Así se perdió el rastro de un ecuatoriano en México que iba a Estados Unidos, hace seis meses
El diario El País de España recoge la desgarradora historia de Jefferson Stalin Quindil, quien salió de Cotopaxi y desapareció en México, en su intento de ir a Estados Unidos para reencontrarse con su madre.

Fotofrafía publicada por el medio El País, de España, del ecuatoriano Jefferson Stalin Quindil, desaparecido en México desde el 21 de diciembre de 2024.
- Foto
Tomado de El País
Autor:
Redacción Primicias
Actualizada:
Compartir:
Jefferson Stalin Quindil es uno de los protagonistas de la historia. Tenía 21 años cuando salió de la provincia de Cotopaxi rumbo a Estados Unidos, pero, como otros migrantes que optaron por pasos irregulares para viajar, desapareció sin dejar rastro.
Así cuenta la historia recogida por el diario El País de España, que reconstruyó los últimos movimientos de un grupo de 40 migarntes de Ecuador, Cuba y Honduras, a quienes se les perdió el rastro en San José El Hueyate, en la costa de Chiapas, en México.
El artículo describe a los viajeros como personas humildes que buscaban llegar a Estados Unidos para reencontrarse con sus familias.
Durante la travesía los migrantes mantenían informado a sus allegados de todo lo que hacían, pero desaparecieron la mañana del 21 de diciembre de 2024 en el sur de México, recién montados en unas lanchas que los debían llevar de San José El Hueyate, en la costa de Chiapas, a Juchitán de Zaragoza, en Oaxaca.
"A las 08:25 de la mañana se apagó la última señal", detalla el artículo periodístico, que agrega que los polleros (traficantes de migrantes o conocidos como coyoteros en Ecuador) dicen que los viajeros fueron detenidos, que se ahogaron, los mataron, que los tiene el cartel en un campo de trabajo forzado.
A pesar de no tener rastros de ellos, las familias siguen recibiendo engaños, extorsiones y amenazas.
La historia del ecuatoriano Jefferson Stalin Quindil
El artículo de El País cuenta cómo operan los traficantes de migrantes, entre promesas de seguridad en el camino y la realidad cuando llegan a territorio mexicano.
El medio tomó contacto con la madre de Jefferson Stalin Quindil, María, quien había viajado a Estados Unidos dos años atrás.
"María tiene en su celular una foto y un video de su hijo. En la primera sale con ella y otra de sus hijas, está oscura, tomada desde arriba y salen acurrucados. El video dura 24 segundos y está formado por imágenes de Cotopaxi...", así comienza la historia para contar lo sucedido con el migrante y por qué decidió viajar.
Ella cuenta que Quindil es "normal, no exagerante, no de 'quiero esto o esto', no. No dice nada sobre la comida, sobre la ropa, no, lo que yo compraba, él ponía”, explica por videollamada María, hablante de la lengua quechua.
El joven estudiaba en la escuela militar, pero por la situación de inseguridad tenía ganas de irse, agrega el reportaje.
“Aquí no hago nada, mami, yo quiero irme para allá”, le dijo a su madre. “Quería venir a ver a mí”.
"Quindil salió a principios de diciembre. Voló a San Salvador y de ahí un guía lo recogió para cruzar Honduras y dejarlo en Tapachula. Es el mismo guía que utilizó María hace dos años, y que le ayudó a cruzar México. Eso le daba confianza. Sin embargo, en vez de hacer la ruta en vehículo particular, como le tocó a ella, a Jefferson lo llevaron a San José El Hueyate para subir por lancha".
Fue el 21 de diciembre cuando conversó por la mañana con su madre, indicándole que lo sacarían, que estaría bien, tranquilo y que se encontraba arreglando el bolso, "poniendo una funda para que no moje y ahorita salgo".
También le explicó que eran ocho horas de travesía. María le pidió que le avisara en cuanto salieran de la casa.
“Él no supo dejar nada absolutamente, ni ubicación, ni nada. A las 06:43 estábamos conversando y ya para las 7 de la mañana [hora de Estados Unidos] ya no me dio señal de vida. Entonces yo llamaba, mandaba audio, mensaje. Nada, hasta ahora”, cita el reportaje.
Compartir: