¿Dudas por el documento ITIN en Estados Unidos? Lo que todo migrante debe aclarar ahora

NUEVA YORK. El problema empezó con un sobre blanco que llegó a la casa. Era un cheque del distrito escolar: un pequeño reembolso por actividades extracurriculares para el hijo de Monse, ecuatoriana y empleada de cocina en Nueva York. La maestra le había dicho que lo cambiara “en cualquier banco”, como si fuera tan sencillo.

Pero Monse no tenía cuenta. La suya había sido congelada meses atrás por no poder verificar su identidad. Sin un documento identificador laboral y tributario y sin un ITIN (Número de identificación fiscal), ningún banco quiso abrirle una nueva; y las agencias de cambio le retenían hasta un 10% del valor del cheque. El dinero que debía aliviar un gasto terminó convirtiéndose en un recordatorio de las dificultades que enfrentan quienes no cuentan con documentos que el sistema pueda validar. En un país donde la mayoría de gestiones exige una identidad verificable, cualquier vacío —ya sea la falta del fundamental Social Security, de un ITIN o de un historial fiscal básico— complica incluso trámites mínimos.

Tramitar el ITIN es clave

En ese escenario, esta herramienta tributaria cumple un papel práctico. No es un documento migratorio ni abre una vía legal, pero sí permite realizar gestiones que requieren un número fiscal reconocido: abrir cuentas bancarias, recibir pagos electrónicos, formalizar pequeños negocios o registrar ingresos que antes quedaban dispersos. La especialista en asuntos migratorios Tatiana Vivas lo resume así: “El ITIN no es una vía migratoria, pero sí es una herramienta de protección financiera”. 

El ITIN, que en inglés es la sigla de Individual Taxpayer Identification Number)  también aparece en algunos procesos administrativos donde se solicita comprobar identidad o residencia, y ayuda a demostrar que una persona mantiene un registro fiscal ordenado. Aunque no incide directamente en decisiones migratorias, permite dejar constancia de que se cumple con obligaciones básicas, un aspecto que varias propuestas legislativas han considerado como indicador de arraigo.

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Aun así, la desinformación pesa. En comunidades latinas de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, algunas personas han dejado de renovar su ITIN o prefieren no solicitarlo por temor a que sus datos sean utilizados en su contra. Vivas aclara este punto: “El IRS no utiliza el ITIN para buscar ni delatar a personas indocumentadas… La ley protege esta información y prohíbe su divulgación en la mayoría de casos” 

Existe un acuerdo limitado entre el Departamento del Tesoro y Seguridad Nacional, pero se aplica solo en situaciones muy específicas, como órdenes finales de deportación o investigaciones criminales federales. No está relacionado con trabajadores que declaran ingresos o intentan organizar su vida financiera, asegura.

El ITIN, fundamental en el sistema

La inseguridad aumenta entre quienes trabajan por horas o reciben parte del pago en efectivo. Si esos ingresos no quedan registrados —y el ITIN es una de las vías más comunes para hacerlo— cualquier inconsistencia puede convertirse en un obstáculo. La especialista explica que no reportar lo que corresponde puede verse como un incumplimiento fiscal, algo que sí puede influir en trámites migratorios. Con el ITIN, en cambio, se puede empezar a dejar constancia de lo que se gana y evitar aparecer, en documentos oficiales, como alguien sin participación en el sistema.

Los bancos, por su parte, están obligados a verificar la identidad de todos sus clientes. Cualquier dato que no coincida —un cambio de nombre, un documento vencido o una información incompleta— puede activar bloqueos preventivos. Aunque el ITIN no funciona como identificación oficial, sí añade una capa de verificación, porque para obtenerlo el IRS confirma directamente la validez del pasaporte presentado. En un entorno financiero estricto, esa verificación adicional reduce la posibilidad de cierres inesperados.

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Junto a ello aparecen riesgos externos. En redes sociales proliferan servicios que ofrecen tramitar el ITIN sin credenciales ni supervisión. Vivas recomienda precaución: “Para el ITIN entregas tu pasaporte; necesitas confiar en quien lo recibe. Verifica credenciales, experiencia, reseñas, y nunca envíes dinero por adelantado”.

Los cursos rápidos que prometen formar preparadores de impuestos pueden tener utilidad solo si existe una base profesional previa; de lo contrario, dejan a los usuarios expuestos.

Todo esto se desarrolla en un contexto donde la migración y los requisitos administrativos son objeto de debate frecuente. En medio de esas dinámicas, este documento se presenta como un recurso sencillo para quienes necesitan ordenar su información fiscal. No otorga estatus legal ni influye por sí mismo en procesos migratorios, pero permite registrar ingresos y mantener un historial básico que muchas instituciones solicitan para distintos trámites.

Para quienes viven entre exigencias administrativas y dudas frecuentes, entender cómo funciona este número puede ayudar a manejar mejor un sistema que requiere comprobantes para casi todo.