A día seguido, proveedor ligado a grupo investigado en pandemia ganó dos contratos por USD 1,2 millones en el hospital Guayaquil
Una empresa oferente presentó una denuncia ante el Sercop, porque su producto superaba las exigencias tecnológicas de los insumos médicos requeridos en el proceso de contratación y, sin embargo, fue rechazada.

Imagen de la entrada al área de Consulta Externa, en el hospital Abel Gilbert Pontón, en el suroeste de Guayaquil. 13 de junio del 2025.
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A día seguido, un proveedor de insumos médicos relacionado con una firma procesada durante la pandemia de Covid-19 fue adjudicado con dos compras públicas por un monto de USD 1,2 millones en el hospital Abel Gilbert Pontón, en Guayaquil.
Ambas contrataciones se desarrollaron en medio de alertas del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) y de suspensiones y quejas porque un participante fue rechazado pese a que su oferta superaba las exigencias tecnológicas requeridas por el hospital.
Los dos contratos fueron adjudicados por el gerente del hospital Nelson Sierra al proveedor O. Chicaiza. El primer contrato por USD 578.130 se asignó el 19 de septiembre de 2024 y al día siguiente, el 20 de septiembre, se dio el segundo por USD 611.000, según los registros del Sercop. PRIMICIAS solicitó hace varias semanas una entrevista en este hospital, pero continúa pendiente.
En un listado que hizo público la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) el 22 de abril consta el nombre de este proveedor y sus dos contratos, de un total de 54 compras identificadas por este organismo con presuntas irregularidades en 11 unidades médicas del MSP y del IESS.
“Esto no puede funcionar solo porque los grupos irregulares son malos, dañados o corruptos, funcionan porque dentro de las instituciones les facilitaron la información, como también sucedió en el hospital Monte Sinaí. Al ministro de Salud se le había hecho llegar advertencias, le importó un pepino”.
Germán Rodas, coordinador de la CNA
El primer contrato, por USD 578.130, se dio para la “adquisición de dispositivos médicos, prótesis de cadera y rodilla” para los pacientes del área de Traumatología de este hospital, ubicado en el suburbio, en el suroeste de Guayaquil.
El Abel Gilbert Pontón, un centro médico de tercer nivel del Ministerio de Salud Pública, es el único hospital estatal que mantiene la unidad de traumatología “con atención de emergencia e intervenciones quirúrgicas de la especialidad 24 horas al día los siete días de la semana”.
En esta área -señalan informes del hospital- “se atiende un gran número de patologías traumáticas y degenerativas como las artrosis de articulaciones”, males que han aumentado “tanto en cadera como en rodilla”.
Al año, el hospital recibe casi 5.000 pacientes por la especialidad de consulta externa en traumatología y ortopedia y, sumadas las emergencias, hospitalización y cuidados intensivos, la demanda alcanza los 17.000 usuarios anualmente.

El proceso para la contratación de las prótesis de cadera y rodilla comenzó el 15 de agosto y las preguntas de los interesados se recibieron hasta el 19 de agosto. La comisión técnica reportó que solo se presentó una pregunta y, en el plazo de la entrega de propuestas, una sola oferta.
Ante ello, el Sercop suspendió el proceso de contratación hasta monitorear la documentación y finalmente resolvió dejar bajo “exclusiva responsabilidad” del hospital la continuidad del procedimiento de compra, según señalan los oficios de esa entidad.
“De existir una sola oferta técnica calificada o si luego de estar un solo proveedor habilitado presenta su oferta económica inicial en el portal, no se realizará la puja y en su lugar se efectuará la sesión única de negociación entre la entidad y el oferente”.
Sercop
El hospital y el oferente negociaron el precio del contrato, que estaba presupuestado en USD 621.647 y que finalmente se redujo en el 7% a USD 578.130, señalan las actas subidas al Sercop.
En los documentos presentados por el contratista constan los detalles técnicos de las prótesis que vendió al hospital, también oficios que le atribuyen a Chicaiza su condición de distribuidor de insumos de la empresa Zoldan Corp Cía. Ltda., firma que obtuvo contratos y que fue investigada durante la pandemia.
Tres personas de esa compañía fueron procesadas y absueltas por la Fiscalía en un juicio que se originó en junio del 2020, en medio de la crisis hospitalaria por los contagios de Covid-19. Tras 44 allanamientos de un grupo especial que buscaba combatir la corrupción sanitaria, se detuvo a 13 personas, tres de ellas ligadas a esa empresa.

