 partos. Estás cifras convierten al Enrique Garcés en el segundo hospital del Ministerio de Salud más importante de Quito, detrás del Eugenio Espejo.
Pese al número de atenciones que registra, gran parte de sus instalaciones están dañadas o descuidadas. Videos proporcionados por pacientes y familiares muestran que hay puertas rotas, baños en mal estado, habitaciones vetustas y techos a punto de caerse que "no son adecuadas para pacientes que necesita algo de confort para recuperarse", se quejan los médicos.

La exministra de Salud, Ximena Garzón, dice que "manejar un hospital como el Enrique Garcés no es nada fácil." Se refiere a los altos niveles de corrupción que presenció durante su administración (2021-2022).
"Había médicos que no cumplían su horario de trabajo, que se salían de las guardias. También era difícil manejar todo el inventario de medicinas e insumos", recuerda.
Para la exfunciaria también es necesario que existan los recursos necesarios para que el hospital funcione. "Si no hay dinero, todo seguirá igual", advierte.
¿Nueva torre hospitalaria?
Para el primer trimestre de 2025 estaba previsto el inicio de los estudios para la construcción de una nueva torre en el Hospital Enrique Garcés. Sin embargo, hasta la segunda semana de septiembre de 2025 el ofrecimiento del Gobierno se ha quedado solo en el discurso.
Esta obra, dicen los médicos, es fundamental para una mejor operatividad, pues el hospital no ha tenido una intervención integral desde que empezó a funcionar, en 1982. "Tenemos puertas, lavabos, pisos, techos de los años 70 y 80 que no corresponden a un hospital de este nivel", aseguran.
Ellos creen que, si no se toman correctivos urgentes, esta casa de salud cerrará algunos servicios por la falta de presupuesto, equipos e insumos.
Compartir: