Desarticulan red de trata en Guayaquil: 11 mujeres de Venezuela eran promocionadas por internet
La Policía desarticuló otra red de trata de personas con fines de explotación sexual, esta vez en Guayaquil, menos de dos semanas después de que un grupo de mujeres venezolanas fue rescatado en Rumiñahui.

Detenidos en operativo contra la trata de personas en Guayaquil, el 27 de junio de 2025.
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Policía
Autor:
Redacción Primicias
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Apenas horas después del atroz caso de un padre, madre y abuelo detenidos, por permitir violaciones en una niña pequeña, 11 mujeres de Venezuela fueron rescatas en Guayaquil en un nuevo golpe contra redes de trata con fines de explotación sexual en Ecuador.
Como parte de las investigaciones, que iniciaron hace cinco meses, este viernes, 27 de junio de 2025, la Unidad Nacional de Trata de Personas de la Policía y la Fiscalía allanaron tres inmuebles vinculados con este delito en Guayaquil. El operativo detuvo a tres venezolanos como presuntos culpables del delito.
Uno de los inmuebles intervenidos está ubicado en el sector de Ietel, en el norte de Guayaquil. En este lugar funcionaba un centro clandestino de tolerancia donde las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución bajo condiciones de encierro, maltrato físico y amenazas constantes.
Las mujeres eran coaccionadas y se les imponían cobros por alimentación y arriendo del local que resultaban impagables para ellas, informó Edwin Íñiguez, jefe de la Unidad Nacional de Trata de Personas.
Entre las 11 víctimas se encontraba una adolescente de 15 años, y todas fueron trasladadas a una casa de acogida para recibir contención y protección.
La menor no estaba reportada como desaparecida y se presume que llegó voluntariamente desde Venezuela. Las autoridades investigan si tiene familiares en Ecuador y adelantan contactos con sus pares venezolanos para recabar más información.
Según explicó Iñiguez, algunas de las mujeres ya residían en Ecuador, mientras que otras fueron captadas directamente en Venezuela. Sus victimarios financiaban el viaje hasta Guayaquil, donde eran ingresadas en inmuebles ubicados en sectores como Urdesa y Ietel.
En la vivienda donde residían los líderes de la organización se encontraron varios indicios, entre ellos un arma de fuego, preservativos y prendas íntimas utilizadas en las actividades sexuales impuestas a las víctimas.
También fueron incautados 14 celulares, dinero en efectivo, tres carros, entre otros indicios relacionados con los hechos.

Íñiguez explicó que "muchas de las víctimas sabían que ejercerían trabajo sexual", pero desconocían las condiciones de explotación a las que serían sometidas. No podían salir libremente del inmueble y eran constantemente controladas.
Los ingresos obtenidos por los servicios eran descontados por alojamiento, alimentación y otros conceptos, generando una deuda impagable con sus explotadores.
Además, las mujeres eran promocionadas a través de páginas web, donde eran ofrecidas como mercancía, sostuvo el jefe policial.
"(Ellas) eran coaccionadas a realizar esta actividad. Las tenían encerradas en el inmueble en muchos casos y sometidas a maltrato si no aceptaban ciertas actividades de índole sexual. Eran amenazadas y mantenían una deuda permanente con sus captores".
Edwin Íñiguez, jefe de la Unidad Nacional de Trata de Personas de la Policía
En una primera fase de esta operación, en febrero pasado, la Policía intervino un establecimiento que funcionaba como lugar de citas. En ese sitio se logró la detención de dos personas y el rescate de otras tres menores de edad, víctimas de explotación sexual.
Los fiscales y jueces deberán determinar la situación jurídica de los tres implicados que fueron detenidos hoy, en una audiencia de formulación de cargos. Los sospechosos fueron identificados con los alias "Aaron", "Carla" y "Jimena".
Según el Código Penal, el delito de trata de personas se sanciona hasta con 26 años de cárcel en Ecuador.
La Policía no descarta que esta red tenga vínculos con otras provincias. Hace apenas cuatro días, otras 11 mujeres venezolanas retornaron a su país, después de haber sido rescatadas de una red de trata en Rumiñahui, cantón vecino a Quito, en Pichincha.
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