El Nacional lleva 18 años de agónicos estertores, ¿toda la crisis empezó por culpa de Rafael Correa?
Las medidas que tomó el gobierno de Rafael Correa dieron paso a la crisis de El Nacional, pero los dirigentes que llegaron después fracasaron en sacar adelante al equipo militar.

Fotografía de jugadores de El Nacional el 14 de Julio de 2025 en el estadio Universidad Indoamérica Bellavista por un partido de la LigaPro.
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¡Pobre El Nacional! El equipo militar lleva 18 años de una lentísima agonía, de crueles temporadas exhibiendo sin pudor los estertores propios de quien se aproxima a la tumba. Desde 2007, cuando el gobierno de Rafael Correa prohibió el financiamiento obligatorio por parte de la tropa, todo ha sido un permanente atardecer para el Bi-Tri.
¿Por qué Rafael Correa le tenía tanta aversión al equipo de los puros criollos? En parte, por la enorme superioridad de El Nacional en los años 70 y 80, que opacaron al Emelec, el equipo preferido de Correa.
Y, en parte, por el recelo de Correa y sus aliados progresistas hacia los militares, que habían logrado colocar a El Nacional como un referente legítimo de eso que justamente se proclama en su nombre: el nacionalismo. Mientras los demás clubes se reforzaban con extranjeros, el Bi-Tri daba batallas solamente con jugadores ecuatorianos y eso le permitió recolectar títulos e hinchas.
Pero Correa, cuando fue presidente, le echó lodo a El Nacional. Dijo que la dictadura de los 70 (que fue nacionalista, al menos la parte que lideró 'Bombita') apoyó "descaradamente" al club, que en esos años de abundancia petrolera podía contratar a los mejores jugadores. Y así justificó el golpe que le dio al corazón del club con la prohibición de obligar a los soldados a aportar para el club, algo que restó de un plumazo el 20% del presupuesto.
No obstante, Correa no fue el único causante de esta crisis que tiene a El Nacional ahorcado por las deudas. Lo que vino después fue un proceso que destruyó la esencia del club. Es verdad que algunos presidentes militares llegaban a El Nacional como un paso previo para sus ascensos y otros despilfarraron los recursos por venta de jugadores. Pero todo se terminó de caer cuando los civiles entraron en escena.
Llegaron presidentes que no eran hinchas de El Nacional y que incluso respondían a los intereses de dirigentes de equipos rivales. Otros, solo llegaron para tomarse fotos y promocionar sus candidaturas. Otros, solo llegaron para sobrevivir, para tapar huecos mientras abrían otros.
Desaparecieron las ventas de jugadores, otro de los rubros importantes de financiamiento, y las huelgas de piernas caídas se hicieron más frecuentes. Incluso, pasaron horrores como el Rinson López, el lateral colombiano que jugó con papeles falsos y se convirtió en el único extranjero que ha militado en El Nacional.
Hoy, solo queda la nostalgia de lo que fue El Nacional, pero duele más la nostalgia de lo que pudo haber sido. En 2006, había grandes planes, incluso el de construir un estadio propio, al calor de un reciente bicampeonato y de jugadores del calibre de Antonio Valencia y el 'Chucho' Benítez salidos de las canteras. Hoy, El Nacional está a la deriva, sin proyecto de estadio (más bien, su sede está en líos de embargos) y con la identidad arrebatada, porque el rey de las canteras ahora es Independiente del Valle.
En medio, surgen las sospechas de que la muerte de El Nacional, o al menos la pérdida específica de peso en el fútbol de Pichincha, esta motivada por los interesados en que Quito solamente tenga tres equipos, curiosamente los que poseen estadio propio. Por eso nadie le tiende una mano al Nachito.
Pero no se engañen: el descalabro de El Nacional viene desde dentro, propiciado por socios e hinchas que permitieron a los malos administradores socavar al venerable equipo de los puros criollos.
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