La investigación de la Fiscalía se concentró en tres contratos de insumos médicos y prótesis de rodilla y hombro adquiridos por el hospital Abel Gilbert Pontón. Sin embargo, los registros del Sercop señalaron que esta firma y otras relacionadas consiguieron contratos por unos USD 119 millones de los hospitales del MSP y del IESS.
Los ingresos del año 2024 no constan entre los documentos presentados por la empresa ante la Superintendencia de Compañías, pero sí los del año 2023, en que reportaron "un gran año de actividad económica" e ingresos nunca antes vistos, por USD 43,2 millones.
"Todavía no me pagan", dice proveedor
PRIMICIAS llamó a los contactos de esa empresa reportados ante la Superintendencia de Compañías, pero no hubo respuesta. En cambio, el proveedor O. Chicaiza, sí aceptó una entrevista en la que confirmó que, efectivamente, recibió dos contratos del hospital Guayaquil.
“Esos fueron del año pasado y todavía no me pagan. En mi caso estoy en proceso del contrato, sigo trabajando y abasteciendo (con las prótesis). Yo lo que hago es enviar la documentación, que es de carácter público, si me califican a mí, nada más, yo tengo que llegar a una negociación, es lo que se hace en todos los hospitales”.
O. Chicaiza, proveedor de insumos médicos
Este proveedor, un instrumentista quirúrgico de 37 años, aseguró que participa en los procesos de compras públicas desde 2019, pero que lo hace como persona natural debido a que como empresa tenía la limitante de la experiencia, y descartó que sea ‘operador’ de Zoldan.
“Para nada, yo tengo mi propia empresa, mis instalaciones. Tengo relación comercial con ellos, por supuesto, pero no es que trabaje para ellos o les ayude a ellos de alguna manera, yo represento algunas marcas”, aseguró Chicaiza.
El segundo contrato que recibió este proveedor en el hospital Guayaquil, por USD 611.000, fue para la compra de “kit de aspiración negativa con instilación mediano”, un sistema utilizado para curaciones avanzadas de heridas mediante la aplicación de presión negativa que favorece la circulación y la remoción de tejido dañado, muerto o infectado.
En esta contratación, adjudicada el 20 de septiembre y en la que también constan certificados de distribución de la empresa Zoldan, se presentó el reclamo de un oferente que aseguró que su producto fue rechazado a pesar de que contaba con mejor tecnología que la empresa elegida.
“Nuestro equipo e insumos cumplen a cabalidad con las especificaciones técnicas indicadas en el presente proceso, lo cual se puede evidenciar en la oferta, siendo esta una tecnología superior a la requerida”.
Ruth Vasquez, representante legal de la compañía Janks
Esta firma reclamó porque en el proceso de contratación, durante la etapa de preguntas y respuestas, comunicó a la comisión técnica que sus equipos tenían una tecnología superior a la establecida en las bases de la subasta, lo que fue aceptado por el hospital.
No obstante, en el momento de calificar a los concursantes, Janks fue descalificada. El Sercop acogió la denuncia de Janks y suspendió el proceso hasta recibir las explicaciones del hospital, que se mantuvo en que Janks no cumplía los requisitos técnicos.

El hospital -remarcó el Sercop- es la entidad que define las especificaciones técnicas del producto que compra, sin embargo, debió exponer estas razones desde el principio para “evitar ambigüedades e interpretaciones confusas para los oferentes”, y evitar subjetividades de la comisión técnica a la hora de calificar a los participantes.
El Sercop también cuestionó que no se publicara el acta de apertura para verificar que todos los concursantes estén habilitados. Pese a esto, el Sercop levantó la suspensión del proceso y el hospital adjudicó a O. Chicaiza el segundo contrato.
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