Don Dago, el Guardián del Pájaro Azul, que a sus 93 años preserva parte de la historia de Guaranda
Ángel Dagoberto Escudero, conocido como Don Dago, mantiene viva la cultura del licor artesanal en la parroquia Guanujo, una tradición inseparable de la identidad festiva y comunitaria de Guaranda.

Don Dago, un hombre de 93 años que elabora y comercializa pájaro azul por más de 70 años, en Guanujo, cantón Guaranda, provincia de Bolívar. 18 de noviembre de 2025.
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Andrés Salazar / Primicias
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En el parque central de la parroquia de Guanujo, apenas a cinco minutos del centro de Guaranda (provincia de Bolívar), sobresalen dos señales sencillas, pero cargadas de significado: un letrero que dice “Pájaro Azul” y una pancarta que anuncia “Licor Artesanal Don Dago”. Detrás de ellas se esconde una de tantas historias y tradiciones de Ecuador.
En la casa antigua que soporta los letreros, un pequeño cuarto ha sido transformado en un museo íntimo dedicado al licor tradicional que ha acompañado generaciones de guarandeños y visitantes.
Guaranda, capital de la provincia de Bolívar y conocida como la Ciudad de las Siete Colinas, es famosa en Ecuador no solo por su vibrante carnaval —declarado patrimonio cultural y uno de los eventos festivos más importantes del país—, sino también por su tradición licorera y festiva.
En estas celebraciones, el Pájaro Azul, un aguardiente artesanal de caña de azúcar infusionado con hierbas y plantas, es un elemento inseparable de la hospitalidad local y del espíritu comunitario que define al cantón.
Ángel Dagoberto Escudero Núñez, mejor conocido como Don Dago, es un personaje esencial de esa historia viva. A sus 93 años, sigue abriendo la puerta de su refugio del Pájaro Azul cada día, mostrando orgulloso su pequeño museo de alambiques y tuberías con la misma energía con la que, décadas atrás, aprendió el arte de destilar.
“Vendo desde hace unos 70 años atrás”, relata con voz firme mientras describe su oficio, que ha sido tanto sustento familiar como patrimonio cultural no oficial de Guanujo. Para él, el Pájaro Azul es más que una bebida: es el resultado de años de práctica, de aprendizaje con maestros locales y de un constante diálogo con la tierra y sus frutos. Incluso, asegura que ha sido usado con fines medicinales.
Don Dago recuerda cómo aprendió a elaborar el licor en la propiedad de su abuelo, Alfonso Núñez, y cómo esa enseñanza se fue consolidando con el paso de los años y conociendo embotelladores en localidades de Manabí y en Quito.
Pero el toque especial que distingue al Pájaro Azul, según él, radica en las plantas medicinales que forman parte de su receta artesanal y en el uso de hojas de mandarina que le dan ese color único.
A pesar de su edad, Don Dago no ha dejado de tomar el tradicional licor. “Ahora tomo una copita de vez en cuando”, dice entre risas y con la serenidad que solo los años pueden otorgar. Para él, el secreto de una vida longeva está en la tranquilidad, la paz y la sociabilidad con quienes comparten su licor y sus historias.
El museo que ha montado es una cápsula del tiempo: viejos muebles que sostienen botellas de plástico y vidrio, cada una con sabores y colores distintos, relatos de sabores que se remontan a varias décadas de tradición artesanal.
Don Dago es consciente de su legado. Habla con orgullo de su embotelladora, que ahora está en manos de un nieto, y asegura que crió a 15 hijos con la producción y venta del Pájaro Azul.

“Aquí tengo que morir”, dice con convicción, señalando el pequeño cuarto que es tanto su casa como su museo viviente. Sus palabras son la expresión sincera de un hombre que ha visto pasar generaciones y ha contribuido, con cada gota de su licor artesanal, a mantener viva una tradición que es parte esencial de la cultura guarandeña.
Para muchos, la fiesta y la cultura de Guaranda no estarían completas sin este licor: su tono azul característico, resultado de ingredientes como hojas de mandarina y hierbas tradicionales, lo ha convertido en símbolo indiscutible de identidad serrana y de la festividad más esperada del año.
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