Alerta del Inamhi: Lluvias más fuertes se esperan hasta el 17 de marzo y estas serán las provincias afectadas
La nueva advertencia meteorológica del Inamhi pronostica lluvias de nivel muy alto en Ecuador, especialmente en la Costa, Amazonía y en el sur del país.
Carros circulan en Loja en medio de calles con restos de lodo, tras las inundaciones registradas el 10 de marzo de 2025. Ese día, los ríos Malacatos y Zamora se desbordaron.
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Las lluvias y tormentas se mantendrán en Ecuador hasta el lunes 17 de marzo de 2025. El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) aseguró aquello en su nueva advertencia meteorológica, con énfasis en la Costa, Amazonía y sur del país.
A diferencia del último aviso del Inamhi, que pronosticaba únicamente lluvias de nivel medio y alto, ahora entre el 12 y 17 de marzo se esperan precipitaciones de nivel muy alto y las provincias están en rojo.
De hecho, es posible que ocurran más crecidas y desborde de ríos, como viene sucediendo en Loja, Manabí y El Oro.
De acuerdo con el Inamhi, los días con lluvias más intensas serán el 13 y 14 de marzo, y también el 16 y 17 de marzo.
Lluvias fuertes seguirán en Loja y Manabí
Con respecto a la zonas con mayor riesgo, el instituto precisa que en la Costa habrá lluvias de alta intensidad en Guayas, Manabí, Los Ríos, El Oro y Santo Domingo.
En la Sierra, las provincias que tendrán la misma condición climática serán Loja, Azuay, Cañar y Pichincha.
Y en la Amazonía, las precipitaciones de mayor recurrencia se producirán en Zamora, Morona Santiago y Napo.
Por lo anterior, ciudades como Loja y Manta seguirán enfrentado los estragos de las lluvias que, al momento, dejan afectaciones estructurales y barrios bajo el agua.
De igual manera, el Inamhi recomienda tomar precauciones por descargas eléctricas y ráfagas de viento que pueden ocurrir en la zonas afectadas por las precipitaciones.
Una muestra de aquello sucedió en San Luis de Pambil, cantón Guaranda, en Bolívar, la tarde del 10 de marzo.
Tras una intensa lluvia, un vendaval golpeó el sector y en cuestión de minutos arrancó techos, derribó árboles y dejó cables eléctricos colgando en las calles.
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