Desde el 4 de septiembre, el gobierno mexicano solicitará visa a los ecuatorianos que viajen a ese país. Sin embargo, nuevas rutas irregulares para llegar a Estados Unidos pueden reactivarse.
Las razones establecidas en el documento de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México es que ha detectado “actividades de tránsito irregular hacia un tercer país”; es decir a Estados Unidos, razón por la cual empezará a pedir visa a los ecuatorianos.
La medida es temporal y estará en vigencia desde el 4 de septiembre de 2021 al 4 de marzo de 2022. Además, quienes deseen viajar a México deberán demostrar que lo hacen por turismo y no para trabajar.
La crisis económica provocada por la pandemia fue el detonante para que Ecuador figure entre los países con mayor número de ciudadanos deportados en la frontera entre México y Estados Unidos.
“La pregunta es: a México qué le importa que los ecuatorianos vayamos a Estados Unidos si no incumplen ninguna normativa nacional", dice Soledad Álvarez, experta en migración, que coordina el proyecto regional Movilidad en las Américas y Covid-19.
"Pero México opera como una frontera preliminar y hay un claro bloqueo a aquellas nacionalidades no deseadas en Estados Unidos o que tienen números muy altos”, explica Álvarez.
"Es una medida grotesca y se adopta en el marco de un gobierno de izquierda, de López Obrador".
Soledad Álvarez, experta en migración.
Pero la migración no se va a detener, asegura Soledad Álvarez, y esta no es una excepción.
“Durante seis años que Ecuador tuvo una recomposición económica, se desaceleró la migración, pero no cesó, por eso, cuando llega un momento de crisis como este, hay una exacerbación de la salida”, añade.
Según Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, 71.945 ecuatorianos han sido detenidos en la frontera entre octubre de 2020 y julio de 2021.
“Esta es una tercera ola migratoria”, dice Álvarez, quien cree que la imposición de México de pedir una visa “no va a solucionar el problema estructural de fondo que son las condiciones económicas de las personas que migran”.
Se activarán otras rutas irregulares, y probablemente más peligrosas. Si antes los migrantes aterrizaban en México, ahora lo harán en Panamá, Nicaragua u Honduras que son países que no solicitan visa a los ecuatorianos.
Eso significa que el trayecto hasta llegar a la frontera será más largo, porque tendrán que cruzar Centroamérica, y una mayor parte de México que siempre ha sido una ruta peligrosa para los migrantes por los grupos del crimen organizado.
Otro trayecto es llegar hasta Bahamas, que está al frente de Florida. Bahamas no exige visa a ecuatorianos, pero la ruta hasta las costas de Florida sería en bote, con los riesgos que conlleva evitar la seguridad migratoria de Estados Unidos.
Rutas por altamar
William Murillo, de la organización 1-800 migrante, no descarta que se activen incluso rutas por altamar desde Ecuador, porque han registrado casos de personas que todavía hacen ese trayecto, la forma en la que miles de ecuatorianos migraron a inicios de 2000.
Sin embargo, Murillo ve con buenos ojos la medida impuesta por México. “Lo solicitamos hace dos años al presidente Manuel López Obrador, porque nosotros habíamos advertido que iba a generar caos, muertes, asesinatos, desapariciones, extorsiones, violaciones”.
“La realidad es difícil de digerir y por eso dan un paso atrás, porque abusaron de ese beneficio migratorio los coyoteros”.
Willian Murillo, 1-800migrante.com
“Esto no es nuevo, lo que va a pasar es que ya no va a ser tan fácil coger a los menores de edad, llevarlos hasta México, supuestamente a vacacionar y cruzarlos a la frontera. Ahora lo van a pensar dos veces. Lo que pasará es que salvaremos a los niños y ese es un punto muy importante”, dice Murillo.
Hasta julio, 2.947 menores de edad han sido detenidos por las patrullas fronterizas de Estados Unidos. Solo 19 han sido deportados, los demás se encuentran detenidos en centros esperando resolver su situación migratoria frente a un juez.
Lo importante es poner atención al problema estructural, que es la pobreza, aseguran los expertos, y "en eso el Estado hace poco o nada", dice Murillo.
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