"Será una protección a los migrantes"; ecuatorianos en Nueva York ven con esperanza y cautela la victoria de Zohran Mamdani
El triunfo histórico a la alcadía de Nueva York de un candidato fuera de la tradición política, que se califica como socialista demócrata, reconfigura el poder en la estratégica ciudad estadounidense. La comunidad ecuatoriana que trabaja en activismo y fundaciones, mira con prudencia, pero también expectante, el giro político.

El alcalde electo de Nueva York, Zohran Mamdani, junto a parte de su equipo de transición, durante una conferencia de prensa en Flushing Meadows Corona Park, en el distrito de Queens, este miércoles 5 de noviembre.
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NUEVA YORK. Sonia salió de su casa en Queens a las 07h15. Llevaba una bufanda amarilla, un termo de café y la convicción de que aquel martes sería distinto. En el vagón del metro rumbo al centro comunitario donde le tocaba votar, repasaba mentalmente los nombres de los candidatos. “No todos los días uno puede decidir quién manda en esta ciudad”, decía, mientras se mezclaba entre los madrugadores que buscaban llegar a tiempo antes del trabajo.
Cruzó el detector de metales, saludó a los voluntarios y esperó paciente. Sonia, ecuatoriana, madre de dos hijos nacidos en Estados Unidos, votaba por segunda vez en una elección local. Asegura que lo hizo pensando en el alquiler, en el costo del transporte y en “la ciudad que mis hijos van a heredar”. A la salida, le mostró orgullosa a un desconocido la calcomanía I Vote.
César, en cambio, pidió el día libre en el taller de autos donde trabaja. Vive en el Bronx, cruza el río cada mañana para trabajar. “Lo hago para poner mi voz ante lo que vivimos muchos compatriotas, ante los abusos de nuestros derechos”, explicó con serenidad. Su jornada electoral le costó un día de salario, pero la asumió como un acto de dignidad.
La victoria de Zohran Mamdani, de 34 años, estremeció el mapa político. Será el primer alcalde musulmán y de origen surasiático en la historia de Nueva York, y el más joven en más de un siglo. Su triunfo, con más de un millón de votos, consolidó la influencia del ala progresista en una ciudad que vuelve a situarse como termómetro del cambio político en Estados Unidos.
Mamdani centró su campaña en una agenda de justicia social, vivienda asequible y transporte público gratuito, temas que dominaron el debate electoral en una ciudad golpeada por el alto costo de vida. Según los datos oficiales del New York City Board of Elections, obtuvo cerca del 50,4 % de los votos, frente al 41,6 % del exgobernador Andrew Cuomo. Los resultados muestran que su apoyo fue amplio en Queens, Brooklyn y Manhattan, mientras que Cuomo concentró su ventaja en el Bronx y Staten Island. Su victoria confirmó la fortaleza del voto demócrata en los distritos más poblados y diversos de la ciudad, donde la vivienda y el transporte figuran entre las principales preocupaciones ciudadanas.

- ¿Quién es Zohran Mamdani, el socialista de 34 años que se convirtió en alcalde electo de Nueva York?
Un choque de expectativas
Sin embargo, la reacción entre los latinos —y particularmente entre los ecuatorianos— fue matizada. Olga López, ecuatoriana y presidenta de la Fundación latinos americanos unidos en el Bronx, resumió el sentimiento con cautela: “La comunidad latina tiene un poco de recelo”, dijo, aludiendo a rumores sobre ciertos cambios sociales. “No hay un alivio general, sino preocupación. Estamos divididos: unos piensan que será bueno, otros no tanto.”
Esa división también se refleja entre otros líderes comunitarios. Sylvia Mata, expresidenta estatal de League of United Latin American Citizens (LULAC) —la organización latina más antigua del país, dedicada a la defensa de los derechos civiles y la participación cívica— expresó su inquietud ante el giro ideológico del nuevo gobierno municipal. “Históricamente, los servicios gratuitos ofrecidos por los políticos de izquierda extrema suelen financiarse con los impuestos de los ciudadanos”, advirtió, “lo que puede generar una mayor carga fiscal y limitar la libertad económica.”
