La Junta de Beneficencia adquiere cinco planteles en Guayas y duplica a 5.000 su alumnado
Las inversiones alcanzan USD 1 millón y se concentran en unidades educativas en el sur de Guayaquil, Nobol, Playas, Santa Lucía y Lomas de Sargentillo. El proyecto también incluirá en el futuro un plantel en Monte Sinaí.

imagen de la unidad educativa Mercedes Calderón, de la Junta de Beneficencia, en el sur de Guayaquil, que abrirá sus puertas este año lectivo. 29 de abril del 2025.
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Después de más de un siglo concentrada en su misión hospitalaria y administrando dos planteles en el centro-norte de Guayaquil, la Junta de Beneficencia expande su labor educativa hacia el sur de la ciudad, llegando incluso a varios cantones del Guayas como Nobol, Playas, Santa Lucía y Lomas de Sargentillo.
Con una inversión que alcanza el USD 1 millón, esta institución guayaquileña adquirió para este año lectivo cinco nuevas unidades educativas, que se suman a las que ya tenía, Santa Luisa de Marillac y José Domingo de Santistevan, ambas en el centro norte de la ciudad.
Ubicada en las faldas del cerro Santa Ana, la escuela José Domingo Santistevan abrió sus puertas con 24 niños hace 120 años, el 5 de enero de 1905, y su primer director fue monseñor obispo Domingo Comín; mientras que Santa Luisa de Marillac se fundó el 20 de septiembre de 1929 en un terreno donde funcionaba el asilo Bien Público, regentado por las hermanas de la Caridad provenientes de París.
En ambas instituciones se recibían a niños huérfanos y de escasos recursos económicos, a quienes se les brindaba educación primaria, alimentación y formación espiritual. Hoy cuentan, en conjunto, con unos 2.400 estudiantes a quienes se les aplica un modelo educativo que ha evolucionado con las nuevas tecnologías y con las necesidades de la sociedad actual.

“El modelo educativo de la Junta está basado en tres pilares fundamentales: logros de aprendizaje, formación humana y, ya en el bachillerato, formación empresarial”, explica Ileana Piedrahita, jefa de Proyectos y Gestión Interinstitucional de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Este modelo se aplica en jornadas extendidas en las que los estudiantes permanecen en el plantel hasta las tres de la tarde y, cuando reciben actividades extracurriculares, hasta las seis de la tarde.
Con la jornada extendida -explica Piedrahita- se aseguran los conocimientos aprendidos de los alumnos y se generan habilidades blandas que favorecen el desempeño en el bachillerato y en sus prácticas empresariales, pues los estudiantes almuerzan en el colegio, comparten con sus compañeros y desarrollan proyectos en espacios de gobernanza como el municipio escolar.
“Tenemos ese espacio por semana donde ellos ejercen un liderazgo, les damos espacio para que se organicen. La jornada extendida es necesaria en los colegios de Guayaquil, creemos que los tiempos de ocio llevan a los jóvenes a tomar otros caminos que no son correctos”.
Ileana Piedrahita, jefa de Proyectos de la Junta de Beneficencia.
Adicionalmente, en ambos planteles se aplica la formación dual, una metodología que combina la enseñanza del bachillerato en dos espacios: en el aula y en una empresa que refuerza la enseñanza teórica. Este sistema, muy utilizado en países europeos como Alemania, comienza a partir del segundo año del bachillerato en las unidades educativas de la Junta.
Los alumnos asisten dos días al colegio y tres días a una “empresa formadora”, donde cuentan con tutores que los instruyen hasta que logran desenvolverse solos. Uno de los bachilleratos técnicos, por ejemplo, es el de Enfermería.
“En el primer año del bachillerato, aprenden las bases de Anatomía, en el segundo año ya se van a los hospitales de la Junta y en tercer año ya se gradúan como auxiliares de Enfermería, y es un título válido en Alemania también, certificado por la Cámara Alemana”, explica la jefa de Proyectos de la Junta.
La primera promoción dual se graduó el año pasado con 62 chicos en la especialidad de Comercialización y Ventas, y 17 de ellos recibieron ofertas de trabajo apenas de graduaron.