Mata añadió que el reto de Mamdani será demostrar que su programa es sostenible y no genera dependencia. “Es relevante preguntarse si esos servicios gratuitos serán sostenibles a largo plazo y si realmente beneficiarán a los neoyorquinos.”
Mamdani ofreció que logrará conseguir el financiamiento para sus propuestas sociales con un impuesto adicional del 2% a los más ricos, aquellos que tienen ganancias por encima de un millón de dólares al año. "Ahora, los ingresos por impuestos de la ciudad son esencialmente los mismos, así ganes USD 50.000 o USD 50 millones", se asegura en el sitio web del candidato.
Video de Zohran Mamdani en el que anuncia cómo será el periodo de transición.
En contraste, la abogada Andrea Soto, experta en migración y defensora de los derechos de personas indocumentadas, subraya que el nuevo alcalde representa una continuidad en la protección de los inmigrantes frente a las redadas y abusos. “Nueva York acoge a la mayor cantidad de migrantes ecuatorianos del país, y en la mayoría de hogares hay al menos un inmigrante”, señala. Soto recuerda que Mamdani ha respaldado públicamente medidas que impiden a ICE ingresar en escuelas, hospitales o propiedades privadas sin orden judicial, normas que —según ella— se han vulnerado en los últimos años.
Para la abogada, las promesas de transporte y guarderías gratuitas deben entenderse dentro del marco económico estadounidense, sin las connotaciones del socialismo latinoamericano, por lo que no se puede "confundir ambos contextos". Soto anima a observar con atención las intenciones del nuevo alcalde: “Nueva York es la primera ciudad del mundo, y su liderazgo puede marcar la pauta en la protección de quienes la sostienen desde abajo.”
“Estados Unidos tiene una economía capitalista, por lo tanto, cualquier programa social estará limitado por ese sistema. Aquí se valora el trabajo duro y la posibilidad de ascender. Las ayudas no buscan dependencia, sino aliviar la carga de las familias más vulnerables, incluyendo las inmigrantes.”
Andrea Soto, abogada experta en migración y defensora de los derechos de personas indocumentadas
Por su parte, el ecuatoriano William Murillo, presidente de la organización 1800migrante, interpreta la victoria de Mamdani como una respuesta al desgaste de la polarización nacional. “Cuando una ciudad como Nueva York vota por un cambio de esa magnitud, no se trata de ideología, sino de una reconfiguración del poder”, afirma. “La victoria de Mamdani es también un voto de rechazo a las políticas autoritarias y divisorias del actual gobierno” .
Las posiciones encontradas, entre quienes abogan por una administración prudente y quienes valoran el giro progresista, reflejan una fractura que trasciende la coyuntura electoral. En la comunidad migrante, esa tensión se expresa entre la expectativa de inclusión social y la preocupación por los efectos económicos de un modelo más intervencionista. Nueva York, moldeada por la migración y la diversidad, vuelve a situarse como escenario de las grandes discusiones sobre el equilibrio entre crecimiento y justicia social.
Al noreste del país, los demócratas también tuvieron una buena jornada. En Nueva Jersey, conservaron la mayoría de los escaños en el Congreso estatal, según los datos oficiales del New Jersey Department of State. En Connecticut, el Partido Demócrata retuvo el control de las principales alcaldías, incluida la de Stamford, donde cerca del 28% son hispanos, de acuerdo a cifras del U.S. Census Bureau. En conjunto, los resultados confirmaron la fortaleza del voto urbano en la región, especialmente en las grandes ciudades, donde la población muestra preocupación por el costo de vida y la desigualdad.
En los barrios donde resuena el acento latino, la jornada tuvo un significado más profundo. Fue el momento en que los ecuatorianos —ya sea como ciudadanos naturalizados o votantes de segunda generación— participaron de un proceso que confirma su presencia en la ciudad. Sonia lo dijo sin metáforas: “No sé si este alcalde va a cambiar las cosas, pero votar ya es un cambio.”
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