Con la educación dual -recalca Piedrahita- se favorece la inserción laboral de los jóvenes en un país con indicadores bajos de empleo, además, la experiencia dual funciona como filtro vocacional para reforzar o descubrir la vocación de cientos de estudiantes antes de ingresar a la universidad.
El modelo educativo de la Junta de Beneficencia se comenzará a aplicar progresivamente en los cinco nuevos planteles que se sumarán a esta institución a partir de este año lectivo 2025-2026, y que son los siguientes:
- Unidad Educativa Mercedes Calderón, en el sur de Guayaquil.
- Unidad Educativa Freire Stabile, en el cantón Playas.
- Unidad Educativa Narcisa de Jesús en el cantón Nobol.
- Unidad Educativa Nuestra Señora de la Sabiduría en el cantón Lomas de Sargentillo.
- Unidad Educativa Promesas Luciana en el cantón Santa Lucía.
En las calles General Gómez y Noguchi se ubica Mercedes Calderón, una institución que funcionó como un hogar de cuidado infantil y que para este primer periodo escolar ya cuenta con 150 matriculados, de una capacidad de 250 alumnos, en los grados que habilitarán, de primer a quinto año básico y de octavo a décimo año.
“La expectativa es iniciar este proceso formativo de manera escalonada y que nos visibilicen en el sector centro sur, nuestra misión es formar jóvenes libres, responsables y solidarios, esos son los tres elementos que inspiran nuestra misión”.
Rigoberto Bermeo, rector de la unidad educativa Mercedes Calderón.

Esta semana, un grupo de trabajadores daba los últimos toques de pintura y adecentamiento de este plantel, que ha recibido una inversión de USD 200.000 y en donde se prevé iniciar las clases el próximo 14 de mayo.
Amplios salones, coloridos patios llenos de plantas y árboles, además de pequeñas canchas de fútbol y de voleibol y una capilla en la que destacan representaciones de la virgen María y Cristo en la cruz forman parte de la estructura del colegio conformado por dos pisos y que es hogar de hermanas religiosas.
“Tuve la oportunidad de conocer, es muy hermoso, vengo a matricular a mi hija, que va a décimo año. Me han dicho que la educación es igual que la Luisa de Marillac, he tenido buenas referencias de ese colegio".
Andrea Vera, madre de familia de 43 años.
Ella acudió para inscribir a su hija Keyla Rubio, de 14 años, con la esperanza de encontrar cupo, pues el plantel le queda cerca de su domicilio, ubicado en el sector del Cristo del Consuelo, por lo que había llevado el martes pasado los documentos que necesitaba. “La pensión es de USD 126 está a mi alcance, porque solo tengo una hija en colegio, la mayor ya se graduó”, indicó Rubio.
En Playas, el plantel que se unió a la red de la Junta de Beneficencia fue la unidad educativa Freire de Stabile, que pertenecía a la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, pero que a través de un comodato pasó a ser administrada por la Junta.

“Fue fundada por el padre Freire, quien le entregó a la universidad y ellos nos han hecho el traspaso de la administración en este año lectivo, hemos hecho una inversión fuerte en infraestructura”, afirmó Ileana Piedrahita al recalcar que la pensión se mantendrá en todos los planteles nuevos.
Las otras tres instituciones -Narcisa de Jesús (Nobol), Nuestra Señora de la Sabiduría (Lomas de Sargentillo) y Promesas Luciana (Santa Lucía)- pertenecían a la diócesis de Daule, que ya estaba funcionando, pero que requerían inversiones fuertes. En total en las cuatro unidades adquiridas mediante convenios o comodatos en los cantones suman una inversión de USD 1 millón.
La expansión de la misión educativa de la Junta -recalca Piedrahita- obedece a la necesidad que tiene la institución de conectarse con las necesidades de la población guayaquileña. Durante la pandemia, la necesidad mayor era la hospitalaria -señala-, sin embargo, en la actualidad ante la pandemia de la inseguridad la urgencia es otra.
“La pregunta es ¿Cómo respondemos ante la pandemia de la inseguridad? La respuesta es con educación, con un modelo de formación que pueda dar a los jóvenes una personalidad fuerte y sana, pero también con oportunidades”.
Ileana Piedrahita, jefa de Proyectos de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
De ahí que, tras consolidar la misión educativa en la provincia del Guayas, la Junta buscará sumar a su red un plantel ubicado en Monte Sinaí, la zona de mayor peligrosidad en el país.
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